Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
lunes, 18 de agosto de 2025
Bert Campaneris. 1984 Topps . Esquina de las Barajitas. (II)
Bruce Markusen
Los empleados del Salón de la Fama también son aficionados al beisbol y quieren compartir sus historias. Aquí está la perspectiva de un aficionado desde Cooperstown.
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Los Atléticos terminaron ganando la serie ante los Tigres, lo cual sirvió la escena para un enfrentamiento contra la “Gran Maquinaria Roja” de Cincinnati. Tal vez distraído por la agitación de la controversia alrededor de él, Campaneris solo bateó .179 contra los Rojos, pero los Atléticos ganaron una disputada serie a siete juegos para llevar a casa el primer título de la franquicia desde sus días en Filadelfia.
En 1973, Campaneris tuvo números ofensivos similares a los del ´72, pero su postemporada produciría muchos resultados positivos. En la serie de campeonato de la Liga Americana contra Baltimore, Campaneris destacó en la ofensiva de Oakland con promedio de bateo de .333, dos jonrones y tres bases robadas. Y entonces en la Serie Mundial, Campy bateó .290 con tres bases robadas más, mientras los Atléticos repetían como campeones mundiales.
Campaneris experimentó una de sus mejores temporadas ofensivas en 1974, cuando bateó para .290 con 34 bases robadas. Los periodistas de la Liga americana notaron eso, y lo ubicaron en el puesto 15 de la carrera por el jugador más valioso de la liga. Y por tercera temporada seguida, Campy se ganó una selección para el juego de estrellas.
Más gloria de postemporada llegó en el camino de los Atléticos en 1974. Los Atléticos dominaron a los Dodgers de Los Angeles, cuatro juegos a uno, gracias en gran parte al bate de Campaneris. Bateó para .353 con un OPS de .859, jugó un brillante campo corto y creó su usual despliegue en las bases. Algunos observadores sintieron que Campaneris debió haber ganado el premio al jugador más valioso de la Serie Mundial, pero el premio fue a parar a las manos de su compañero Rollie Fingers.
Luego de otra sólida temporada en 1975, Campaneris regresó a Oakland para lo que sería su temporada final con los Atléticos. Con el nuevo sistema de agencia libre asomándose, Campaneris le pidió al dueño Charlie Finley un contrato de cinco años.
Aunque a Finley le gustaba Campaneris, rechazó su petición. Campy jugó por un año de contrato y encontró su oferta de cinco años en la libre agencia __cortesía de los Rangers de Texas. La longitud del contrato sorprendió a algunos, debido a que Campy ya tenía 35 años de edad.
Para abrirle espacio a Campaneris, los Rangers mudaron al veterano campo corto Toby Harrah a la tercera base. Con los Rangers, Campaneris calificó para otro juego de estrellas y lideró la liga con 40 toques de sacrificio, pero claramente perdió un paso en su desplazamiento por las bases. Fue puesto out robando 20 veces contra 27 bases robadas exitosas, una pobre relación.
La temporada de 1977 sería la última de Campaneris como titular. En 1978, tuvo una sequía ofensiva tan prolongada que los Rangers lo sentaron en agosto. Terminaría la temporada con un débil promedio de bateo de .186, de lejos el peor de su carrera. Cuando llegó 1979, los Rangers le entregaron el campo corto al joven Nelson Norman, convirtiendo a Campaneris en un reservista infeliz del cuadro interior. A principios de mayo, los Rangers negociaron a Campaneris y su oneroso salario a los Angelinos de California. En las próximas dos temporadas, el compartió tiempo de juego con otros dos campo cortos, Freddie Patek y Jim Anderson, jugó razonablemente bien durante el tiempo que compartió la posición.
En 1981, los Angelinos promovieron al gran prospecto Dickie Thon al campo corto haciendo a Campaneris un relleno y un reemplazo defensivo de tercera base. Con su contrato terminándose ese otoño, los Angelinos le permitieron declararse agente libre. Ningún equipo de ligas mayores mostró interés, así que firmó contrato para jugar tercera base en la liga mexicana.
