Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
miércoles, 28 de mayo de 2025
Cuando Charlie Lau fue manager de los Tiburones de La Guaira en la temporada 1971-72 en la LVBP.
El dueño de los Tiburones, Pedro Padrón Panza, no escatimaba esfuerzos ni recursos para conseguir los mejores jugadores y entrenadores para su equipo. Los escualos venían de ser campeones en la campaña 1970-71, y ante la imposibilidad de que ninguno de los dos managers que ejercieron en esa temporada repitiesen en sus acciones, el señor Padrón se las ingenió para traer como dirigente a Charles Lau, un afamado instructor de bateo de la organización de los Reales de Kansas City que tuvo mucho que ver con la mejoría ofensiva de peloteros como Hal McRae, George Brett, John Mayberry, Amos Otis, etc., quienes se convirtieron en el núcleo de los equipos que lograron tres títulos divisionales seguidos para Kansas City entre 1976 y 1978. Para ese momento Lou Piniella aún estaba con los Reales, traer a Lau como manager, permitió que Piniella viniera a LVBP y jugara por unas semanas con los Tiburones.
En un juego donde los Navegantes del Magallanes, quienes venían de disputar la serie final de la temporada 1970-71 ante La Guaira, visitaron a los escualos en el estadio de la Universidad Central de Venezuela, hacia finales de octubre de 1971, llamó mucho la atención que el equipo de casa, como de costumbre saltó al terreno para escuchar las notas del himno nacional cada cual en sus posiciones, solo que el montículo estaba vacío, muchos miraron extrañados hacia el bullpen de la derecha, por lo general para ese momento ya el pitcher abridor ha terminado su calentamiento, en efecto, el bullpen estaba vacío. Cuando terminaron de sonar las notas marciales del “Gloria al bravo pueblo…”, un hombre corpulento terminaba de hacerle indicaciones a un tipo de cierta contextura que no dejaba de frotar su guante con ambas manos. Charlie Lau, quería aclarar todas las probables situaciones del juego con su abridor, Aurelio Monteagudo asentía. Cuando el árbitro principal se acerca a las escaleras del dugout, Lau dio una palmada en el hombro de Monteagudo y este trotó hacia el montículo. Ese día hubo un gran duelo de pitcheo entre Monteagudo y Jorge Lauzerique.
Luego aquella mañana dominical de mediados de noviembre de 1971, Lau pasó unos veinte minutos en el bullpen conversando primero con Luis Tiant, observando su mecánica, sus movimientos, la manera como agarraba la pelota, la manera como la soltaba, luego le pidió la mascota a Paul Casanova y recibió varios envíos a distintas distancias, y hasta pidió la presencia de un bateador derecho y luego de uno zurdo, quienes inclusive hicieron swing a varios lanzamientos, en ciertas oportunidades Lau se levantaba e iba a conversar con Tiant, antes del próximo lanzamiento rompía la mecánica y simulaba que lanzaba a primera base, o a segunda. Luego cuando comenzó el juego y Tiant empezó a tejer su joya, Lau estaba sentado en un extremo del banco, a medida que avanzaron los innings, Lau se sentaba más próximo a Tiant y no permitía que nadie se le acercara. Cuando salió para el noveno inning Lau siguió a Tiant hasta las escaleras y aplaudió tres veces.
Esa temporada La Guaira llegó igualada en el tercer lugar de la clasificación con Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes. Jugaron una jornada de desempate y los Tiburones vencieron a los Leones para acceder a la ronda semifinal. En esa semifinal vencieron a las Águilas del Zulia en siete juegos. La Guaira logró regresar luego de estar abajo en la serie para ganar los últimos dos juegos como visitantes en Maracaibo, con pitcheo de Rob Gardner, relevado por Luis Tiant para lograr una victoria 4-2, con la cual igualaron la serie. Luego en el juego decisivo Jim Rooker blanqueó a las Águilas 3-0. En la final dominaban a los Tigres de Aragua tres juegos a uno, cuando los felinos iniciaron una remontada que los llevó al campeonato. Charlie Lau había batallado con su equipo hasta la última instancia.
Alfonso L. Tusa C. 28 de diciembre de 2020.
Fuentes y Referencias.
__Gutiérrez Fontiveros. Finales y semifinales de la LVBP. Liga venezolana de Beisbol Profesional. Caracas, 2006. Pp 14-15, 67-68
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Queback. (Otra remembranza de Santiago).
Así era como más o menos sonaba aquel término que inventamos con Santiago aquella mañana en la trilla de secado de café y maíz en la hacie...
-
Bruce Markusen. Los trabajadores del Salón de la Fama también son aficionados al beisbol y les gusta compartir sus historias. Aquí e...
-
Los sábados de quinto grado eran de hacer temprano las tareas para el hogar, ordenar el cuarto y luego ir a tocarle la puerta a Alberi, de...
-
A partir de la esquina del Doctor Ortíz, apretábamos el paso. Santiago tomaba dos pasos y una zancada casi rozando la baranda de los ja...
No hay comentarios:
Publicar un comentario