Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
viernes, 20 de diciembre de 2024
Larry Demery: Pitcher Fajador de Pittsburgh y Magallanes
La noticia emergió sigilosa entre las esquinas de las barajitas de Bruce Markusen archivadas en su página de redes sociales, Larry Demery aquel pitcher corajudo, de recta respetable y recursos notables había fallecido este martes 27 de febrero de 2024, de pronto se mezclaron varios lugares, distintos momentos cargados de emociones y expectativa. La tribuna central del estadio de la UCV abarrotada antes del grito de play ball a comienzos de noviembre de 1974, los Navegantes del Magallanes armados por el gerente deportivo Rubén Mijares en medio de aquellos acuerdos de trabajo establecidos con Piratas de Pittsburgh y Orioles de Baltimore, enfrentaban a sus eternos rivales y en el montículo. Con su presencia retadora y competitiva destacaba la figura de Demery observando las señas del cátcher y escarbando junto a la goma de lanzar, estrujaba la bolsa de pez rubia y la colocaba en plena pendiente del montículo. El portal de la casa del señor Nagib Jraije la tarde del sábado 11 de enero de 1975 cuando Demery volvió a enfrentar a los Leones del Caracas esta vez en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia en el inicio de la serie semifinal, allí compartimos junto a la hospitalidad del señor Nagib y los conocimientos del juego del señor Jorge Glenn, el inicio de aquella serie cargada de adrenalina en el terreno, la tribuna y las calles.
Mijares había confeccionado aquel equipo con Don Baylor en el jardín izquierdo, Dave Parker en el central y en el derecho terminó jugando Jim Holt. En tercera base estaba Dámaso Blanco, Bob Bailor en las paradas cortas, Rob Andrews jugaba como camarero y Gustavo Gil en la inicial. El receptor era Rick Stelmaszek y en el cuerpo de abridores destacaban Wayne Garland y Demery como el one-two que venía de jugar en grandes ligas con Baltimore y Pittsburgh respectivamente. También vinieron Doug Bair y Jim Sadowski; para el bullpen Mijares consiguió a Kent Tekulve y el experimentado Bob Veale, quienes compartieron labores con Manuel Sarmiento y Gregorio Machado. Otro pelotero que estuvo en la reserva de los Navegantes y en la postemporada se ganó la titularidad fue el panameño Omar Moreno. Desde que entraron en la rotación de abridores Garland y Demery fueron esperanza de altas posibilidades de triunfo para los Navegantes del Magallanes
Demery venía de su primera temporada con los Piratas de Pittsburgh, bajo la égida del manager Danny Murtaugh formó parte de un cuerpo de lanzadores conformado por Jerry Reuss, Bruce Kison, Ken Brett, Dave Giusti, Jim Rooker, Juan Pizarro entre otros. En la temporada de 1974 había tenido marca de 6 ganados y 6 perdidos, en 19 juegos y 95 innings lanzados su efectividad fue 4.25, con 51 ponches y 51 boletos. Ese año los Pìratas ganaron la división este de la Liga Nacional pero luego perdieron la serie campeonato ante los Dodgers de Los Angeles en 4 juegos. Demery actuó como relevista sin mayores en los juegos segundo y cuarto sin mayores logros. En 1975 actuó en 45 juegos y en 114 innings tuvo marca de 7-5 con efectividad de 2.90, concdió43 boletos y propinó 59 ponches. Los Piratas volvieron a ganar en el este de la Liga Nacional y en la serie de campeonato fueron barridos en tres encuentros por los Rojos de Cincinnati, Demery relevó sin pena ni gloria al abridor Ken Brett en el quinto inning del primer juego, Cincinnati ganó 8-3.
El ambiente de las tribunas en el juego de noviembre de 1974 hervía en expectativas con cada movimiento, cada gesto de acuerdo o desacuerdo con el cátcher que hacía Demery antes de pisar la caja de lanzar. La recta era potente y sacaba esquirlas de pólvora de la mascota de Stelmaszek, la curva parecía suspenderse en el aire y de pronto sorprendía al bateador al precipitar imperceptible sobre el plato En aquel equipo de los Leones del Caracas destacaban Victor Davalillo, Cesar Tovar, Antonio Armas, Jesús Marcano Trillo, ese atardecer sabatino Tom Buskey lanzaba las serpentinas por los melenudos. Fue un encuentro de muchas alternativas, cada equipo tomó la delantera al menos dos veces lo cual terminó de atizar el candelero de las tribunas. Esa temporada 1974-75, Larry Demery lanzó en nueve juegos, de los cuales completó cinco, ganó 6 juegos y perdió dos en 67.1 innings con efectividad de 2.14; recetó 31 ponches y concedió 17 boletos.
