Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
miércoles, 8 de octubre de 2025
Jim Rooker. 1979 Topps . Esquina de las barajitas.
Craig Muder.
Al llegar la mañana del domingo 14 de octubre de 1979, los aficionados de los Piratas pensaban que su temporada mágica estaba a punto de terminar.
Los Orioles de Baltimore dominaban la Serie Mundial tres juegos a uno en ruta al quinto juego ese día, el cual se efectuaría la tarde de ese domingo en el Three Rivers Stadium de Pittsburgh. Mike Flanagan abriría por los Orioles, había ganado 23 juegos ese año y pronto sería elegido ganador (con 26 de 28 votos para primer lugar) del premio Cy Young de la Liga Americana. Su oponente en el montículo era un zurdo de 37 años de edad llamado Jim Rooker, quien tuvo marca de 4-7 con efectividad de 4.60 en 1979.
Muchos seguidores de Pittsburgh pensaron que sería mejor ver a los Steelers, que jugaban en Cincinnati (que aún no había ganado en esa temporada de NFL) más temprano esa tarde. Pero mientras los campeones defensores del Super Bowl eran sorprendidos por los Bengals de marca 0 y 6, 34-10; Rooker y los Piratas iniciaron su histórico regreso con un triunfo 7-1 sobre los Orioles.
Ese sería el punto más resaltante de una carrera que empezó como jardinero antes que Rooker se estableciera como unos de los pitchers más confiables de mediados de los años 1970s.
Nacido el 23 de septiembre de 1942 en Lakeview, Ore., Rooker se crió en Colorado y se graduó en la Cherry Creek High School de Greenwood Village en 1960. Los Tigres firmaron a Rooker el 21 de junio de 1960, por un bono de 6.000 $ y lo enviaron al Decatur Clase D de la Midwest League. En 69 con los Commodores en los jardines, el bateador derecho Rooker mostró matices de su potencial pero solo bateó apra .220 con un jonrón y 18 carreras empujadas.
La temporada siguiente con el Jamestown Clase D de la New York-Penn League, Rooker bateó para .268 en 125 juegos con 83 carreras anotadas y 88 empujadas __pero se ponchó 164 veces, un total enorme para esa época. Regresó al Jamestown en 1962 y mejoró su promedio hasta .281 con 101 carreras anotadas, 80 empujadas y 27 robos __ pero se ponchó 134 veces.
“Durante mi segundo año en Jamestown, yo estaba lanzando la práctica de bateo un día a Don Bryant (futuro cátcher de grandes ligas)”, le dijo Rooker al Montgomery Advertiser en 1967. “Bryan me dijo que lanzara más rápido, así lo hice. Entonces la quería más rápida, y le dije: ‘Si la lanzo más rápida, no podrás batearla’”.
El manager de Jamestown, Stubby Overmire, presenció la sesión de Rooker y Bryant __ y llamó a Rooker a una reunión.
“Me preguntó si alguna vez había pensado en pitchear”, dijo Rooker. “Lo discutimos, pero tuve otro buen año en los jardines (en 1963). Luego el año siguiente en Knoxville me lesioné y nunca regresé. Me enviaron a Duluth y mi manager, Gail Henley, me dijo que iba a recomendar a los Tigres que me convirtiesen en pitcher”.
Rooker tuvo marca de 3-4 y efectividad de 5.29 con los Dukes de Duluth-Superior en la Northern League Clase A en 1964, mientras bateaba para .227 en 251 veces al bate. Los Tigres enviaron a Rooker a la Florida Winter Instructional League para aprender a pitchear.
Pero en 1965, los Tigres usaron a Rooker como pitcher y jardinero en el Rocky Mount Clase A y el Montgomery Doble A, donde tuvo dificultades en ambas encomiendas.
