miércoles, 2 de julio de 2025

¿Hay algún vínculo secreto entre la Medicina y el Béisbol?

La razón por la cual me agrada tanto la película “Field of Dreams” es aquella escena en Fenway Park donde Kevin Costner y James Earl Jones están buscando una pista para descifrar el significado de la voz que Costner ha estado escuchando en su hacienda de maíz y en su hogar. De pronto vieron el nombre de un pelotero, no cualquier pelotero, sin un tipo que casi no jugó en las ligas mayores porque decidió renunciar al beisbol para estudiar y obtener un grado en medicina. Luego de ver la película por primera vez fui a casa directo a mis libros de estadísticas de beisbol para ver si ese tipo de verdad había jugado en MLB, y ciertamente lo había hecho pero por un período muy corto. Así, en la trama de la película ese tipo es el hilo que conecta al campo de beisbol con la llegada de la persona que la voz anuncia y tal vez uno de los momentos más cruciales de la película es cuando la pequeña hija de Costner cae desde la tribuna y queda inconsciente. Entonces el muchacho que juega en el jardín izquierdo decide cruzar la línea desde el terreno, sin importar que no pueda regresar a jugar, su deber como doctor lo llama así que traspasa la línea y se convierte en el viejo médico Archibald Moonlight Graham. Tal vez ese énfasis en la responsabilidad, ese empeño en trabajar la disciplina, describa una mejor imagen de cómo se pasa del beisbol a la medicina como profesión o viceversa al menos en una transición estable. Bobby Brown empezó a estudiar cursos de pre medicina en Stanford en 1943 mientras jugaba algo de beisbol aficionado. Hasta el 30 de junio de 1944 él completó los requerimientos de los cursos de pre medicina en U.C.L.A. para cinco semestres; Brown también jugaba campo corto para el equipo Bruins de beisbol. Entonces pasó seis meses en el San Diego Naval Hospital y se desempeñó como campo corto del equipo North Island Naval Air Station. El 1 de diciembre, la naval envió a Brown a la escuela de medicina de Tulane University, donde continuó sus estudios y también siguió jugando campo corto. No pudo terminar su programa de medicina desde que terminó la segunda guerra mundial. Después de salir de la naval en enero de 1946 Brown estuvo disponible para el beisbol de ligas mayores. Así que los Yankees firmaron a Brown y lo enviaron al entrenamiento primaveral. Hasta ese momento él había completado la mitad de su segundo año en Tulane Medical School. Después del entrenamiento primaveral los Yankees lo enviaron al Newark de la International League AAA.
Todos esos momentos difíciles que tuvo el personaje de Kevin Costner en “Field of Dreams” mientras trataba de convencer a James Earl Jones para que fuese con él a buscar todas las pistas relacionadas con la voz, estuvieron justificados cuando vieron el nombre de Moonlight Graham en la pizarra de Fenway Park. Inmediatamente se desplazaron hacia el pueblo de él y lo buscaron. Graham hasta había jugado algo en las ligas mayores, pero tenía otra pasión además del beisbol, tan absorbente, exigente y demoledora como el juego. Cuando ellos finalmente encontraron a Moonlight Graham mientras doblaba en una esquina con su maletín médico y su característico paraguas, él les dijo que todavía amaba al beisbol, que solo después de largos días de reflexión escogió la medicina, tal vez porque podría practicarla por un período más largo, tal vez porque no estaba seguro de que se iba a establecer en las grandes ligas. De todas formas reconoció que de vez en cuando extraña jugar beisbol con sus amigos de la niñez. Mientras se discute sobre el mejor campo corto venezolano de todos los tiempos, siempre he notado que algunos de los especialistas en ese tema, entre los nombres de Luis Aparicio, Alfonso Carrasquel, David Concepción, Teodoro Obregón, Enzo Hernández, Oswaldo Guillén, Omar Vizquel, agregaban un nombre que muchos respetaban y elogiaban. Sin importar que ese señor nunca jugó beisbol profesional. Domingo Martín Fumero de acuerdo a innumerables seguidores del beisbol fue tan bueno con el guante como cualquiera de los mejores paracortos venezolanos, algunos de ellos hasta lo elegían para su equipo ideal venezolano. Fumero jugó beisbol amateur con el equipo de la Universidad central de Venezuela que participaba en la muy competitiva liga del Distrito Federal. Para esa época de los 1950s y 1960s, la máxima categoría del beisbol amateur venezolano estaba casi al mismo nivel de calidad que la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, muchos de los peloteros que saltaban al profesional al poco tiempo se convertían en titulares de la alineación. Domingo Martín Fumero fue el campo corto del equipo de Venezuela que ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Chicago 1959, fue clave para ese equipo no solo por su guante sino también por su bate. Después de ese torneo le propusieron varias ofertas de equipos profesionales, pero él decidió seguir estudiando para obtener el grado de medicina en la UCV, ahí, él al menos podría combinar sus dos pasiones jugando beisbol los fines de semana.
