Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
martes, 18 de marzo de 2025
Craig Biggio, Pete Rose y José Altuve.
Al conocer la posibilidad de transición desde segunda base hacia el jardín izquierdo, José Altuve asumió esa actitud propia de los peloteros que asumen el liderazgo más por hechos que con palabras. Antes que él en los Astros de Houston, Craig Biggio entendió que su paso a jugar en la segunda base luego de haber destacado como receptor con los siderales, era una oportunidad de ayudar a mejorar el equipo, y Pete Rose previo a Biggio, pero con los Rojos de Cincinnati había hecho dos ajustes al pasar desde segunda base hacia el jardín izquierdo y desde allí a la tercera base. El carácter de un pelotero viene demarcado por su disposición a dar lo mejor de sí por el equipo, puede ser el mejor en una posición, pero si su equipo lo necesita en otro lugar ese pelotero practicara todos los días hasta adaptarse, hasta desarrollar un juego defensivo al menos por encima del promedio. Eso se puede palpar en la disposición de Altuve para practicar su transición hacia el jardín izquierdo.
Aunque Altuve nunca ha estado en la élite de los segundas bases defensivos de la Liga Nacional, fue capaz de mantenerse entre los mejores diez camareros en algunas categorías defensivas y hasta ganó un guante de oro. Siempre ha estado allí para ejecutar las jugadas de rutina con espectacularidad o parsimonia de acuerdo a la exigencia del momento, se las ha ingeniado para realizar las maniobras adecuadas, necesarias para ayudar a su equipo a salir indemne de los ataques rivales. Y siempre ha seguido aprendiendo, mejorando cada día para avanzar en su juego, aunque haya otros intermedistas de mejor defensiva teórica y a veces práctica. Una actitud cada vez más extraña, rara, sorprendente en el beisbol actual donde pareciera ser más frecuente la tendencia de números individuales aislados del engranaje del equipo, de la armonía propia de estar en la misma página, una sabermetría que muestra muchas aristas sin señalar particularidades, ajustes de momentos específicos del juego.
Cuando Craig Biggio acordó mudarse a la segunda base en 1992, era un receptor establecido, de muchos atributos defensivos. El cuerpo técnico decidió ejecutar la transición para proteger las piernas del primer bate de su alineación, estar agachado detrás del plato le restaba movilidad en las bases. Biggio fue capaz de entender el movimiento y de inmediato buscó un guante de segunda base y empezó a tomar roletazos alrededor de la intermedia. Jugar detrás del plato le enseñó atener una visión más amplia, más panorámica del juego, aún desde el ángulo de la segunda base, Biggio tenía una visión bastante cercana a las señas que le hacía el nuevo receptor, el también conocía las características de cada bateador, los detalles de cada pitcher. Al principio se acercaba al pitcher tres o cuatro veces cada vez que se embasaban dos corredores. Cuando el manager Art Howe le propuso a Biggio mudarse a segunda base, siempre había sido un cátcher desde sus días de niñez cuando su pelotero favorito era Thurman Munson.
Biggio fue cátcher tres temporadas en Kings Park High, luego siguió detrás del plato tres campañas más en Seton Hall. Se desempeñó como receptor dos temporadas en ligas menores y luego se puso la armadura medieval para recibir los envíos de los pitcher durante sus primeras cuatro campañas en las ligas mayores. Había decidido ser receptor porque su padre jugado esa posición en la escuela secundaria, le había preguntado mucho de los trucos, secretos y técnicas; de cómo ponerse de acuerdo con los pitchers, como acostumbrarse a estar agachado casi todo el juego, lo que le empujó a escoger se cátcher fue que le gustaba controlar el juego. Su admiración por Munson era tan marcada que guarda un bate de los que usaba este, en el sótano de su casa. Biggio ha usado ese modelo de bate desde que jugaba en la secundaria. Poco a poco, gradualmente empezó a entender las razones de Art Howe, a comprender los ajustes que se deben hacer para engranar, para apoyar a su equipo a ser mejor.
Las prácticas, las carreras, los embalajes en los jardines para desarrollar toda esa velocidad que necesita un jardinero izquierdo para escuchar el sonido del bate sobre la pelota y de inmediato saber hacia donde tiene que moverse, hacia donde tiene que hacer el semi circulo para ubicarse debajo de la pelota; todas esas fotografias, diagramas de dinámica e inercia han empezado a impregnarse en la nueva rutina de juego de José Altuve. Tiene la disposición, la consciencia de aportar al equipo, de aprender las habilidades más ajenas o lejanas de otra posición muy distinta a la segunda base, la única posición que hasta ahora ha jugado en su carrera de grandes ligas. Puede estar establecido como un pelotero franquicia con fu futuro económico asegurado, para José Altuve lo más importante sigue siendo el equipo, la química, la disposición a dar los mejor sobre el terreno en el papel que determinen las circunstancias. Esa es la marca de un líder, estar dispuesto a hacer la transición requerida para ayudar al equipo.
