domingo, 9 de marzo de 2025

Esquina de las Barajitas: 1975 Topps Bake McBride. Craig Muder

Cuando los dioses del beisbol están de tu lado, aparecen las líneas de estadísticas más extrañas. Ese fue a menudo el caso del talentoso Arnold “Bake” McBride.
Nacido el 3 de febrero de 1949, en Fulton, Mo., McBride fue un destacado atleta de escuela secundaria en casi todos los deportes excepto beisbol __porque su escuela no tenía equipo. Su primer amor fue el atletismo, pero su velocidad se vio afectada cuando se rompió un hueso de su tobillo izquierdo tratando de atrapar un rebote durante un juego de baloncesto en la secundaria en 1967. Al dársele un diagnóstico que incluía la posibilidad de que nunca más sería capaz de correr competitivamente, McBride trabajó en su retorno al practicar una variedad de deportes en Westminster College en Fulton, pero desistió después de su segundo año. Su atleticismo, sin embargo, le mantuvo activo, y McBride __primo del jugador por 11 años en la NFL Tony Galbreath__continuó en el radar de los equipos profesionales, incluyendo a los Suns de Phoenix de la NBA, los cuales le ofrecieron una prueba. Pero después de impresionar a los Cardenales de San Luis en un campamento abierto de pruebas, fue seleccionado por el equipo en la ronda 37 del draft de Major League Baseball en 1970. El bateador zurdo McBride entonces se desplazó por las ligas menores, bateó .353 en dos niveles en 1970, .303 con 40 bases robadas para el Modesto Clase A en 1971 y .322 en el Arkansas AA y el Tulsa AAA en 1972. Después de algo más de fogueo en Tulsa en 1973, McBride debutó con los Cardenales el 26 de julio de 1973 __ganándose la oportunidad de usar el número 21 del legendario jardinero central de los Cardenales, Curt Flood. McBride fue out al batear un roletazo luego de entrar al juego contra los Mets en lugar de Lou Brock, pero después remolcó a Ken Reitz hasta el plato con su primer imparable y carrera empujada. “Estaba un poco nervioso la primera vez”, le dijo McBride al St. Louis Post-Dispatch. “Pero la segunda vez me sentí cómodo”. En 1974, McBride se ganó el puesto como jardinero central de los Cardenales con una primavera sensacional, y bateó .309, con 30 robos, 81 carreras anotadas y 56 empujadas en 150 juegos. Y al final de la temporada escribió su nombre en el libro de records en un juego que empezó el 11 de septiembre de 1974, en el Shea Stadium de Nueva York.
Luego que Reitz jonroneara para empatar el juego 3-3 con dos outs en la apertura del noveno inning, los equipos jugaron hasta tempranas horas de la mañana. En el inicio del vigésimo quinto inning, McBride sencilleó para comenzar la entrada pero pareció ser sorprendido cuando el pitcher Hank Webb lo capturó fuera de paso en primera base. Pero el tiro de Webb fue descontrolado y se fue por la línea de foul hasta lo profundo del jardín derecho, lo cual permitió que McBride anotara desde primera base al ignorar la seña de pararse del coach de tercera base Vern Benson, la carrera se concretó porque al cátcher de los Mets, Ron Hodges, se le cayó la pelota. Con siete horas y cuatro minutos, ese fue el juego nocturno más largo de la historia de las grandes ligas __ el juego terminó a las 3:12 am hora local. El Comisionado Bowie Kuhn y su esposa, estaban sentados en el palco cercano al dugout de los Mets, presenciaron el juego completo. Cuando le preguntaron si McBride sería multado por ignorar la seña de detenerse y seguir corriendo, el manager de Cardenales Red Schoendienst le dijo al Post-Dispatch: “Bake estaba corriendo tan rápido que no vio la seña. Cuando se tiene una velocidad como la de McBride, los otros tipos se ponen nerviosos. No se puede vencer esa velocidad”. McBride, quien bateó de 10-4 en el maratónico juego, ganó de la Baseball Writers’ Association el premio del novato de año al terminar la temporada __ al lograr 16 votos en comparación a los siete del más cercano competidor, Greg Gross de los Astros. Gross, sin embargo, ganó el premio al Novato de la Liga Nacional entregado por Sporting News, basado en una encuesta de peloteros. “Estuve algo molesto por eso, estuve maldiciendo”. Le dijo McBride al Post-Dispatch. En la primera de varias de sus 11 temporadas en grandes ligas, McBride batalló con las lesiones en 1975. Un problema en el hombro le afectó al comienzo y contusiones en el tobillo lo molestaron más adelante, eso limitó a McBride a 116 juegos. Sin embargo bateó .300, y robó 26 bases.