Bobby Brown estableció un patrón para mantener conectados sus dos intereses; desde mediados de octubre has inicios de abril asistía a la escuela de medicina de Tulane University para reanudar sus estudios, luego desde inicios de abril hasta octubre regresaba a jugar pelota para los Yankees. De seguro esa era una rutina muy exigente pero a Brown le gustaba y la disfrutaba. Así fue su vida hasta que se graduó a mediados de los 1950s y obtuvo su grado de Doctor en Medicina. En 1947 finalmente hizo el equipo para jugar en MLB. Esa temporada el manager Bucky Harris le hizo compartir en tercera base con Billy Johnson, en el campo corto con Phil Rizzuto y asumir el papel de bateador emergente del equipo. En total bateó para .310 esa temporada, y .333 mientras lideraba la liga con nueve imparables como emergente. En la Serie Mundial de 1947, en el cuarto inning del séptimo juego, con dos outs y dos corredores en base, Bucky Harris ordenó a Brown que batease de emergente por el pitcher Bill Bevens mientras perdían 2-1 ante los Dodgers de Brooklyn, y él despachó un doble hacia el jardín izquierdo para igualar el marcador y colocar la carrera ganadora en posición anotadora. Los Yankees terminaron ganando ese juego y la Serie Mundial. Sin tomar en cuenta su heroísmo en la Serie Mundial, Brown regresó a Tulane el 14 de octubre, con un mes de retraso respecto a su clase, y asistió a esas sesiones desde las 8 am hasta las 9 pm. Permaneció allí en Navidad pero a inicios de abril estaba de regreso con los Yankees. En las pruebas de las organizaciones de beisbol, George Doc Medich estuvo muy claro en que intentaría asistir a la escuela de medicina simultáneamente con su carrera deportiva. Eso asustó a los Piratas de Pittsburgh y a otras organizaciones. Entonces el fue a consultar con Bobby Brown, un famoso pelotero convertido en médico. “Los scouts asumieron todos que yo no jugaría, pero nunca se molestaron en preguntarme”, recordó Medich. “Le escribí al Dr. Bobby Brown antes del draft acerca de la posibilidad de combinar las dos carreras y él me dijo que lo olvidase”. Cuando Doc Medich pitcheó por primera vez en las ligas mayores, enfrentó a los Orioles de Baltimore el 9 de mayo de 1972, como lanzador abridor de los Yankees de Nueva York y recibió un boleto mientras los Yankees daban vuelta a la batería en la apertura del primer inning. En el cierre de ese inning, él no pudo retirar un solo bateador, el día siguiente empezó su primer año de escuela médica en Pittsburgh. Medich mejoró su desempeño en el beisbol para 1973 cuando su marca fue de 14-9 con efectividad de 2.91, se apuntó 11 juegos completos y tres blanqueos, en 235 innings pitcheados. “La medicina me ha ayudado a madurar más rápido como pitcher”, dijo una vez Medich. “Al pretender ambas carreras a la vez tuve que ser muy cuidadoso al evaluarme”. En 1974, Medich experimentó su mejor temporada en MLB con marca de 19-15, 3.60 de efectividad, 17 juegos completos y cuatro blanqueos en 279.2 innings pitcheados. Luego de otra sólida actuación en 1975, fue cambiado a los Piratas e su ciudad natal en una negociación donde los Yankees recibieron a Willie Randolph, Ken Brett y Dock Ellis. Entonces tuvo una temporada complicada con los Piratas en 1976 (8-11, 3.52 de efectividad, 179 innings). En 1977 Medich pitcheó para los Atléticos de Oakland, Marineros de Seattle y Mets de Nueva York y no pudo hacerlo de manera estable. Para la temporada de 1978 él finalmente se estabilizó con los Rangers de Texas. Entonces tuvo cinco temporadas aceptables, de las cuales la de 1980 brilla sobre las otras. (14-11, 3.92 de efectividad, 204 innings). Luego de un año final con los Cerveceros de Milwaukee en 1982, Medich se retiró para practicar la medicina deportiva cerca de Pittsburgh. Antes de un juego de 1978 en Baltimore, Medich tuvo la oportunidad de practicar sus destrezas médicas al salvar la vida de un aficionado en dificultades al ejecutarle una reanimación cardíaca.
