Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
jueves, 14 de agosto de 2025
Bill Lee Recuerda a los Medias Rojas de Boston de 1975. (I)
Herb Crehan. 23-05-2015
Cuarenta años despues el antíguo pitcher estrella Bill Lee, insiste en que los Medias Rojas de Boston debieron haber ganado la Serie Mundial de 1975 contra los Rojos de Cincinnati. “Fuimos mejor equipo que los Rojos, anotamos más carreras que ellos (30-29), y jugamos mejor que ellos”, dice Bill.
“De hecho”, continúa él, “debimos haber ganado esa serie en seis juegos. ¿Puedes imaginarte la celebración si el jonrón de Fisk en el sexto juego hubiese sido para ganar la Serie Mundial?”
Lee, quien fue inducido al Salón de la Fama de los Medias Rojas en 2008, agrega, “Ese equipo de los Medias Rojas de 1975 fue el mejor equipo en el que jugué. El equipo de 1975 tenía tanta profundidad que debimos haberlo ganado todo”, dijo Lee durante un entrevista en febrero desde su casa de invierno cerca de Fort Myers, Fla.
Bill Lee ganó 17 juegos para los Medias Rojas de 1975, la tercera temporada seguida donde había alcanzado ese nivel. Y lanzó bien en el segundo y el séptimo juegos de la Serie Mundial, en ambos salió con los Medias Rojas ganando. Durante sus diez temporadas con el equipo, lanzó en más juegos (321) que cualquier otro zurdo de los Medias Rojas, y sus 94 triunfos en su carrera lo ubican tercero entre los zurdos.
El Sueño de California.
William Francis Lee III nació el 28 de diciembre de 1946, en Burbank, CA. Se graduó en Terra Linda High School, en Rafael, CA, donde jugó beisbol y baloncesto, en 1964.
“Cuando yo era un bebé, me llenaban la cuna con piezas cuadradas y redondas. Yo botaba todas las cuadradas y me quedaba con las redondas”, dijo Lee. “Esa fue la primera señal de que mi vida giraría alrededor de un objeto redondo”.
Lee dice que le debe su carrera como pitcher a su tía Annabel Lee, quien lanzara en la All-American Girls Professional Baseball League desde 1944 hasta 1950. “Ella era la única otra zurda en la familia así que aprendí a lanzar con ella. Me enseñó como lanzar mi gran curva y me enseñó como lanzar por encima del brazo”.
“Yo lanzaba exactamente como ella. Hay un cierto código genético, eso es todo. Me enfoqué en ser beisbolista por ella. Y ella lanzaba más duro que yo cuando yo estaba en la secundaria”.
Su próxima gran influencia fue el legendario entrenador de beisbol de USC, Lefty Dedeaux, quien entrenó a los Trojans por 45 temporadas. Lee, quien tuvo marca de 39-8 durante sus cuatro temporadas en USC, recuerda, “Jugar cuatro años para Lefty Dedeaux fue como tener cuatro años de experiencia en ligas menores”.
Bill no fue seleccionado hasta la ronda 22 del draft amateur de 1968. “Quería jugar para los Dodgers. Ellos se habían mudado a Los Angeles cuando yo era un niño, y era un gran fanático. Pero Al Campanis (entonces el director de scouts) me dijo que yo nunca lanzaría en las grandes ligas. Estaba equivocado. Pienso que los scouts no hacen un buen trabajo para identificar a los peloteros de desarrollo lento”.
Bill Lee fue seleccionado por los Medias Rojas de Boston en la vigésimo segunda ronda del draft de MLB en junio de 1968, detrás de otros 500 prospectos amateur. Un año después, luego de breves paradas en tres equipos de ligas menores de los Medias Rojas, estaba pitcheando en las grandes ligas con los Medias Rojas.
Desde 1969 hasta 1972, Bill Lee pitcheó 125 juegos para los Medias Rojas, principalmente como relevista. Cuando le dieron la oportunidad de abrir juegos en 1973, tuvo marca de 17-11 con una impresionante efectividad de 2.75. Cuando continuó con otras 17 victorias en 1974, se convirtió en baluarte del cuerpo de lanzadores.
De acuerdo a la leyenda, Bill Lee era llamado “Spaceman” debido a sus visiones no tradicionales del beisbol y la vida en general. “No es así”, dice Bill. “Había relevado a Luis Tiant en el primer inning de un juego en Baltimore contra los Orioles y lancé 8.1 innings en blanco. Eso fue justo después que el Apolo 15 había llegado a la luna, el 30 de julio de 1971, y los reporteros estaban amontonados mientras yo les daba mis puntos de vista sobre el programa espacial”, dice Bill. “John Kennedy (el utility del cuadro de los Medias Rojas) no podía llegar hasta su casillero en medio del tumulto, y dijo, ‘Parece que tenemos nuestro propio hombre del espacio (spaceman)’. Eso pegó”.
La Inauguración de 1975.
Cuando el entrenamiento primaveral terminó a principios de abril de 1975, los Medias Rojas eran considerados por consenso serios candidatos al tercer lugar de la división Este de la Liga Americana detrás de los Orioles y Yanquis. ¿Qué pensaba Bill Lee de las posibilidades de los Medias Rojas en la inminente temporada?
