domingo, 7 de septiembre de 2025

…con Walt Williams. (I)

Por Mark Liptak.
Él no era muy alto. Sin embargo su corazón era tan grande como el de un hombre de mayor estatura. Ese corazón y su actitud de siempre entregar lo mejor de sí fueron las razones por las que Walt Williams fue capaz de labrarse una sólida carrera de diez años en las Grandes Ligas, seis de las cuales vistió el uniforme de los Medias Blancas de Chicago. Él fue parte de dos de los equipos más conocidos en la historia de la franquicia, los Medias Blancas de 1967 que estuvieron muy cerca del banderín y los Medias Blancas de “fuera de la casa hasta la azotea” de 1972. (Nota del autor: El segundo equipo fue llamado así por el jardinero de los Medias Blancas Rick Reichardt quién preguntó si iban a estar ‘fuera de la casa o en la azotea’ en una entrevista. Él también fue uno de los mejores peloteros de aquellos equipos que tuvieron unos de los peores años de la historia de la franquicia durante el período desde 1968 hasta 1970. Williams era muy querido por los aficionados de los Medias Blancas que se identificaban con sus ganas de fajarse y su empeño en ser grande. Su estilo no era un acto; él era la versión de Pete Rose de la Liga Americana. Williams corría hacia primera base cuando recibía un boleto, corría hacía su posición en los jardines, corría desde su posición de vuelta al dugout, corría cuando bateaba el más inofensivo roletazo, con cada elevadito. Jugaba cada juego como si fuese el último y lo hacía con tal dedicación que eso impresionaba a los aficionados de los Medias Blancas que a menudo tenían que trabajar muy duro para vivir. Ellos se identificaban con Williams y su lucha por llegar a las Grandes Ligas, ni hablar de mantenerse allí. Tuve la oportunidad de conversar de beisbol con Walt en febrero…la época del año cuando los peloteros, managers y coaches se preparan para dirigirse al entrenamiento primaveral y los aficionados empiezan a contar los días hasta la inauguración. Walt vive en Texas y ha estado ocupado; es un golfista empedernido, juga prácticamente cada mañana antes de ir a trabajar en las tardes como gerente del centro de recreación de Brownwood, Texas. La vida es buena para el hombre a quién el narrador de los Medias Blancas inquilino del Salón de la Fama, Bob Elson, solía llamar con respeto “pequeño Walter…”
ML: Walt jugaste algunos juegos con Houston, fuiste cambiado a los Cardenales y nunca jugaste un juego en Grandes Ligas con ellos. Entonces fuiste cambiado a los Medias Blancas antes de la temporada de 1967. Cuéntame de tu reacción a ese cambio. (Nota del autor: Williams y el pitcher Don Dennis llegaron a los Medias Blancas por el cátcher Johnny Romano y el pelotero de ligas menores Lee White). WW: “Recuerdo vagamente oir acerca del cambio cuando estaba en mi apartamento. No me importaba a donde me iban a enviar, porque los Cardenales tenían tipos como Lou Brock y Curt Flood en los jardines y yo no tenía ninguna oportunidad ahí. Estaba buscando una oportunidad como la de los Medias Blancas. Sabía que ellos necesitaban algunos jardineros y sentía que la manera como yo jugaba podría darme la oportunidad de hacer el equipo. ML: Obviamente hiciste algo bien en ese entrenamiento primaveral porque el manager Eddie Stanky te tenía en la nómina del día inaugural a pesar del hecho de que tenías muy poca experiencia en Grandes Ligas. ¿Qué hiciste para impresionarlo? WW: “Estar alrededor de Eddie fue como una bendición para mí. Pienso que lo que ocurrió fue que el jugó el juego como yo lo hacía. Él fue un pelotero fajador, un tipo que hacía todod lo que podía para ganar un juego y pienso que vio las mismas cosas en mí. Me gustaba hablar con él sobre el juego; el me enseñó sobre el beisbol…el fue la primera persona que se tomó el tiempo para hacer eso. Me colocó en el lugar adecuado y me permitió sacar lo mejor de mis habilidades”. “Cuando yo crecía en San Francisco nunca pensé que tendría la oportunidad de establecerme en el juego, el beisbol no era mi deporte favorito cuando era niño. Lo jugaba porque era lo que había que hacer en ese momento. Crecí pobre, era el más pequeño de nueve hermanos, no tuve un padre mientras crecía y tenía que competir por todo lo que conseguía. Era igual cuando jugaba. Para quien fuese que trabajara yo le iba a dar el 100 % de mi mejor esfuerzo…asi es como era cuando yo jugaba y todavía soy así”.