Debido a su edad, los días de Campaneris como pelotero de grandes ligas parecían haber terminado. Pero entonces en la primavera de 1983, se apareció sin anunciarse al campamento de los Yankees en Fort Lauderdale, Fla. El hombre de 41 años de edad buscaba desesperadamente un trabajo como utility del cuadro interior. Al saber que los Yankees necesitaban un respaldo que pudiera jugar tercera base, campo corto y segunda base, Campy se acercó a Martin, el manager de los Yankees para ese momento y su némesis de los playoffs de 1972. Martin, conocido por mantener intensos rencores, no hubiese sorprendido a nadie al despreciar a Campaneris. En vez de eso, Martin retó a Campy a que se ganara un puesto en su nómina del día inaugural.
Lo más inesperado fue que Campaneris se convirtió en fuente de una controversia. Cuando el director de relaciones públicas de los Yankees, Ken Nigro oyó a Martin decir que Campaneris trataba de ganarse un puesto en el equipo, pensó que el manager estaba bromeando. De acuerdo al entretenido libro de Bill Madden, Damned Yankees. Nigro hizo una acotación disparatada de Campaneris. Martin respondió muy molesto a Nigro, preguntándole porque tendría la audacia para ofrecer su parecer sobre el personal de peloteros.
“Si no le importa señor”, le dijo Martin a Nigro, “Yo tomó las decisiones de personal en estos alrededores”.
A Campaneris no le importaban las percepciones negativas; simplemente quería continuar su carrera y hacerlo con los Yankees.
“Toda mi vida he pensado en jugar algún día para los Yankees”, le dijo Campaneris a Murray Chass del New York Times. “Todos quieren jugar para los Yankees. Por eso es que vine aquí primero”.
Martin trató a Campaneris con mente abierta. Por más que se había molestado con Campaneris por lanzarle un bate a uno de sus peloteros en 1972, se dio cuenta de que el incidente no era un indicativo preciso de su carácter o personalidad. En realidad, Martin respetaba al veterano jugador del cuadro por ser un feroz y combativo catalizador que siempre se fajaba. De alguna manera, Martin miraba a Campaneris y se miraba a sí mismo.
Martin no incluyó a Campaneris en la nómina del día inaugural, pero recomendó que los Yankees lo ubicaran en el Columbus AAA. Cuando Willie Randolph se lesionó a inicios de mayo, Campy recibió el llamado y respondió muy bien. A través de la temporada, bateó para .322 como respaldo de Randolph en segunda base y de Graig Nettles en tercera. También ganó algo de notoriedad al jugar tercera base durante el afamado juego sin imparables ni carreras de Dave Righetti el cuatro de julio.
Aunque Campaneris fue a batear solo 143 veces en 1983, hizo todo lo que los Yankees le pidieron que hiciera. Además de embasarse a un ritmo de .355, mostró algo de su antigua velocidad, y jugó razonablemente bien en segunda y tercera bases. Así que sorprendentemente los Yankees decidieron no renovar el contrato de Campaneris al finalizar la temporada de 1983, por lo cual se convirtió en agente libre.
Nadie firmó a Campaneris, pero encontró trabajo como instructor de ligas menores don los Angelinos, donde trabajó con jóvenes peloteros en su corrido de las bases y destrezas para tocar la pelota.
Después trabajó en los sistemas de Houston y San Francisco antes de retirarse, pero ha permanecido activo como miembro de la MLB Players Alumni Association.
Hace algunos años, varios miembros del personal aquí en el Salón de la Fama fueron convocados a la sala de lectura de la biblioteca del Salón. Nos dijeron que conoceríamos a varios antiguos peloteros de grandes ligas que estaban visitando el Salón. El grupo incluía a Vernon Law, Tracy Stallard, Billy North __y el antiguo compañero de equipo de North en Oakland, Campaneris. Sorprendentemente, Campaneris lucía tan en forma que parecía pesar menos que cuando paraba las agujas en 73 kilogramos a principios de los años 1980s. Campaneris parecía estar en mejor condición en el retiro de lo que había estado como jugador.
Afortunadamente, la percepción del carácter de Campy también ha mejorado desde aquel día de otoño de 1972, cuando hizo algo muy fuera de carácter. Nadie habla mucho más del incidente de LaGrow; la mayoría de las conversaciones tienen que ver con cuan importante fue Bert Campaneris para la dinastía de Oakland de comienzos de los años 1970s.
Bruce Markusen es gerente de aprendizaje digital y superación en el National Baseball Hall of Fame.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 31 de marzo de 2023.
Nota del traductor: Campaneris jugó en LVBP con Cardenales de Lara (1968-69 y 1982-83) y Leones del Caracas (1965-66 y 1972-73).
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