Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
viernes, 4 de abril de 2025
Postales Imborrables de los Medias Rojas de Boston de 1975. (I)
Desde la temporada del Sueño Imposible (1967) los patirrojos rara vez se acercaron al primer lugar de la Liga Americana en 1968 y luego al tope de la división Este, bajo la dirección de Eddie Kasko apenas si disputaron ese primer lugar con los Tigres de Detroit hasta los últimos días de la temporada de 1972. Ahora para los entrenamientos primaverales de 1975 había cierta expectativa por la especie de segundo aire que había tomado el pitcher Luis Tiant, la promesa del Novato del Año Carlton Fisk, la llegada de un escopetero veterano como Rick Wise, el prospecto del potencial de ese joven pitcher Bill Lee y la emergencia de tres mozalbetes jardineros: Fred Lynn, Jim Rice, Dwight Evans, que contarían con la tutoría de Carl Yastrzemski. Pero hasta ahí, nadie entre los expertos pensaba que Boston disputaría el primer lugar ante Baltimore o Detroit. Hasta el manager Darrell Johnson se mostraba muy cauteloso cuando los periodistas le preguntaban por sus aspiraciones, sus percepciones de hasta donde podía llegar aquel equipo de los Medias Rojas.
Se trataba de un equipo en plena reconstrucción, venían llegando Jim Rice, Fisk, Evans, Lynn, el shortstop Rick Burleson apenas tomaba el testigo de Luis Aparicio. Si contaban con dos buenos pitchers en Tiant y Wise, pero aún debían esperar por el desarrollo de Lee, de Rogelio Moret, Reggie Cleveland. Ocho años desde aquella fantástica temporada parecía una eternidad que convertía aquellos chocos cardíacos en una especie de cuento de hadas de más allá de la edad media. Aunque había un gran talento en los novatos, los seguidores del equipo dudaban que consiguieran la química de 1967 aunque allí estaban todavía Carl Yastrzemski y Rico Petrocelli y hasta Tony Conigliaro intentó regresar con los Medias Rojas. Por otro lado ahí estaban muy vigentes los Orioles de Baltimore quienes habían ganado la división este de la Liga Americana las dos temporadas más recientes. En primera base había aparecido Cecil Cooper y en los jardines también estaba Bernie Carbo y Rick Miller quienes implicaban que Darrell Johnson tuviese que rotar a Yastrzemski y Cooper en primera.
A la vez el manager debía ingeniar enroques con Carbo, Miller y el propio Yastrzemski en el jardín izquierdo, lo cual iba conformando una profundidad, una química un engranaje que de a poco completaba un rompecabezas que iba encajando aunque los expertos seguían sin tomar mucho en cuenta a Boston ni en abril ni en mayo. Perdieron tantos juegos con tantos marcadores horrorosos que muy pocas personas les daban alguna oportunidad seria de competir por el título de la división este de la liga Americana, pensaba que además de Baltimore, los Medias Rojas iban a terminar cuando muy bien en cuarto lugar detrás de Detroit y los Yankees. El ajuste, la configuración del equipo de trabajo fue un proceso lento, pesado, imperceptible. No eran exactamente los chicos cardíacos de 1967, tal vez una versión similar, con muchos pitchers voluntariosos. Aunque había destellos en cada uno de los juegos donde Tony Conigliaro ocupó el espacio del bateador designado e hizo soñar a muchos cuando mostró matices de su poder con el madero en el propio noveno episodio o en extrainning entre abril y junio.
Doug Griffin, un excelente segunda base que había hecho buena combinación con Luis Aparicio en 1971. 1972 y 1973, y en 1974 empezó a jugar con Rick Burleson. Griffin siempre se lesionaba y cuando lo hizo de nuevo en 1974 el manager Darrell Johnson probó con Burleson en la intermedia. En 1975 empezó la temporada como titular, haciendo llave con Burleson en las paradas cortas y todo parecía ir muy bien hasta que el gerente deportivo Dick O’Connell trajo en un cambio desde los Angelinos de California a Denny Doyle, el manager los alternó durante la temporada. Un rectazo de Nolan Ryan hacia finales de abril en la temporada de 1974 lo sacó de acción por dos meses, en el primer juego que inició como regular anotó la carrera ganadora para los Medias Rojas. Varios expertos dicen que a partir de ese incidente Griffin no alcanzó de nuevo su nivel de rendimiento ofensivo principalmente. Aún así fue capaz de alternarse con Doyle en 1975 y aunque este terminaría ganando más tiempo de juego y en la postemporada se adueñó por completo de la posición, la colaboración de Griffin fue más que promedio.
Rick Burleson logró estabilizarse como campocorto y fue determinante para lograr el nivel defensivo que necesita un equipo para competir por el campeonato. Tomó tal nivel de liderazgo en el infield que se entendía tan bien con Griffin como después con Denny Doyle, podía llegar a pelotas en el hueco, en el límite con la tercera base y era capaz de atravesar el cuadro para hacer una asistencia detrás de primera base, como cuando Dwight Evans hizo aquella impactante atrapada en el duodécimo inning del sexto juego de la Serie Mundial de 1975 con el juego igualado 6-6, Evans lanzó tan desviado a primera base que Carl Yastrzemski tuvo que salirse de la base, entonces apareció Burleson para cubrir la base y recibir el disparo de Yastrzemski para completar el dobleplay. El 11 de abril de 1975 Tony Conigliaro largó su primer vuelacerca en cuatro años y mantuvo cerca a los Medias Rojas hasta que Burleson descargara cuadrangular en la apertura del octavo inning para igualar la pizarra 5-5. Yastrzemski despachó estacazo a las gradas del rightfield para decretar la victoria.
