Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
lunes, 8 de septiembre de 2025
El Astro de Houston Don Wilson y su posible suicidio en 1975.
Todd Jones. Cincinnati Post. 1994.
En 1994 Todd Jones del Cincinnati Post le dio una mirada a Wilson, su carrera y aparente suicidio el 5 de enero de 1975. Wilson es uno de pocos pitchers de Grandes Ligas con al menos dos juegos sin hits ni carreras, y yo creo que es el único pitcher, además de Addie Joss, que murió a mitad de su carrera:
“El podía lanzar duro, como Bob Gibson”, dijo el, antíguo manager de los Rojos y jugador Tommy Helms.
Helms lo sabe. Hace 25 años, el domingo 01 de mayo de 1969,él entregó el último out del no-hitter de Wilson ante los Rojos en Crosley Field. El logro de Wilson llegó 24 horas después que Jim Maloney dejase sin hits ni carreras a Houston. Nada nuevo para Wilson. Él lanzó un sin hits ni carreras contra los Bravos de Atlanta en 1967. Y tenía un no-hitter en curso ante los Rojos el 04 de septiembre de 1974 cuando fue sacado del juego por un emergente luego de ocho inning, los Astros perdían 2-1.
Cuatro meses después, Wilson estaba muerto.
El cuerpo de Wilson fue hallado en su carro, víctima de la toxicidad el monóxido de carbono acumulado en el garaje de su casa de Houston. Si la muerte fue suicidio o accidente nunca ha sido determinado. Él tenía 29 años.
“Fue algo muy, muy triste”, dijo Helms, compañero de equipo de Wilson en Houston al momento de la muerte del pitcher.
La muerte repentina fue el capítulo final de misterio de la carrera de un pelotero intrigante y misterioso.
Wilson tuvo una marca vitalicia de 104-92, con efectividad de 3.15, y 1479 ponches para los Astros entre 1966 y 1974. Era un talentoso pero temperamental pelotero quien se dio a conocer tanto por su idiosincracia como por sus habilidades.
“Él fue un gran compañero y competidor”, dijo Helms, “pero algunas veces dejaba de hablarte por tres o cuatro días y de pronto te hablaba. Venía temprano al estadio para hacer su trabajo y nadie viera lo que hacía. Había que llamarlo el solitario”.
El antíguo manager de los Rojos, Dave Bristol dijo: “No sabías lo que él estaba pensando. Hablaba consigo en el montículo”.
Bristol fue la causa de un enfrentamiento entre Wilson y los Rojos. Wilson dominaba tanto a los Rojos en 1968, ponchó 18 Rojos (incluyendo 8 seguidos) en un juego y 16 en otro, que Bristol recurría a provocaciones verbales desde el dugout, tratando de molestar al pitcher.
“Él lanzaba duro, duro”, dijo Bristol. “Solíamos meternos con él todo el tiempo para molestarlo y distraer su atención”.
Nueve días antes que los Rojos no pudieran batearle un hit a Wilson, lo habían zarandeado 14-0. Las provocaciones de Bristol y los lanzamientos pegados de Wilson hicieron que hirviera la sangre.
Wilson estaba furioso porque Pete Rose trató de tomar una base extra cuando los Rojos tenían una gran ventaja. También estaba bravo, porque Johnny Bench pidió curvas contra Houston en el noveno inning. Después del juego, Wilson telefoneó al clubhouse de Cincinnati.
La revancha de Wilson llegó nueve días después. Ante una multitud de 4042 aficionados en Crosley Field, él ponchó 13 Rojos, incluyendo a Helms para completar el no-hitter.
“Luego que él lanzara el sin hits ni carreras, me quería linchar”, dijo Bristol. “Él quería buscarme. No quería las felicitaciones de sus compañeros de equipo. Tuve suerte de que ellos lo alcanzaron primero”. Wilson se quedó tranquilo.
“Tengo pocos amigos en los Rojos, pero no frecuento a la mayoría de ellos”, dijo Wilson. “Vencí a los Rojos. Por eso siento más satisfacción personal por este no-hitter que por el último”.
Wilson apenas empezaba la mejor parte de su carrera cuando falleció. Su cuerpo fue encontrado sobre el asiento reclinado del lado del copiloto de su carro deportivo el 05 de enero de 197. La llave de encendido estaba pasada, pero el motor estaba detenido.
Los gases del tubo de escape del carro subieron a la habitación de arriba del garaje y asfixiaron al hijo de 6 años, Alex. La esposa de Wilson y su hija también fueron afectadas por el monóxido de carbono pero sobrevivieron luego de ser hospitalizadas. Su esposa tenía la mandíbula fracturada algo que nunca fue investigado.
Wilson fue enterrado en un dia oscuro y nublado.
En el reporte de la muerte la AP escribió:
Un vocero del cuerpo de bomberos de Houston, Jack MacGillis, dijo que una mujer llamó al cuerpo de bomberos, el cual presta servicio de ambulancia en la ciudad, diciendo que ella no podía despertar a sus hijos y que su esposo estaba en su carro. McGillis dijo que la llamada fue recibida a la 1:24 p.m. Las llamadas que solicitan ambulancias son reportadas automáticamente al departamento de policía, el cual envió oficiales al hogar de Wilson en la sección suroeste de la ciudad.
