Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
martes, 8 de octubre de 2024
Frequency (Frecuencia)
Esta película de los años de 1990s, protagonizada por Jim Caviezel y Dennis Quaid me heló los huesos, como la mayoría de las que tratan el tema de la conexión con el pasado mediante distintos subterfugios. Además de contar con el beisbol como trasfondo, existe una intriga que empieza a ramificarse mediante un aparato de radioaficionado que encuentra el personaje de Caviezel entre las pertenencias de su padre (Quaid). El radio termina convirtiéndose en la siempre hipnotizante máquina del tiempo con la cual el hijo establece contacto con el padre. Una marca de madera quemada sobre el escritorio es la señal que determina la factibilidad de la comunicación. El miedo y la euforia se mezclan en la cara del hijo. La sustancia de la ilusión es la única que se puede olfatear en una película, más cuando se trata de una parte del pasado que coincide con nuestra infancia. Los Milagrosos Mets de Nueva York, 1969, y una serie de asesinatos de esa época que trascienden conforman un entorno atrayente.
En la actualidad de los 1990s, el protagonista se había convertido en policía, tal vez una manera de emular a su padre que fue bombero y había fallecido en un incendio. Su madre aún vivía y compartía mucho con ella. Trataba de sumergirse en el trabajo la mayor parte del tiempo, solo guardaba unos momentos para visitar a su madre, pero no tardaba mucho tiempo porque al ver la fotografía de su padre recordaba el incendio en el que este había fallecido. En medio de esa obsesión laboral se entera de la aparición de varios restos mortales de las víctimas de un asesino serial que databan de 1969. Empieza a investigar los detalles de la serie de asesinatos hasta dar con la identidad y los rasgos físicos del perpetrador. A través de la revisión hemerográficas se detenía por instantes ante la secuencia de los triunfos milagrosos de los Mets en la Serie Mundial, la gesta de Gil Hodges, Tom Seaver, Tommie Agee entre otros. Desde que escuchó aquella voz entrecortada en el aparato de radio aficionado su vida y trabajo cambiaron.
Se quedó mirando el micrófono cuando escuchó aquella voz que recordaba de su infancia: ¨Campeón, soy yo, tu papá¨. Un caleidoscopio de imágenes cruza la mirada del hombre que por momento vuelve a ser niño y sale a aprender a manejar bicicleta y a jugar pelota con su padre, galvaniza en todos quienes vivieron esos momentos en la niñez. Le contó los pormenores del incendio donde había fenecido, hubo un silencio entrecortado por asomos de suspiros y sollozos ahogados. Sabía que los Mets habían ganado la Serie Mundial en 1969, pero no recordaba los detalles, estuvo tentado a revisar las páginas deportivas para profundizar los detalles, pero la secuencia de los hallazgos de restos óseos de las víctimas ocupaba todo su tiempo. La gesta de los Milagrosos, aquel juegazo en extrainning de Tom Seaver, las dos atrapadas de Tommie Agee en el jardín central y otro episodio más pintoresco pero igual de crucial en una jugada en el plato serían esenciales en la investigación policial.
El policía hablaba muy rápido frente al micrófono de radioaficionado, casi tumbaba la mesa y junto con ella el aparato de radio. Quería saber muchas cosas a la vez, lo que su padre recordaba del incendio, los lugares que frecuentaba, las conversaciones con su mamá. A medida que recopilaba información el policía empezó a actuar, a darle información al padre, cuando se acercaba el día del incendio le dio los detalles por los cuales se había producido el accidente y entonces el padre tomo precauciones en consecuencia y logró salvar la vida, sin embargo esos cambios en la historia trajeron otros resultados rudos, su madre había desaparecido, había dejado de visitarlo en el presente, su padre le confirmó que ella había muerto también víctima del asesino serial. Esto lo hizo intensificar su investigación hasta encontrar los detalles de cómo había sido el asesinato, y al contarle a su padre este logró llegar a tiempo para ahuyentar al asesino. Sin embargo Ese dolor le hizo reflexionar y disecó cada asesinato.
Empezó por darle a su padre la dirección, hora y fecha donde el criminal mataría a otra de sus víctimas. La prueba que eligieron para probar que lo que decía era cierto, al informar a la policía, fueron los juegos de la Serie Mundial. Un sargento de la policía que había conocido al padre era el primer incrédulo de las predicciones que le llevaba el personaje de Caviezel, este estaba tan angustiado y molesto que hasta le contó los detalles del episodio de Cleon James y la pelota manchada de betún para demostrar que la pelota le había golpeado en el zapato. El sargento se quedó mirando al policía con mirada adusta, estuvo apunto de regañarlo y hasta amonestarlo. En 1969 el mismo sargento arrestó al padre por seguir al criminal sin tener el requerido justificativo y hasta lo detuvo, solo la intervención de la madre (con lo cual comprobó que le había devuelto la vida con lo que había ajustado en su investigación) logró que el sargento lo liberase. Para ese momento el tipo había visto el incidente del juego.
Se quedó congelado cuando veía a Cleon Jones mostrarle al árbitro la pelota manchada de betún. Entonces varios clic sonaron en su cabeza. El sargento empezó a investigar por su cuenta, a indagar, a buscar las direcciones de las víctimas hasta canalizar sus ideas y aplicar sus emociones, ¿Cómo no se había percatado de tantos detalles que afloraban en los expedientes? Entonces empezó a cambiar su actitud con el padre y la madre del personaje de Caviezel. Juntos empezaron a trazar el mapa para alcanzar a l asesino, lo tenían tan acorralado que el tipo fue a buscar al padre a su casa, este logró burlarlo por unos días. El hijo le dijo que le guardara algo en la casa en un sitio que el sabía había permanecido en el tiempo. Cuando registró en el fondo de un compartimiento en forma de baúl, encontró el objeto que le sirvió para denunciar y acusar al criminal al punto de ser objeto de una orden de captura formal, el tipo también perseguía al personaje de Caviezel en el presente.
La escena culminante ocurre cuando el perpetrador irrumpe en la casa en 1969 y a comienzos de los años 1990s, padre e hijo se dan señales mediante el radio, El niño corre al cuarto a avisarle a su madre que un hombre extraño está en la casa. En simultánea el malandro irrumpe en la misma casa pero en el presente y amenaza con estrangular al policía, frenado por los golpes que le asestaba el padre a veintitantos años de distancia. Cuando el criminal conecta varios impactos suidos y todo parece perdido, suena un disparo de escopeta y la mano del malandro desaparece cuando amenazaba con desfigurar al policía en el presente. Entonces la magia de la película hace que padre e hijo se encuentren en el presente. Van a jugar una caimanera de softbol con los amigos del padre quien corre en primera base y le grita a su hijo que lo lleve hasta el home (hogar) y este conecta un largo batazo que se convierte en jonrón.
Alfonso L. Tusa C. 04 de noviembre de 2022. ©
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