“Todavía estaba molesto por la manera como había terminado la temporada de 1974”, dice él, refiriéndose al tercer lugar en el cual terminaron los Medias Rojas en 1974, luego de liderar con ventaja de siete juegos hacia finales de agosto. “Teníamos el talento para ganar en 1974, y todavía estaba disgustado de que no lo hubiésemos logrado”.
¿Y como se sentía Bill Lee personalmente respecto a la venidera temporada? “Me sentía de maravillas. Había logrado todo lo que quería en el entrenamiento primaveral. Mis callos aparecieron justo al inicio del calendario”, recuerda él, “y tuve muy buen control en los juegos de exhibición”.
Los Medias Rojas y Bill Lee tuvieron un comienzo lento en abril. El equipo terminó el mes en último lugar con marca de 7-9 y Lee fue una decepción con marca de 1-3. Pero mayo fue una historia diferente.
Los Medias Rojas tuvieron marca de 16-9 en mayo y subieron hasta el primer lugar, mientras Bill Lee tenía balance de 6-1. “Luego del lento comienzo, varios veteranos como Yaz, Luis, y yo dimos un paso adelante y mostramos algo de liderazgo”, dice Lee. “Despues de eso las cosas empezaron a cambiar”.
El equipo continuó jugando bien en junio, donde el punto cumbre fue el juego de tres jonrones de Fred Lynn contra los Tigres de Detroit el 18 de junio. “Fred Lynn tuvo una buena temporada en 1975, como el mejor grande liga que haya visto”, dice Lee. “Nunca pareció un novato. Por supuesto, mucho de eso se debió a la influencia de Rod Dedeaux”, dice él, en referencia a los tres años de Lynn en USC.
“Y los aficionados olvidan que la actuación de Jim Rice se equiparó a la de Fred hasta que se rompió la muñeca hacia finales de septiembre. Todos hablan del bateo de Lynn y Rice pero ambos jugaron una gran defensa. Las atrapadas de Lynn eran sobresalientes, pero recuerdo a Jim Rice saltar sobre la cerca en Minnesota para robarse un jonrón”.
Liderando el pelotón.
En el receso del Juego de Estrellas, los Medias Rojas tenían un aventaja de cuatro juegos en el este de la Liga Americana y Bill Lee había ganado diez juegos. ¿Qué le parecía la oportunidad de los Medias Rojas en ese momento?
“Pensaba que ganaríamos el este”, dice él. “Ese equipo tenía mucha profundidad. Teníamos a Bernie Carbo, Rick Miller, y Juan Beníquez, tres tipos que podían haber sido regulares, en el banco. Y agregamos a Rogelio Moret a la rotación y él estuvo de maravilla”.
Un día que resalta para Bill Lee es el de un doble juego contra los Yanquis en Nueva York el 27 de julio. “Lancé el primer juego y los blanqueé”, recuerda él. “Fred Lynn hizo una gran atrapada y ganamos 1-0. Luego Moret los blanqueó para ganar el segundo juego, los Yanquis despidieron a su manager”.
“A veces me encuentro con aficionados quienes me dicen que les gustan los Yanquis. Les digo que a mi también. Los vencí 12 veces y disfruté cada juego ante ellos”, Bill ríe.
El 24 de agosto, Bill Lee lanzó su décimo sexto juego completo de la temporada, al vencer a los Medias Blancas de Chicago 6-1, para mejorar su marca a 17-7. Entre el 1 de mayo y el 24 de agosto, tuvo marca de 16-4, con 13 juegos completos. Él está de acuerdo en que ese fue el mejor momento de su carrera en MLB.
“Me funcionaban todos mis pitcheos y tenía un gran control. Con mi repertorio, tenía que colocar mis envíos a la perfección”, enfatiza él. “Mi recta solo llegaba hasta las 90 millas por hora, por lo que dependía del cambio de velocidad, mezclar los lanzamientos, y colocarlos en el lugar preciso”.
Lee pitcheó un juego completo en una dura derrota 3-2 ante los Indios de Cleveland el 9 de septiembre, después de eso fue utilizado de manera esporádica. “Lo que ocurrió fue que los pitchers empezamos a tomar práctica de bateo en septiembre para estar listos para la Serie Mundial y tuve un sobre estiramiento en mi codo”.
Los Medias Rojas aseguraron el este de la Liga Americana el 26 de septiembre, y barrieron a los favoritos Atléticos de Oakland en la serie de campeonato con gran pitcheo de Luis Tiant y Rick Wise, más el liderazgo del veterano Carl Yastrzemski. “No pitcheé”, dice Lee, “ellos no me necesitaron y el tiempo de reposo me ayudó”.
Una Serie Mundial inolvidable.
La Serie Mundial de 1975 entre los Medias Rojas de Boston y los Rojos de Cincinnati es considerada una de las grandes series de todos los tiempos, Bill Lee está de acuerdo. “Vi un documental que asemejaba la serie a una ópera italiana. Hubo de todo. Pero aún digo que debimos haberla ganado”.
Despues que Luis Tiant silenció a los Rojos en un blanqueo 6-0 en el primer juego, Bill Lee subió al montículo de Fenway Park como abridor del segundo juego. “Los Rojos se reían en su dugout cuando vieron la lentitud de los envíos que hice en el calentamiento, pero cuando se dieron cuenta de que no podían batearlos, dejaron de reir”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Mayo 16,2018.
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