Entonces en 1976, McBride estaba bateando para .335 el 3 de agosto __había sido seleccionado para su primer juego de estrellas el mes anterior__ cuando los Cardenales terminaron su temporada para que pudiera someterse a una cirugía en su rodilla izquierda. “Ni siquiera sé como ocurrió”, le dijo McBride al Post-Dispatch. “Solo empezó a doler. Se empeoró y empeoró. Llegó el momento cuando fue insostenible”. Bill Madlock ganó el título de bateo de la Liga Nacional con marca de .339, lo cual significa que McBride habría tenido una verdadera oportunidad de ganar esa corona si hubiera permanecido sano. “Bake tenía una fama de conducta de vagabundo ”, dijo su compañero de los Cardenales y futuro inquilino del Salón de la Fama Lou Brock. “Estaba oyendo que él solo jugaba cuando se sentía de ganas y todo ese cuento. Lo he visto en los jardines cuando no debería haberse puesto el uniforme”. Entonces después de un comienzo lento en la temporada de 1977, cuando tuvo un encontronazo con el manager Vern Rapp, McBride fue enviado a los Filis con Steve Waterbury a cambio de Rick Bosetti, Dane Iorg y Tom Underwood. Esa fue una negociación que puso a McBride en un equipo que sería uno de los mejores de la Liga Nacional por varios de los años siguientes. “Bake agregará otra dimension al equipo”, le dijo el gerente general de los Filis Paul Owens a Associated Press. Con el defensor de alto vuelo Garry Maddox en el jardín central, los Filis movieron a McBride al bosque derecho Se encendió en los dos meses finales de la temporada, al batear para .358 con 16 bases robadas mientras ayudaba a los Filis a ganar su segundo título seguido de la división este de la Liga Nacional. Filadelfia perdió con Los Angeles la serie de campeonato, pero McBride se estableció como parte del futuro de los Filis con un promedio de .339 en 85 juegos con Filadelfia ese año. McBride desmejoró a un promedio de .269 en 1978, la primera vez que dejaba de batear .300 en las grandes ligas. Tampoco alcanzó la marca de los .300 en 1979, pero probó su durabilidad al participar en 151 juegos y batear para .280 con 12 triples, 60 carreras empujadas y 25 bases robadas.
Entonces, en 1980, las estrellas se alinearon para un equipo de los Filis que nunca había ganado un título de Serie Mundial moderno. Filadelfia capturó el título de la división este de la Liga Nacional por cuarta vez en cinco temporadas, y esta vez avanzó a la Serie Mundial al vencer a Houston en la serie de campeonato. McBride bateó para .309 en 157 juegos, empujó un tope para su carrera de 87 carreras a pesar de batear solo nueve jonrones. Las 87 carreras empujadas marcarían más del 20 porciento del total de su carrera de 430 anotaciones remolcadas en 11 temporadas de grandes ligas. Entonces en la Serie Mundial, McBride __insistiendo en la tendencia de su temporada__ jonroneó en el primero juego contra los Reales, un estacazo de tres carreras en el tercer inning que ayudó a voltear una ventaja de 4-0 de Kansas City hacia una delantera de 5-4 de Filadelfia. Los Filis ganaron el juego 7-6, con McBride agregando dos sencillos luego del jonrón. “El jonrón de Bake fue impactante para mí”, le dijo el manager de los Filis Dallas Green a Associated Press. “Ha sido así todo el año… un tipo de carreras empujadas oportuno”. McBride bateó para .304 en la victoria de seis juegos de los Filis, inscribiendo para siempre su nombre en la historia de los Filis. Ese sería el punto resaltante de una carrera que solo contaría con 115 juegos más en sus tres temporadas finales debido a que de nuevo sufrió por largos períodos en la lista de incapacitados. McBride bateó para .271 en 58 juegos en la temporada recortada por la huelga de 1981, para ayudar a los Filis a avanzar a la postemporada antes de perder con Montreal en la serie divisional de la Liga Nacional. Entonces el 16 de febrero de 1982, los Filis enviaron a McBride a los Indios en una negociación que llevó al relevista Sid Monge a Filadelfia. Para el momento del cambio, solo seis jardineros activos de la Liga Nacional superaban el promedio de bateo vitalicio de McBride de .298.
Craig Muder es eldirector de comunicaciones del National Baseball Hall of Fame and Museum
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 27 de febrero de 2023.

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