ML: He oído muchas cosas acerca de Eddie. Ed Herrmann me dijo que el pensaba que Eddie le costó el banderín a los Medias Blancas en 1967, Gary Peters dijo que nunca había tenido problemas con él y le gustaba jugar para él. Parecía ser un tipo complejo…¿Cómo era jugar para él? WW: “Puedo entender a lo que se refería Ed con su comentario. Los Medias Blancas hicieron cambios para traer tipos como Rocky Colavito, Jim King y Kenny Boyer y cuando eso ocurrió, tipos como Ed Stroud y yo fuimos enviados a la banca. Los Medias Blancas quería más poder pero los tipos que sentaron, Stroud y yo estábamos bateando muy bien. Éramos la ignición de la ofensiva, nos quitaron el bate de las manos y pareció que no jugamos tan bien después. (Nota del autor: Stroud bateaba .296 a medio tiempo cuando fue cambiado en junio por King)”. Luego de decir eso, sin embargo, Stanky era un genio en conseguir sacar lo mejor de sus jugadores y siempre estaba un paso o dos, o un inning o dos, por delante de los otros managers. Él me enseñó el juego como ningún manager lo hizo”. ML: Esa temporada fue muy surrealista para los aficionados de los Medias Blancas. A pesar de no tener mucha ofensiva el equipo estuvo ahí hasta la semana final cuando todo se vino abajo en Kansas City y después cuando recibieron a los Senadores. Haber perdido ese doble juego ante los Atléticos pareció desinflar el equipo. ¿Recuerdas aquella noche y lo que ocurrió? (Nota del autor: Los Medias Blancas sufrieron un desastroso doble revés con marcadores 5-2 y 4-0. En ambos juegos los Medias Blancas cometieron tres errores y solo consiguieron un total de siete imparables. Gary Peters salió derrotado en el primer juego a pesar de ponchar diez en 5.2 episodios. Solo permitió una carrera limpia. Joe Horlen permitió tres carreras en seis innings de trabajo en el segundo juego. También salió derrotado). WW: No soy un tipo a quién le guste dar excusas y no debería decir esto pero es una entrevista, así que lo haré. Recuerdo la práctica de bateo de esa noche en Kansas City, los muchachos me parecían confiados en exceso. Hacían swing y corrían a primera base con el bate en la mano…cosas como esa. No teníamos hambre. Tienes que tener ese deseo de ganar cada juego, no lo teníamos y ellos nos embistieron.