En el entrenamiento primaveral de 1966, los Tigres convirtieron de nuevo a Rooker en jardinero __ solo para regresarlo al montículo cuando la temporada Doble A empezó en Montgomery. Después de permitir 11 carreras limpias en siete innings de trabajo, fue regresado a Rocky Mount __ donde finalmente se estableció en su nueva posición.
“La gran diferencia (en Rocky Mount) fue que me dieron la oportunidad de jugar”, le dijo Rooker al Advertiser. “La confianza es muy importante __ y logré mucha confianza en mí mismo”. Rooker tuvo marca de 12-5 con efectividad de 2.05 para Rocky Mount en 1966, con lo cual se ganó un puesto con el equipo de grandes ligas ese septiembre aunque no participó en juego alguno. Luego Rooker dejó marca de 10-7 y 3.46 de efectividad con el Montgomery y el Toledo Triple A en 1967. El coach de pitcheo de los Tigres, Johnny Sain, trabajó extensivamente con Rooker durante ambas primaveras, enseñándole al zurdo como cambiar la velocidad de sus pitcheos.
“Es el tipo de coach del que se puede aprender de solo conversar con él”, dijo Rooker. “Puede sentarse y decirte lo que estás haciendo mal con una fácil frase”.
Rooker dominó a los bateadores de la International League con el Toledo en 1968, tuvo marca de 14-8 y 2.61 de efectividad en 25 aperturas __ ponchó 206 bateadores en 190 innings. Debutó en las mayores el 30 de junio __ al tomar el lugar de Jon Warden. Quien fue llamado a cumplir el servicio militar __ y trabajó como relevista en dos juegos antes de regresar a Toledo-
Aunque no volvió a pitchear ese año con los Tigres, Rooker contribuyó con un equipo que ganaría la Serie Mundial ese otoño contra los Cardenales. El 30 de septiembre, Rooker fue enviado a los Yankees como el pelotero a ser nombrado después en una negociación que llevó al relevista John Wyatt a Detroit ese junio.
Pero los Yankees no protegieron a Rooker en el Draft de Expansión, y el 15 de octubre de 1968, los Reales se aventuraron con un jugador de 26 años de edad con potencial pero de experiencia limitada. Rooker fue lanzado al fuego durante la temporada de 1969, tuvo marca de 4-16 con una respetable efectividad de 3.75 en 158.1 innings con los Reales de la expansión.
Registró su primera temporada de 200 innings lanzados en 1970, cuando dejó marca de 10-15 con efectividad de 3.54 en 39 apariciones, incluyendo 29 aperturas. Pero en 1971, Rooker dejó números de 0-4 y efectividad de 12.00 en sus primeros cuatro inicios antes de ser sacado de la rotación de abridores. Estaba cumpliendo labores de bullpen con marca de 2-7 cuando los Reales lo enviaron al Omaha Triple A por el resto de la temporada, el 3 de agosto.
Rooker empezó la campaña de 1972 con los Reales como abridor ocasional y relevista __ y quedo listo para adueñarse de un puesto en la rotación luego de blanquear a los Rangers el 16 de mayo para su segundo triunfo de la temporada.
“Rooker probablemente tiene el major repertorio del equipo”, dijo el manager de los Reales, Bob Lemon, a Associated Press. “Pero en el pasado, algo pasaba con su concentración”.
Rooker no pudo mantener su actuación de principio de temporada, y fue remitido al Omaha en julio. Como lo había hecho en 1971, Rooker dominó el pitcheo de la categoría Triple A __ tuvo efectividad de 1.74 en ocho aperturas para terminar la temporada. Esto intrigó a los Piratas, quienes adquirieron a Rooker en una negociación por Gene Garber el 25 de octubre de 1972.
Garber fue el Pitcher del Año en la International League con el Charleston Triple A en 1972, luego de tener marca de 14-3 con 2.26 de efectividad. Rooker, mientras tanto, tenía marca de 21-44 en las grandes ligas __ con un tercio de sus triunfos logrados por la vía del blanqueo.