La mejor temporada de Larry Demery con los Piratas de Pittsburgh fue la de 1976. En 36 juegos dejó marca de 10 ganados y 7 perdidos, 15 aperturas, 4 juegos completos, un blanqueo y dos salvamentos; lanzó 145 innings con efectividad de 3.17, concedió 58 boletos y repartió 72 ponches. El dos de septiembre enfrentó a los Padres de San Diego en el Three Rivers Stadium, aunque tuvo algunos innings complicados, Demery se las ingenió para conseguir el dobleplay y los outs necesarios para mantener en blanco a los Padres, con el apoyo ofensivo de Willie Satrgell y Richie Hebner, Demery se apuntó la victoria con pizarra de 5-0. En nueve episodios permitió cinco imparables, concedió 4 boletos y ponchó a 5 bateadores. El 26 de septiembre Demery lanzó contra los Cachorros de Chicago y aunque retiró a los primeros 13 bateadores salió derrotado 1-0 al permitir jonrón a Rick Monday en el sexto inning. En 9 innings permitió tres imparables, concedió un boleto y ponchó seis. Steve Renko fue el pitcher ganador.
En su estilo de resiliencia y coraje, de fajarse con todo, Demery se las ingenió para atenuar y atravesar todas las intentonas de los Leones, cada vez que salía de algún cuello de botella intrincado la sirena tronaba ultrasónica justo desde encima del dugout de la tribuna derecha, y los magallaneros se paraban a aplaudir y darle gritos de apoyo al pitcher de cabellos ensortijados y piel oscura en sus pasos de regreso hacia el dugout. Magallanes llegó ganando 5-4 al cierre del noveno inning y las nueve de la noche parecían las dos de la tarde ante el calor desplegado por los cánticos y disputas de caraquistas y magallaneros. Cada vez que colgaba un out, Demery buscaba la bolsa de pez rubia y respiraba profundo detrás del montículo, luego llamaba a su cátcher y le decía algo. Cuando logró el out 27, Demery se tocó la visera de la gorra y miró hacia la oscuridad del firmamento, la sirena aderezaba la fiesta magallanera que burbujeaba desde la tribuna derecha hacia el resto del estadio.
Aquella tarde sabatina del 11 de enero de 1975, Larry Demery subió al morrito del José Bernardo Pérez, la sirena sonaba a toda vela desde la popa de la tribuna, la tensión apenas dejaba respirar a muchos en el estadio, se trataba del primer enfrentamiento directo en series de postemporada entre los eternos rivales. Se vislumbraba una serie muy disputada, equilibrada, de alta tensión y muchas alternativas. El eco de los envíos de Demery sobre la mascota de Rafael Cariel resonaba en los rincones más remotos de los jardines. Por los Leones empezó Pete Broberg y pronto fue castigado por la toletería magallanera, encabezada ese día por cuadrangular de Don Baylor el juego terminó 9-2 y en me dijo del jolgorio el señor Glenn me llamó aparte para decirme que no había que confiarse porque el Caracas tenía un equipo de mucho talento. Demery lanzó completo y aunque perdió el quinto juego de la serie 4-1 ante Bill Butler para que los leones pasaran adelante en la serie 3 juegos a dos; Magallanes se recuperó para ganar dos veces en Valencia con Garland y Sadowski. Demery tuvo marca de 1-1 en 14.2 innings con efectividad de 1.23.
En la serie final ante Tigres de Aragua, Demery abrió el primer juego y salió sin decisión al salir del juego en el séptimo inning perdiendo 2-1. En el cierre del noveno inning, Dave Parker largó vuelacercas de dos carreras para poner a su equipo adelante 3-2. Bob Veale se encargó de cerrar el noveno para apuntarse la victoria.
En la temporada de 1977, Demery tuvo marca de 6-5 con los Piratas de Pittsburgh en 39 juegos, 90 innings pitcheados y 5.08 de efectividad. Ese año debió retirarse debido a una lesión en el brazo de lanzar.
Larry Demery regresó con Magallanes en la temporada 1975-76, junto a Wayne Garland y Mike Flannagan también formó parte de esa rotación de abridores. Los Navegantes jugaron la serie semifinal ante Cardenales de Lara y mientras Flannagan ganaba sus dos juegos, Garland perdió los dos que abrió y Demery perdió el tercero 5-2 ante Dave Pagan y el sexto 4-2 ante Clarence Metzger. Esa temporada Demery dejó marca de 2-2 en 10 juegos y 63 innings con efectividad de 1.70, un registro que todavía permanece entre las diez mejores marcas de los Navegantes en una campaña.
Alfonso L. Tusa C. 03-03-2024. ©
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