Miguel Rojas el Supersub.

En la jerga del beisbol de grandes ligas hay un término tal vez muy estadounidense, tal vez muy de gente ligada a la práctica del beisbol. Esa denominación me vino a la mente en el noveno inning del séptimo juego de la Serie Mundial de 2025. Roger Centre de Toronto los Azulejos ganan 4-3 con un out y viene a batear Miguel Rojas, un campocorto de Los Teques, tal vez de los mejores torpederos defensivos entre los venezolanos, que es bastante decir. En el montículo de Toronto está su certrador y aún así, tal como el propio Rojas refirió que se lo había dicho a su hijo antes de salir a tomar ese turno: “Tenía mucha fe en que iba a conectar un batazo importante para el equipo”. A medida que el batazo tomó altura y pasó sobre la cerca entre el jardín izquierdo y el central, Miguel Rojas jamás se detuvo a ver la trayectoria solo apretó el paso, como si temiese que la pelota rebotara de la cerca, quería recorrer el mayor número de bases posible. Al cruzar por tercera base el jolgorio le hizo animarse a seguir hacia el plato y al pisar el pentágono si celebró con pasión. Ahí estaba retratada la imagen de ese pelotero invisible, subterráneo, pero muy resiliente y épico, capaz de dar lo mejor de sí en la agonía del noveno inning para revivir a su equipo, primero con un jonrón, y después en el cierre de ese noveno con aquella jugada cardíaca, donde el mismo reconoció que temía que la pelota le diese un bote extraño porque la grama artificial hace más rápida a la pelota, pero con toda su serenidad tomó la pelota y aun con algo de miedo ensayó su mejor disparo para enfriar en el plato la carrera que acababa con su equipo. Respeto mucho que el japonés Yamamoto haya ganado el premio al jugador más valioso de la Serie Mundial, sin embargo sin ese jonrón, sin ese out en el plato ejecutados por Miguel Rojas, los Dodgers no hubiesen ganado el campeonato. Por momentos rememoré las hazañas de otros Supersub como Jerry Adair con los Orioles de Baltimore de comienzos de los 1960s y los Medias Rojas de Boston de 1967; o Mike Mordecai con los Bravos de Atlante de 1995 y los Marlins de Florida de 2003.

Alfonso L. Tusa C. Noviembre 05, 2025.