“Ese fue el punto más bajo de mi carrera”, le dijo Rooker al Pittsburgh Post-Gazette. “No estaba seguro de si algun equipo de grandes ligas trataría de conseguirme (mientras él estaba en Omaha).
Rooker llegó a la rotación de los Piratas en julio de 1973 cuando las lesiones de Dock Ellis y Bruce Kison y la creciente inefectividad de Steve Blass dejaron a los Piratas diezmados en el montículo. En los tres meses finales de la temporada, Rooker lanzó tres blanqueos y terminó la campaña con marca de 10-6 y efectividad de 2.85
“No estoy haciendo nada diferente”, dijo Rooker al Herald and Review de Decatur, Ill. “Quizás mi control ha estado un poco mejor. Eso es todo. Pero de seguro se siente bien ser ganador”.
De pronto, Rooker era el as del cuerpo de lanzadores de los Piratas.
“Siempre supimos que él tenía un buen brazo”, dijo el manager de los Piratas, Bill Virdon, a Pittsburgh Press hacia el final de la temporada de 1973, “pero para ser honesto, no esperaba tanto de él”.
Mientras estuvo con los Reales, Jim Rooker jugó bajo la égida del futuro inquilino del Salón de la Fama, Bob Lemon
Rooker fue el caballo de batalla de los Piratas en 1974, al liderar al equipo en innings lanzados (262.2) y ponches (139), mientras tenía marca de 15-9 y 2.78 de efectividad. Su 6.0 de WAR esa temporada encabezó a todos los peloteros de los Piratas mientras Pittsburgh terminaba con marca de 88-74, para ganar la división este de la Liga Nacional antes de perder ante los Dodgers en la serie de campeonato. En su primera aparición en postemporada, Rooker inició el segundo juego de esa serie y solo permitió dos carreras en siete innings, se fue sin decisión en un juego que los Piratas perdieron 5-2.
Rooker dejó registros de 13-11 y efectividad de 2.97 en 1975, resistiendo asomos de inconsistencia antes de ganar cinco aperturas seguidas hacia el final de la temporada ( y perder sus últimas dos salidas a pesar de solo permitir dos carreras limpias en 13 innings de trabajo) para ayudar a los Piratas a repetir como campeones de la división este de la Liga Nacional. Rooker comenzó el segundo juego de la serie de campeonato ante los Rojos de Cincinnati y permitió cuatro carreras en cuatro innings, Cincinnati barrió esa serie.
Rooker tuvo marca de 15-8 con 3.35 de efectividad en 1976 y 14-9 con 3.08 de efectividad en 1977, pero los Piratas a pesar de ganar 188 juegos en esas dos temporadas __terminaron segundos de los Filis esos dos años. Luego, en 1978, Rooker tuvo un mal año de 9-11 y 4.24 de efectividad en 29 aperturas.
Rooker batalló con las lesiones a través de la temporada de 1979, su primer juego fue el 19 de mayo. Después de ganar dos de sus primeras tres aperturas, Rooker no ganó otra vez hasta el 3 de septiembre, cuando permitió dos carreras en 6.2 innings, para que los Piratas ganasen el segundo de un doble juego que dividieron ante los Filis. Los Expos de Montreal, que perseguían a los Piratas en el este de la Liga Nacional, barrieron a los Mets ese día __ lo cual significaba que el triunfo de Rooker valía un juego completo en la tabla de posiciones.
Esa fue la centésima victoria de Rooker en su carrera de grandes ligas.
“Usualmente soy un pitcher de finales de temporada. Puedo subir mi rendimiento de acuerdo a la ocasión”, le dijo Rooker a Associated Press. “Su hubiese sabido que iba atener toda esta atención (acerca de ganar su juego 100), lo habría hecho hace mucho tiempo”.
