miércoles, 9 de octubre de 2024

Catorce de noviembre de 1971: Luis Tiant ajusta cuenta con Los Leones del Caracas.

La escena más punzante de aquella mañana dominical se produjo alrededor del mediodía cuando Tiant bajó del montículo del estadio de la UCV, cuando caminaba hacia el dugout de los Tiburones de La Guaira luego de concluir el cierre del octavo inning, Tiant miró hacia sus rivales y hacia los fanáticos caraquistas en la tribuna y en un gesto retador se pasó el índice derecho a través del cuello. Hasta ese momento no había permitido carreras ni imparables, se encontraba a tres outs de completar una de las grandes hazañas de un pitcher. En pocas palabras aquello era una temeridad, por cuanto en el cierre del noveno inning debería enfrentar a Cesar Tovar y Victor Davalillo, solo que el resquemor de Tiant con la directiva de los Leones era tan grande que rezumaba mucha seguridad en sus gestos y pasos. Luis Tiant había sido uno de los mejores pitchers extranjeros en la Liga Venezolana de Beisbol profesional de temporadas resaltantes con los Leones del Caracas en las campañas de 1966-67 y 1967-68 cuando contribuyó al bicampeonato de los melenudos. En la primera tuvo marca de 12-6 en 157.1 innings lanzados con efectividad de 1.83. En la segunda dejó registros de 6-5 en 87 innings con 1.34 de efectividad. En la serie final ante los Tiburones de La Guaira en enero de 1967, Tiant se acreditó dos de los tres triunfos del campeonato con sendos juegos completos y en el juego decisivo terminó lanzando los dos últimos episodios. Entonces la gerencia del Caracas decidió contratar a Tiant para la parte final de la temporada 1970-71, el lanzador derecho estaba recuperándose de una lesión en el brazo de lanzar, y los directivos melenudos tenían esperanzas en que Tiant regresara a sus mejores actuaciones en LVBP . En la temporada regular tuvo marca de 2-1, con 3.09 de efectividad en 38 innings.
Aquella mañana dominical del 14 de noviembre de 1971, Tiant mezcló con maestría su aun respetable recta con una variedad de lanzamientos en curva; además fue respaldado por la defensiva de sus compañeros y de si mismo al tomar dos batazos de cuidado por el montículo. Los pasos firmes desde el dugout, los movimientos en semicírculo alrededor del montículo al recibir la pelota de receptor Jim Hutto, la mirada profunda incrustada en algún punto del dugout caraquista mostraban que Tiant tenía entre ceja y ceja saldar la afrenta a que lo había sometido la directiva del Caracas cuando decidió no reservar su ficha para la siguiente temporada. Los caraquistas y también los guairistas tenían muy fresco el recuerdo el episodio del tercer juego de la serie semifinal entre Leones y Tiburones de la temporada 1970-71. El novato Robert Marcano bateando de emergente en las instancias decisivas del juego descargó un sonoro cuadrangular ante Tiant para decretar la clasificación de los Tiburones de La Guaira a la serie final y la eliminación de los Leones del Caracas, al barrerlos en tres juegos. Ese fue el verdadero punto de quiebre de la gerencia caraquista con Tiant, asumieron que no se iba a recuperar de la lesión en el hombro de lanzar y optaron por dejarlo libre. La intensidad y la maestría con las cuales Tiant retiraba en orden a los bateadores de los Leones del Caracas, hacia rememorar al locutor radiofónico varias actuaciones impactantes de pitcher cubano: como aquel duelo ante su coterráneo Orlando Peña en el séptimo juego de la final de la temporada 1963-64, se fajaron por espacio de 10 episodios, al final Peña y el Caracas ganaron el juego y el campeonato ante Tiant y el Valencia Industriales. O como cuando debutó en la Grandes Ligas en 1964 para lanzar un blanqueo ante los Yankees de Nueva York donde solo