El reto de Mario Lisson

En medio de la crisis, de la incertidumbre, cuando se recibe la encomienda de levantar un equipo de beisbol sumido en la más desconcertante sequía general, el manager elegido para esa tarea sabe que debe actuar muy rápido, en muchos frentes a la vez, sin pausa, sin respirar. Hay que consultar mucho, preguntar mucho a cada pelotero, a cada técnico, a cada allegado, hasta encontrar el plan adecuado, la química necesaria, el coraje suficiente para recuperar todo el fuelle, la fuerza, la determinación que hagan zarpar, despegar a ese barco aun atascado en medio de la ventisca. No importa que la gerencia haya nombrado otro manager, Yadier Molina, sin siquiera esperar como le iba al nuevo timonel en sus primeros cuatro juegos. Lisson tiene que demostrar en ese corto período que si tiene madera para hacer avanzar la nave, que no es ningún advenedizo inexperto y merece consideración y respeto que requiere al menos del espacio para visualizar sus objetivos. En primer lugar hay que trabajar muy a fondo con la condición mental, la confianza y convicción de los pitchers abridores, recordarles que si pueden terminar el primer inning sin permitir anotaciones y que desde ahí pueden tejer todo un blanqueo parcial o total hasta hacerle ver a la tripulación que si es posible dominar al rival, que si hay oportunidad para finalmente ganar y seguir haciéndolo. Luego hay que conversar uno a uno con cada integrante de la alineación hasta hacerles recuperar la paciencia para trabajar la cuenta hasta que llegar el lanzamiento que busquen, manejar la escena y no permitir que lo haga el pitcher contrario, demostrarle que en el barco si hay arpones preciso y peligrosos que pueden devolver a mil millas sus mejores pitcheos. También es pertinente profundizar sobre el corrido de las bases, si se va a salir en conquista de la estación se debe tener la certeza de que se va a lograr, sino es preferible esperar la gestión del bateador en turno. Lisson tiene la formación y la esencia para devolverle la capacidad de ganar al Magallanes, solo es asunto de que le permitan desarrollar sus iniciativas, le dejen ejecutar su plan de conseguir que sople en la popa la más intensa ráfaga de viento.

Alfonso L. Tusa C. Noviembre 07, 2025.