Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
domingo, 10 de agosto de 2025
A diez lustros de un juego sin hits ni carreras que resultó toda una revancha para Don Wilson.
No-Hitters. Rich Westcott, Allen Lewis. McFarland. 2000. 249-250 p.
Astros de Houston 4 – Rojos de Cincinnati 0. 1 de mayo de 1969
Si alguna vez existió un juego de revancha, ese fue el que Don Wilson lanzó el 1 de mayo de 1969, contra los Rojos de Cincinnati en Crosley Field. Por una razón, los Astros de Houston, ocupantes del sexto lugar en la división oeste de la Liga Nacional habían sido dejados sin hits ni carreras el día anterior por Jim Maloney, pitcher de los Rojos de Cincinnati ubicados en el cuarto lugar. Por otro lado, estos dos equipos del oeste de la Liga Nacional eran rivales acérrimos. Había una antipatía mutua entre Wilson y los Rojos.
En julio de la temporada anterior, Wilson había igualado una marca de ligas mayores al ponchar 18 bateadores de los Rojos en un juego. También había abanicado a 16 Rojos en otro juego de 1968. Entonces, nueve días antes de este juego ante los Rojos, Wilson y los Astros habían sido humillados por Cincinnati. Los Rojos no solo vapulearon 14-0 a Houston, se divirtieron a costa de ellos y se esmeraron en avergonzarlos.
En su próxima apertura, Wilson perdió una ventaja de 4-0, fue bateado por los Gigantes de San Francisco.
Con todo eso punzando en su mente, Wilson tenía una actitud de molestia cuando subió al montículo con marca de 1-3 para a enfrentar a Jim Merritt ante una escasa multitud de 4.042 aficionados. El derecho de 24 años de edad buscaba tomar revancha.
Y revancha fue lo que obtuvo. Se valió principalmente de su amolada recta para dominar a la poderosa alineación de los Rojos hasta el punto de no permitirles ni un imparable. Fue la segunda vez en la historia de las grandes ligas que los lanzadores de equipos contrarios habían lanzado juegos sin hits ni carreras uno detrás del otro, también fue el segundo no hit no run en la carrera de Wilson.
Wilson recetó 13 ponches. Estuvo muy descontrolado, concedió seis boletos y golpeó a un bateador. Los Rojos le batearon seis elevados a los jardines. Hubo cuatro innings cuando ponchó a dos bateadores y en tres oportunidades retiró el inning sin que nadie se embasara.
En los últimos dos innings, Wilson llevó a seis bateadores a la cuenta de tres y dos.
Todo comenzó bien para Wilson, al pochar a Pete Rose y Bobby Tolan y dominar a Alex Johnson con rodado a tercera base. En el segundo inning, Wilson caminó a Johnny Bench luego de un out, pero luego que Bench estafara la intermedia, ponchó a Fred Whitfield y a Tommy Helms.
Despues de retirar en orden el tercer y cuarto episodios y de ser golpeado por un envío de Merritt en el tercero, Wilson golpeó a Bench con un pelotazo para iniciar el quinto inning. Los Rojos reclamaron que el golpe no había sido accidental porque Bench había sido uno de los que más había hecho molestar a Wilson en la paliza de 14-0. Sin embargo Whitfield y Don Chaney se poncharon alrededor del elevado de Helms al jardín central.
En el sexto inning, Wilson caminó a Rose luego de un out, pero obligó a Tolan a elevar al cuadro y a Johnson a levantar la pelota hacia el jardín central. Whitfield negoció boleto luego de dos outs en el séptimo inning, pero Helms abanicó.
En el octavo inning, Wilson llevó a los tres primeros bateadores a cuenta de 3 y 2. Caminó al emergente Jimmy Stewart para iniciar el inning, luego ponchó a otro emergente, Jim Beauchamp. Rose siguió con boleto luego de batear de foul tres veces en conteo de 3 y 2, uno de los cuales fue un elevado que se le cayó al catcher Don Bryant. Entonces los Rojos conectaron sus batazos más sólidos del juego, pero ambos resultaron outs, Tolan con línea hacia la derecha y Johnson con elevado profundo al centro.
Aunque nuevamente llevó a los tres primeros bateadores al conteo de 3 y 2, Wilson no tuvo tantas dificultades en el noveno inning. Ponchó a Tany Perez y dominó a Bench con elevado a manos de Jimmy Wynn en el jardín central. Whitfield caminó, pero el juego terminó cuando Helms bateó un elevado a manos del tercera base Doug Rader.
El cuadrangular solitario de Rader para abrir el cuarto inning, suministró la carrera que necesitaba Wilson para ganar. Los Astros marcaron dos rayitas más en el quinto con boleto a Joe Morgan, sencillo de Wynn y doblete impulsor de dos carreras de Dennis Menke. Curt Blefary despachó triple y anotó con elevado de sacrificio de Wilson en el octavo en lo que fue la carrera final de los Rojos.
Wilson avanzó varios pasos hacia el dugout de los Rojos después del juego, pero fue desviado por sus jubilosos compañeros. Para él fue una dulce revancha. Esa temporada tuvo marca de 16-12.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 21 de abril de 2019.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Conversación acerca de Tony Conigliaro
Bruce Markusen. The Hard Ball Times. 17-02-2012. Ha habido pocas tragedias como la de Tony Conigliaro. A la edad de 22 años, él ya había...

-
Bruce Markusen. Los trabajadores del Salón de la Fama también son aficionados al beisbol y les gusta compartir sus historias. Aquí e...
-
Los sábados de quinto grado eran de hacer temprano las tareas para el hogar, ordenar el cuarto y luego ir a tocarle la puerta a Alberi, de...
-
A partir de la esquina del Doctor Ortíz, apretábamos el paso. Santiago tomaba dos pasos y una zancada casi rozando la baranda de los ja...
No hay comentarios:
Publicar un comentario