Un vocero del departamento de policía de Houston dijo que cuando los oficiales llegaron a la casa de Wilson aproximadamente a la 1:30 p.m. encontraron al pitcher en el garaje. Él estaba inconsciente sentado en el asiento delantero derecho de su Thunderbird 1972. Su cabeza estaba inclinada hacia atrás, descansando en el asiento y sus brazos estaban a los lados. Su pie izquierdo estaba cruzado sobre su pie derecho. Una cajetilla de cigarrillos estaba en el tablero frente a Wilson.
La puerta izquierda delantera estaba cerrada, pero la puerta derecha estaba abierta. La llave del encendido estaba pasada y la aguja de la gasolina indicaba que el tanque estaba vacío, pero el motor del carro estaba frío. Las puertas del garaje estaban abiertas.
Alexander, el hijo, fue encontrado en su cama, acostado sobre su estómago con sus brazos levantados alrededor de la cabeza, cubierto hasta la cintura con una sábana.
Wilson estaba furioso porque Pete Rose trató de tomar una base extra cuando los Rojos tenían una gran ventaja. También estaba bravo, porque Johnny Bench pidió curvas contra Houston en el noveno inning. Después del juego, Wilson telefoneó al clubhouse de Cincinnati.
La revancha de Wilson llegó nueve días después. Ante una multitud de 4042 aficionados en Crosley Field, él ponchó 13 Rojos, incluyendo a Helms para completar el no-hitter.
“Luego que él lanzara el sin hits ni carreras, me quería linchar”, dijo Bristol. “Él quería buscarme. No quería las felicitaciones de sus compañeros de equipo. Tuve suerte de que ellos lo alcanzaron primero”. Wilson se quedó tranquilo.
“Tengo pocos amigos en los Rojos, pero no frecuento a la mayoría de ellos”, dijo Wilson. “Vencí a los Rojos. Por eso siento más satisfacción personal por este no-hitter que por el último”.
Wilson apenas empezaba la mejor parte de su carrera cuando falleció. Su cuerpo fue encontrado sobre el asiento reclinado del lado del copiloto de su carro deportivo el 05 de enero de 197. La llave de encendido estaba pasada, pero el motor estaba detenido.
Los gases del tubo de escape del carro subieron a la habitación de arriba del garaje y asfixiaron al hijo de 6 años, Alex. La esposa de Wilson y su hija también fueron afectadas por el monóxido de carbono pero sobrevivieron luego de ser hospitalizadas. Su esposa tenía la mandíbula fracturada algo que nunca fue investigado.
Wilson fue enterrado en un dia oscuro y nublado.
En el reporte de la muerte la AP escribió:
Un vocero del cuerpo de bomberos de Houston, Jack MacGillis, dijo que una mujer llamó al cuerpo de bomberos, el cual presta servicio de ambulancia en la ciudad, diciendo que ella no podía despertar a sus hijos y que su esposo estaba en su carro. McGillis dijo que la llamada fue recibida a la 1:24 p.m. Las llamadas que solicitan ambulancias son reportadas automáticamente al departamento de policía, el cual envió oficiales al hogar de Wilson en la sección suroeste de la ciudad.
Un vocero del departamento de policía de Houston dijo que cuando los oficiales llegaron a la casa de Wilson aproximadamente a la 1:30 p.m. encontraron al pitcher en el garaje. Él estaba inconsciente sentado en el asiento delantero derecho de su Thunderbird 1972. Su cabeza estaba inclinada hacia atrás, descansando en el asiento y sus brazos estaban a los lados. Su pie izquierdo estaba cruzado sobre su pie derecho. Una cajetilla de cigarrillos estaba en el tablero frente a Wilson.
La puerta izquierda delantera estaba cerrada, pero la puerta derecha estaba abierta. La llave del encendido estaba pasada y la aguja de la gasolina indicaba que el tanque estaba vacío, pero el motor del carro estaba frío. Las puertas del garaje estaban abiertas.
Alexander, el hijo, fue encontrado en su cama, acostado sobre su estómago con sus brazos levantados alrededor de la cabeza, cubierto hasta la cintura con una sábana.
Luego de haber ponchado a 197 bateadores en 187 innings en Amarillo en la Texas League en 1966, Wilson fue promovido a la rotación de abridores de los Astros. Nunca más salió de esa rotación, y en su breve carrera lideró el equipo en vitorias y efectividad tres veces. En 1971, él fue elegido para el Juego de Estrellas por la Liga Nacional y lanzó dos innings en blanco. El nombre de Wilson todavía aparece entre los cinco primeros de los Astros en blanqueos, juegos completos, ponches e innings lanzados. Es sexto en victorias.
Wilson sería particularmente importante para los Astros en su nueva división. Cincinnati, el némesis de Houston por mucho tiempo, ha emergido como el principal competidor de los Astros en la división Central de la Liga Nacional. Wilson odiaba a los Rojos y dio lo mejor de sí para hacérselo saber. Su segundo no-hitter ocurrió en 1969 ante los Rojos, y con este les envió un mensaje. El pitcher Maloney de los Rojos había dejado sin hits ni carreras a los Astros, que entonces tenían marca de 4-20, en el juego anterior. Maloney y sus compañeros de los Rojos habían ridiculizado abiertamente a los Astros durante y después del juego. Wilson subió al montículo con una misión y la logró con un no-hitter, silenciando no solo las bocas sino los bates de Pete Rose, Johnny Bench, Tany Pérez y los otros.
Nota del traductor: Este artículo fue escrito en los años ’90, cuando los Astros de Houston aún jugaban en la Liga Nacional.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Junio 01, 2015.
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