Los Piratas reclamaron el título de la división este de la Liga Nacional esa temporada, pero la confección del cuerpo de pitcheo era muy diferente a la de los años previos. El manager Chuck Tanner confiaba profundamente en su bullpen, con Kent Tekulve efectuando 94 apariciones, seguido por Enrique Romo con 84 y Grant Jackson con 72. Entre los abridores, solo Bert Blyleven (237.1) y John Candelaria (207) alcanzaron la meseta de los 200 innings pitcheados.
Rooker no apareció en la serie de campeonato que los Piratas barrieron ante los Rojos, pero fue llamado en el primer juego de la Serie Mundial cuando un lesionado Bruce Kison permitió cinco carreras mientras solo hacía un out en el primer inning. Rooker trabajó 3.2 innings en blanco en relevo de Kison, preparando el terreno para el quinto juego.
Los Piratas, esperando revivir la magia de una Serie Mundial pasada, invitaron al héroe del Clásico de Otoño de 1960, Bill Mazeroski a lanzar la primera pelota.
“Y eso es apropiado, Mazeroski bateó un jonrón para ganar en 1960”, dijo Al Michael de ABC, mientras Rooker salía del bullpen de los Piratas. “Y los Piratas necesitan varios milagros a partir de hoy”.
Contra todos los pronósticos, Rooker respondió.
“Asumo el reto”, le dijo Rooker a Howard Cosell de ABC Sports antes del quinto juego. “Es asunto de salir y hacer mi trabajo”.
Rooker trabajó cinco innings en el quinto juego, permitió tres imparables y una carrera. Salió del juego con los Piratas perdiendo 1-0, pero Pittsburgh anotó dos veces en el sexto episodio ante Flanagan para tomar la delantera, dos más en el séptimo y tres en el octavo. Blyleven __trabajando con dos días de descanso__ no permitió a notaciones a los Orioles en su relevo de los cuatro innings finales, para darle a Pittsburgh un triunfo 7-1 que les permitía sobrevivir.
“Antes de ese juego, todo estaba a favor de Baltimore”, dijo el segunda base de Pittsburgh Phil Garner al Pittsburgh Express. “Pero Jim Rooker viene y nos mantiene en el juego contra un buen pitcher ejecutando uno de sus buenos juegos”.
Los Piratas ganarían el sexto y el séptimo juego en Baltimore para ganar el título.
Rooker empezó la temporada de 1980 con marca de 2-0, pero salió del juego de los Piratas ante los Bravos el 2 de mayo después de enfrentar a solo tres bateadores. No lanzaría más esa temporada y finalmente se sometió a cirugía para reparar un músculo en su hombro izquierdo el 9 de septiembre.
Los Piratas dejaron en libertad a Rooker el 10 de octubre.
“No tengo nada que reclamar”, le dijo Rooker a United Press International después de ser despedido. “No engañé a los Piratas, ni ellos a mí”.
Rooker se retiró con marca de 103-109 en 13 temporadas con efectividad de 3.46. Firmó contrato como narrador de los juegos de los Piratas en 1981, trabajó 13 temporadas con el equipo y se recuerda su famosa declaración al aire el 6 de junio de 1989, cuando dijo que caminaría de vuelta a su casa desde Filadelfia si los Piratas perdían después de anotar 10 carreras contra los Filis en el primer inning. Pittsburgh perdió 15-11, y Rooker caminó más de 300 millas __ recaudó más de 40.000 $ para organizaciones de caridad.
Para un jugador que tomó el camino largo hacia las mayores, los días de Rooker en las grandes ligas totalizaron más que un cuarto de siglo.
“Lo que más lamento es que no empecé a pitchear desde el principio en las menores”, dijo Rooker en 1973. “Extraño jugar todos los días como jardinero. Pero no había manera de que llegara a las mayores como jardinero”.
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Craig Muder is the director of communications for the National Baseball Hall of Fame and Museum
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 15 de febrero de 2022.
Nota del traductor: Jim Rooker jugó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional a inicios de los 1970s, con Tiburones de La Guaira.
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