En 1948, Bobby Brown de nuevo bateó sobre .300 y estableció topes en su carrera al jugar en 113 juegos, 41 en tercera base, 26 en el campo corto, 17 en segunda base y cuatro en los jardines. Ese año los Yankees terminaron dos juegos y medio por detrás del primer lugar y el banderín. Aquel invierno Bobby terminó el tercio final de su año inicial y el primero de su último año en la escuela de medicina. Mientras regresaba a los Yankees a inicios de abril de 1949, Bobby se encontró con un nuevo manager, Casey Stengel, quien siguió alternándolo en tercera base con Billy Johnson. Esa temporada Brown participó en 104 juegos, bateó para .283, 61 carreras impulsadas, seis jonrones. En la Serie Mundial de 1949 Brown fue clave para los Yankees al aportar imparables cruciales en los juegos tercero, cuarto y quinto, lo cual determinó que ganasen en campeonato. En esa serie Brown bateó para .500 al conectar de 12-6. En el invierno Brown concluyó sus estudios en Tulane y se graduó con su clase en junio de 1950. Después de un juego versus Cleveland en Yankee Stadium, Brown tomó un avión nocturno hacia Nueva Orleans con escala en Memphis para recargar combustible. Estuvo en el campus a las 8 am, se graduó a las diez en punto y abordó un avión hacia Nueva York pero llegó retrasado para el juego de esa tarde. Entre 2010 y 2014 Mark Hamilton jugó en MLB primero con Cardenales de San Luis, luego con Medias Rojas de Boston y Bravos de Atlanta. El bateador zurdo actuó en 47 juegos de MLB. Hasta ganó un anillo de Serie Mundial en 2011, aunque no estuvo con el equipo en la serie. Hamilton solía salir del banco para sustituir a Albert Pujols en primera base durante la mitad de la temporada de 2011. Cuando los Cardenals ganaron la Serie Mundial el jugaba beisbol invernal en República Dominicana. Debutó en las ligas mayores en septiembre de 2010, consiguió su primer par de imparables. En 2011, más que todo como bateador emergente y jugador de reserva, Hamilton se mantuvo con los Cardenales hasta el receso del juego de estrellas. Su gran día llegó el 4 de julio en un abarrotado Busch Stadium. Fue enviado a batear como emergente por el pitcher abridor Chris Carpenter con dos outs y corredor en tercera base en el octavo inning de un juego sin carreras, se las arregló para conseguir un imparable de piernas ante Johnny Cueto y los cardenales vencieron a Cincinnati 1-0. Luegho de retirarse el beisbol, Hamilton regresó a Tulane University para estudiar en la escuela de medicina. Su padre, Stanley, fue jefe de patología y laboratorio de medicina en MD Anderson Cancer Center de Houston; ahora (abril de 2020) trabaja en el centro City of Hope en el sur de California. Mark Hamilton obtuvo su grado en medicina en abril de 2020. Comenzará a trabajar en el campo de radiología intrusiva, pero su primer año como residente de medicina interna requerirá que él atienda situaciones de brotes de coronavirus, para atender pacientes admitidos en el Jewish Medical Center de Long Island y en el North Shore University Hospital del Northwell Health System. Uno de los héroes beisboleros de Hamilton es el antiguo Yankee y médico Bobby Brown, él dijo que había vivido una de las mejores experiencias de su vida cuando la Tulane University Alumni Association le contacto para establecer un encuentro con Bobby Brown: “… hablamos por teléfono alrededor de dos horas, discutimos de beisbol, de su carrera y la mía, medicina, escuché su consejo acerca de cómo enfrentar las situaciones. Fue un conversación increíblemente especial y completa”.
Bobby Brown ganaría dos campeonatos de Serie Mundial más con los Yankees en 1950 y 1951, siempre actuando en grane con su bate para terminar consiguiendo el mejor promedio de bateo en Serie Mundial para peloteros con al menos 40 turnos al bate. Para 1952 se enlistó en la armada y fue a la guerra de Corea donde sirvió como cirujano de batallón. Cuando regresó de la guerra solo participó en alrededor de 30 juegos para losYankees y decidió empezar su residencia de medicina interna en el servicio de Stanford del San Francisco County Hospital. Allí él consiguió una beca para estudiar cardiología en Tulane por un año. Empezó sus prácticas de cardiología el 1 de agosto de 1958, en Fort Worth, donde él y su esposa Sara establecieron su hogar. Después de practicar la medicina por más de 25 años Brown recibió una oferta para ser presidente de la Liga Americana y decidió renunciar su práctica médica para dedicarse a tiempo completo al beisbol, esta vez su trabajo era diseñar el calendario de la temporada, emplear y programar el calendario de los árbitros, manejar los recibos de las asistencias a los estadios, disciplinar a los peloteros. Su período duró desde 1984 hasta 1994. Así que ese camino entre el beisbol y la medicina que Brown transitó varias veces resultó ser un verdadero punto de inflexión en su vida, como cuando Moonlight Graham cruzó la línea entre el terreno de juego y la tribuna, en la película “Field of Dreams”, sabiendo que no podría regresar a jugar beisbol otra vez pero se sentía feliz porque iba a atender como médico a una pequeña niña en riego de perder la vida.
Alfonso L. Tusa C. Abril 10, 2021. ©

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