Detrás del plato en apariencia la titularidad de Carlton Fisk era indiscutible, solo que una lesión en la rodilla ocasionada en la temporada anterior mantenía ciertas dudas en Darrell Johnson y Dick O’Connell. Por esa razón también estaban en el roster Bob Montgomery y Tim Blackwell y cuando Fisk se lesionó la muñeca en los entrenamientos primaverales, O’Connell le ofreció contrato a Tim McCarver.
El día inaugural Montgomery remolcó dos carreras en el tercer inning que le dieron a los patirrojos una ventaja que nunca perdería a través de un juego que ganaron 5-2 a los Cerveceros de Milwaukee con trabajo completo para Luis Tiant quien apenas concedió un boleto. Luego de perder los dos primeros juegos de una serie ante los Yankees en Fenway Park, el 23 de abril ante Catfish Hunter, Cecil Cooper comenzó una reacción en el cierre del séptimo inning con triple entre el jardín derecho y el central. Bernie Carbo lo remolcó con sencillo. Fred Lynn y Jim Rice siguieron con imparables y Bob Montgomery coronó el ataque con doblete a la derecha que impulsó a Lynn y Rice, para que Boston pasase a ganar por una carrera. Luego el 6 de mayo Bill Lee lanzó un juego de seis imparables ante los Indios de Cleveland, un sencillo impulsor de dos carreras de Montgomery completó el respaldo ofensivo para que los Medias Rojas ganasen 4-1. El 15 de junio los Medias Rojas llegaron perdiendo 7-4 al cierre del octavo inning cuando Tim Blackwell logró un sencillo de piernas bueno para impulsar dos carreras la última en las piernas de Dwight Evans quien aprovechó que los Reales dejaron desguarnecido el plato para determinar la victoria 8-7.
En la antesala o esquina caliente Boston contaba con Rico Petrocelli uno de dos sobrevivientes, por este inicio de temporada de 1975 tres con Tony Conigliaro, del equipo del Sueño Imposible, los Muchachos Cardíacos de Dick Williams de 1967. Desde 1971 había hecho la transición desde el campocorto para hacerle espacio al recién adquirido Luis Aparicio. En principio sería titular indiscutible, aunque en cierto momento Bob Heise, quien fue adquirido de los Angelinos de California a cambio de Tommy Harper en otro movimiento de Dick O’Connell, pareció adueñarse de la titularidad. Petrocelli sufría de dolores de cabeza, vértigo, dificultades de oído interno. Solo bateaba .241, cuatro jonrones y 44 carreras empujadas. Algunos pensaron si había llegado el fin de su carrera, fue colocado en la lista de incapacitados. Y Bob Heise fue nombrado tercera base. El seis de julio Heise empujó tres carreras para liderar a los Medias Rojas a un triunfo 5-3 en el primero de una doble tanda ante los Indios de Cleveland. Ese fue el mejor juego de la temporada para Heise quien en ambos desafíos bateó de 7-4 con cinco: Bill Lee abrió y ganó su décimo juego para detener una seguidilla de cuatros perdidos en fila y dejar a Boston en el primer lugar del este de la Liga Americana por un juego, luego que Milwaukee perdiera un doble juego en Detroit. Heise largó otros tres imparables el 11 de julio ante los Rangers de Texas para ayudar a vencerlos 11-8, bateaba de 25-10 en sus últimos siete juegos. Jim Burton se apuntó su primer triunfo en grandes ligas.
Petrocelli regresó a la alineación en septiembre, el seis participó de la felpa de Boston ante Milwaukee 20-6; despachó cuatro imparables incluyendo cuadrangular de tres carreras. El 13 Petrocelli y Doug Griffin salieron de sus sequía de bateo para ayudar a Boston a ganar 6-3 ante Milwaukee. El 16 Petrocelli y Carlton Fisk descargaron jonrones ante Jim Palmer y Luis Tiant venció a los Orioles 2-0 para evitar la barrida de los oropéndolas.
El 16 de abril Rick Wise empezó a tranquilizar a quienes pensaban que Boston había regalado a Reggie Smith a los Cardenales de San Luis, ese día el pitcher derecho se apuntó una victoria 4-2 sobre los Yankees en Shea Stadium, en nueve episodios permitió nueve imparables, recetó cinco ponches y concedió dos boletos. Fred Lynn colaboró con dos vuelacercas y Carl Yastrzemski despachó otro.
El 9 de mayo Rick Wise lanzó su cuarto juego completo en seis aperturas y ganó por tercera vez en cinco decisiones al vencer 5-3 a los Angelinos de California en lo que significaba la sexta victoria seguida de los Medias Rojas. En nueve episodios Wise aceptó tres imparables, concedió dos boletos y ponchó siete. La buena defensa y el coraje respaldaron un triunfo en el cual también destacó Rick Burleson con tres imparables y dos brillantes jugadas defensivas.
Alfonso L. Tusa C. 04 abril 2025. ©
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