aceptó cuatro imparables. O cuando lanzó cuatro blanqueos seguidos con los Indios de Cleveland en 1966. Luego vino su gran temporada de 1968 cuando alteró su movimiento de pitcheo al crear una pausa, lideró la Liga Americana en efectividad con 1.60, 9 blanqueos y 5.3 imparables por cada nueve innings, mientras ponchaba más de un bateador por inning y terminaba con marca de 21-9. El único obstáculo entre Tiant y el juego perfecto fue el inicialista Joe Lis quien le negocio boleto en par de ocasiones. De inmediato el pitcher se recomponía para continuar su dominio ante la alineación caraquista. En el tercer episodio, luego de dos outs, su rival en el montículo, Barry Lersch despachó línea bajita intensa hacia la raya de tercera base que Robert Marcano tomó con la malla del guante. El joven que había descargado aquel dramático cuadrangular que significó su salida definitiva de los Leones del Caracas, ahora estaba en la misma acera de Tiant y en esa ocasión también sacó la pelota del parque, un bambinazo solitario formó parte del apoyo de tres carreras aportado por la ofensiva guairista. En el séptimo inning, el peligroso bateador Victor Davalillo rechinó una línea trepidante que capturó de frente el jardinero derecho Antonio Pipo Correa. En el sexto inning, el propio Lersch había conectado un lineazo que de no ser atrapado por Tiant hubiese trascendido imparable al jardín central.
La manera como Tiant se recompuso, se ajustó, se reinventó luego de la lesión en el hombro, tal vez tenga su mejor ilustración en el cuarto juego de la Serie Mundial de 1975. Entonces no disponía de sus mejores envíos, sin embargo se reinventó para lanzar el juego completo y apuntarse la victoria 5-4 ante los Rojos de Cincinnati. A partir del quinto inning se las ingenió para dominar a Pete Rose, Johnny Bench, Ken Griffey Sr., Joe Morgan, Tany Pérez y toda la gran maquinaria roja y mantenerlos en blanco hasta completar el out 27 y acreditarse la victoria con que los Medias Rojas de Boston igualaban la serie a dos triunfos por bando. Cada vez ajustaba y perfeccionaba aquel desesperante movimiento de bajar el guante de manera escalonada desde la parte superior del tórax hasta la cintura mientras observaba las señas del receptor, luego venía la pausa de dar la espalda al plato para empezar a levantar la pierna izquierda y completar el wind up. Al completar el out 27 sus compañeros corrieron hacia el montículo pero el fue más rápido y corrió hacia el dugout, le tenía miedo a las aglomeraciones y más si estaba sudado. En el noveno inning, Cesar Tovar bateó un roletazo candente por el montículo hacia la zona izquierda del montículo que Tiant logró dominar y retiró a Tovar en la inicial. Mientras enfrentaba a Victor Davalillo con la expectativa del juego sin hits ni carrera en el ambiente, Tiant ampliaba la pausa entre sus envíos, estiraba aún más el movimiento de dar la espalda al plato. En ese momento el silencio del estadio se magnificaba. Davalillo terminó conectando rodado hacia la inicial y finalmente Tiant completaba su joya de pitcheo, la revancha ante el Caracas estaba saldada, les había demostrado que no estaba acabado, que ahora era cuando había Luis Tiant para rato. Sus compañeros se arremolinaron a su alrededor y lo felicitaron a mitad de camino hacia el dugout . En esa temporada 1971-72, Luis Tiant dejó marca de 7-5, con 2.35 de efectividad en 122.2 innings lanzados. En la serie semifinal ante las Águilas del Zulia tuvo marca de 0-1, con efectividad de 1.54 en 11.2 innings lanzados. Perdió el cuarto juego 2-0, y se apuntó juego salvado en sexto desafío cuando La Guaira ganó 4-2, juego que ganó Rob Gardner.
Alfonso L. Tusa C. 12 de agosto de 2021. ©

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