ML: Walt ¿qué tan difícil es jugar bajo ese tipo de presión? Había mucho en juego esa semana final, ¿Cómo mantuviste tu normalidad? WW: “Gary Peters me ayudó a mantener la normalidad durante ese período. Recuerdo un juego contra Detroit, ganábamos por una carrera y ellos tenían dos corredores en base con dos outs. Alguien bateó un elevado hacia mí y se me cayó la pelota, anotaron dos carreras y se fueron adelante. Estoy sentado en el dugout con la cabeza en las manos cuando Peters me da una palmada en la espalda y me dice que no me preocupe por eso. Él dijo, y siempre le estaré agradecido por eso, que sabía que yo era el tipo de pelotero que siempre daba el 100%, y que si él iba a perder el juego, era porque así son las cosas. Para hacer la historia corta, yo bateé un jonrón para ganar el juego. Todavía recuerdo a Gary venir hacia mí, era un buen compañero y un gran, gran pitcher”. ML: ¿Todavía piensas en lo cerca que estuviste de una Serie Mundial? ¿Te molesta eso? WW: “De verdad, no. No pienso mucho en eso. Siempre pensé que desde que me movieron a la banca cuando trajeron esos otros tipos, no había nada que pudiera hacer. Cuando jugaba, yo daba todo lo que podía pero no jugué en todo ese tiempo, ¿qué podía hacer? (Nota del autor: En ese doble juego perdido ante los Atléticos, Williams solo tomo un turno al bate como emergente. En los tres juegos de la serie ante Washington solo bateó dos veces en un juego)”. ML: Luego de esa temporada de 1967 los Medias Blancas pasaron por los peores tres años en la historia de la franquicia. Perdieron 295 juegos en ese período, había rumores de mudanza a Milwaukee, y los aficionados no aparecían o les importaba. Fueron momentos caóticos, pero no para ti, parecía que estabas evolucionando como pelotero. Bateaste .304 en 1969 por ejemplo y te estableciste como un grandeliga “legítimo”. WW: “Nunca entendí los detalles del juego, solo jugaba. Mientras crecía, siempre pensaba que era tan buen pelotero como cualquier otro y cuando alguien decía ‘él es muy pequeño’ o ‘él no puede batear’, lo tomaba como un reto. Siempre sentí que podía batear, tenía uno de los bates más rápidos y le puedes preguntar a los pitchers derechos más difíciles que enfrenté, como Nolan Ryan y él te dirá la misma cosa. Cuando yo bateaba para .300, honestamente me decía, ‘Debería estar bateando .400”.
ML: Me parece que era justo que después que batearas .300 tuvieras una disputa contractual con el entonces gerente general de los Medias Blancas Ed Short. Cuéntame acerca de eso. WW: “Yo era el tipo de pelotero que cuando el equipo me enviaba un contrato lo firmaba de inmediato. Nunca quería tener problemas. Luego que bateé .300 hablé con Jertome Holtzman del SunTimes y me preguntó cuanto estaba ganando. Cuando, le dije, no lo creyó; pensó que estaba bromeando. Cuando se dio cuenta que no estaba bromeando me dijo que yo debía estar ganando lo que otros tipos que bateaban .300 ganaban y hablamos de lo que yo debía hacer cuando los Medias Blancas me enviaran mi contrato”. “Yo ganaba 12 mil y los Medias Blancas me ofrecían 14 mil. No firmé el contrato. Todos los demás firmaron y ahora en los periódicos tipos como Holtzman y Dave Nightingale escribían, ‘¿Por qué los Medias Blancas no pueden firmar a su único bateador de .300?’ “Ed Short me llamó a su oficina y me maldijo. Me dijo cosas que no se pueden decir hoy y para ser honesto, cuando salí de esa reunión estaba llorando pero le dije que quería el 100% de aumento sobre lo que ganaba. Finalmente Short dijo que yo tenía una alternativa. Podía tomar la oferta de los Medias Blancas de 14 mil o podía tener mi aumento del 100% pero me prometió que yo no jugaría mucho, tal vez una vez a la semana contra un pitcher derecho difícil y que la próxima temporada me recortaría la máxima cantidad, la cual para la época era 20%”. “Le dije que quería 100% de aumento. Él dijo bien, firmé el contrato y no jugué mucho, no estuve en la alineación mucho y fue un año desagradable”. (Nota del autor: En 1970 Walt bateó .251 en 315 turnos al bate. En 1969 bateó .304 en 471 turnos al bate. Short nunca tuvo la oportunidad de rebajar el salario de Williams en 1971 porque él junto a la mayoróa del personal de la oficina principal fue despedido en septiembre de 1970. En 1971 Walt bateó .294 jugando para el manager Chuck Tanner).
Continuará...

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