Luego en 2003 Craig Biggio, de 37 años de edad, se mudó al jardín central para abrirle espacio a Jeff Kent quien había firmado con los Astros. Fue otra transición, otro reto ajustarse a las carreras largas de los jardines, saber desplazarse a la derecha o izquierda dependiendo del giro que tomase la pelota de acuerdo a si el bateador era zurdo o derecho, en este caso Biggio tuvo también que adaptarse al montículo de Tal (por Tal Smith, otrora gerente general de los Astros de Houston) y aprender a navegar sobre o alrededor de este en medio de las persecuciones de los elevados o lineazos hacia esos predios. Después en 2004 Biggio hubo de trasladarse al jardín izquierdo debido a la llegada de Carlos Beltrán, aunque el ajuste no fue tan exigente si tuvo que trabajar unos cuantos aspectos sobre como prepararse para atacar los batazos conectados en esa dirección sobre todo cuando la pelota rebotaba contra la pared del jardín izquierdo. “Cuando juegas en el jardín central la pelota llega con mucha fuerza y hay que correr duro, en el jardín izquierdo la pelota llega sin tanta fuerza pero con más giros traicioneros dependiendo de si el bateador es zurdo o derecho”, dijo Biggio.
Esa actitud fue la asumida por Pete Rose cuando se mudó al jardín izquierdo en 1967 parta que Deron Johnson pudiera venir desde los jardines a jugar primera base para los Rojos de Cincinnati. El empeño, la mística, las ganas de colaborar por la fortaleza del equipo impulsaron a Rose a aprender de tal manera los movimientos rutinarios y también los secretos de los expertos de esas posiciones, hasta codearse con los jardineros derechos más renombrados de la Liga Nacional y todas las ligas mayores, hasta ganar dos guantes de oro como jardinero derecho en 1969 y 1970, corriendo hasta detrás de los fouls declarados desde que salían del bate. Luego emigró hacia el jardín izquierdo y allí también fue campeón de la Liga Nacional en 1972 como lo había sido en 1970 como right fielder. Luego vino la transición hacia la tercera base an la temporada de 1975 a petición de Sparky Anderson, y Rose no dudó en buscar un guante de tercera base y en empezar a recoger roletazos en la esquina caliente.
Altuve está consciente de que a los 35 años de edad ya sus reflejos y elasticidad tal vez no sean los ideales para un defensor de la intermedia. Sin embargo sigue trabajando, entrenando a fondo para adaptarse y convertirse en el mejor jardinero izquierdo posible. Ya ha empezado a familiarizarse con los parajes, la atmósfera del jardín izquierdo. Ha comenzado a ajustarse a la soledad de los jardines respecto a la cercanía del campocorto y las observaciones del primera base. Ya tuvo sus primeros encuentros cercanos con la pared al tomar un lineazo que llevaba intenciones de convertirse en extrabases. También ha cometido sus primeros errores de cálculo al perseguir un elevado en la zona de seguridad, lo que más impresiona de Altuve es la actitud con la que llega al dugout después de esos gazapos, busca a sus compañeros outfielders y les pregunta que debe hacer para mejorar su defensiva como jardinero izquierdo. Ha empezado a leer los movimientos del tercera base ante la presencia de determinado bateador, a descifrar los estiramientos de los brazos del cátcher en dirección hacia el bosque izquierdo, a interpretar los giros del pitcher hacia la pared del left field. El aprendizaje de escuchar el sonido del bate sobre la pelota ya le hace desplegar las zancadas necesarias para atrapar la pelota en el límite de la zona de seguridad y la pared, en esos parajes de adrenalina y determinación que describen y dibujan el conocimiento creciente de los secretos defensivos de la posición.
Cuando Pete Rose migró desde segunda base al jardín izquierdo en 1967 los Rojos de Cincinnati pasaron desde el séptimo lugar que ocuparon en 1966 hasta el cuarto puesto que ocuparon en 1967 . Luego cuando se mudó al jardín derecho en 1968 los Rojos pasaron siguieron en el cuarto lugar. Luego, en 1969 los Rojos subieron al tercer lugar de la división oeste de la Liga Nacional y Rose ganó el guante de oro como rightfielder. En 1972 volvió al jardín izquierdo, luego que Cincinnati terminase en cuarto lugar de la división oeste, y los Rojos volvieron a ganar la división. Después cuando hizo la transición desde el jardín izquierdo hacia tercera base los Rojos pasaron desde el segundo lugar en la división oeste en 1974 hasta ganar la Serie Mundial en 1975. Finalmente cuando Rose pasó desde tercera base a primera con los Filis de Filadelfia, estos llegaron en cuarto lugar en 1979 y luego ganaron la serie Mundial en 1980. En 2024 los Astros de Houston terminaron en lugar de la división central de la Liga Nacional con José Altuve en segunda base, ahora cuando Altuve jugará en el jardín izquierdo ¿Qué posición ocuparán los Astros al terminar la temporada regular?
Alfonso L. Tusa C. 17 marzo 2025. ©
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