sábado, 13 de septiembre de 2025

Esquina de las Barajitas: 1981 Donruss Tippy Martinez (I).

Craig Muder
Por cuatro innings, los Medias Blancas de Chicago parecían a punto de enviar la serie de campeonato de la Liga Americana de 1983 a un quinto y decisivo juego. Y por cuatro innings, el relevista de los Orioles de Baltimore, Tippy Martínez se mantuvo encontrando maneras de mantener a los Medias Blancas sin marcar anotaciones a pesar de que el tráfico en las bases hacía que la hora pico de Chicago pareciera un paseo en el parque. Ese fue el punto resaltante de una carrera que vio a Felix Anthony Martínez convertirse en uno de los relevistas zurdos más exitosos de su época. Nacido el 31 de mayo de 1950, en La Junta, Colo., el linaje de Martínez incluía familiares de México y España a sí como Cherokees. A pesar de su estatura pequeña, Martínez __apodado Tippy por una tía__ fue un atleta estelar en la escuela secundaria que destacó en futbol americano y beisbol. Fue seleccionado en la primera selección de la vuelta 35 del draft de MLB de 1969 por los Senadores de Washington __quienes lo querían como jardinero__ pero él escogió asistir a Colorado State University, donde pulió las destrezas de pitcheo que había desarrollado en la escuela secundaria. Después de tres años en Colorado State, Martínez no fue drafteado en 1972 __ a pesar de tener marca de 10-1 esa temporada__ pero impresionó lo suficiente a los Yankees para que estos le ofrecieran contrato de agente libre el 22 de julio de 1972. Martínez se reportó al Oneonta Clase A __alrededor de 30 minutos al sur de Cooperstown __donde apareció en dos juegos antes de ser promovido al Kinston de la Carolina League. “Esperaba ser drafteado, y también lo esperaba mi entrenador”, le dijo Martínez a United Press International. “Cuando salió la lista del draft, yo estaba muy sorprendido”. Regresó a Kinston en 1973 y trabajó para ubicarse en el radar de los Yankees al ponchar a 160 bateadores en 105 innings, con balance de 13-8 y 15 salvamentos. Martínez entonces fue promovido al Syracuse AAA en 1974, y tenía marca de 7-5 con ocho salvamentos y 3.80 de efectividad cuando los Yankees lo llamaron a las grandes ligas. En 10 juegos durante la recta final de agosto y septiembre, Martínez no tuvo decisión o juegos salvados pero dejó una efectividad de 4.26 en 12.2 innings. Al mostrar que la curva que se convertiría en su pitcheo de presentación, era efectiva en el nivel más alto del juego, Martínez ganó el premio James P. Dawson como novato sobresaliente de los Yankees en el entrenamiento primaveral de 1975. Pero con un bullpen de veteranos que contaba con Sparky Lyle y Dick Tidrow __ y Ron Guidry en las menores como el principal prospecto de relevo del equipo__ Martínez estuvo entre los cortes finales de los Yankees y le dijeron que se iba a convertir en abridor con el Syracuse AAA.
“Voy a tratar de lanzar la mayor cantidad de innings que pueda”, Martínez, quien no estaba contento por salir del bullpen__donde había estado desde Colorado State__ le dijo al Syracuse Post-Standard. Martínez respondió al reto, con marca de 8-2, efectividad de 2.05 y 105 ponches en 110 innings durante 14 aperturas para los Chiefs. El 12 de julio, Martínez hizo su primera aparición de la temporada en las grandes ligas y se ganó la confianza del nuevo manager Billy Martin para el resto del camino (luego que los Yankees despidieran a Bill Virdon), donde dejó marca de 1-2 con ocho salvamentos y 2.68 de efectividad en 23 presentaciones, incluyendo dos aperturas. Sus ocho salvamentos lideraron a los Yankees esa temporada. “No tengo un Nº 1 o Nº 2”, le dijo Martin a Newsday acerca de la jerarquía de su bullpen. “Solo tengo tipos que uso en diferentes situaciones”. Martínez parecía listo para retar a Sparky Lyle como relevista principal de los Yankees en la temporada de 1976, pero Martin y el dueño de los Yankees, George Steinbrenner decidieron regresar con Lyle __quien había sido dominante en el lapso 1972-74 antes de tener un año ausente en 1975__como su cerrador. A Martínez le dijeron que iba a ser el quinto abridor de los Yankees en 1976 pero se encontró de vuelta en el bullpen, trabajando irregularmente mientras Lyle y Tidrow cerraban los juegos y Martin se apoyaba en una profunda rotación que contaba con Catfish Hunter, Dock Ellis y Ed Figueroa. “Se suponía que yo fuese el quinto abridor de Nueva York”, le dijo Martínez al Evening Sun en Baltimore. “El manager y el dueño me dijeron eso. Nunca ocurrió”. Martínez tuvo marca de 2-0 y 1.93 de efectividad en 11 apariciones desde el bullpen de los Yankees al principio de la temporada. Entonces el 15 de junio, los Orioles y los Yankees realizaron un canje de 10 peloteros que llevó a Martínez a Baltimore junto con Rick Dempsey, Rudy May, Scott McGregor y Dave Pagan a cambio de Doyle Alexander, Jimmy Freeman, Elrod Hendricks, Ken Holtzman y Grant Jackson.
Ese fue una negociación que beneficiaría a los Orioles por años, porque Martínez, Dempsey y McGregor pasaron más de una década cada uno en Baltimore. “Tippy va a ser un pitcher abridor ganador en las ligas mayores”, le dijo el manager de los Orioles, Earl Weaver, al Evening Sun. “Justo ahora, sin embargo, estamos tratando de usar lo que hemos conseguido”. Para Weaver, eso significaba dejar a Martínez en el bullpen. Martínez nunca abriría otro juego en las mayores. Martínez terminó la temporada de 1976 con marca combinada de 5-10, con 10 salvamentos y 2.33 de efectividad en 39 juegos. Tuvo dificultades en el entrenamiento primaveral de 1977, al agenciar la peor efectividad del equipo: 6.92, pero Weaver creía en su talento y lo mantuvo en su bullpen. Martínez premió la fe de Weaver al conseguir marca de 5-1 con nueve salvamentos y 2.70 de efectividad en 41 apariciones mientras los Orioles ganaban 97 juegos y terminaban segundos de los Yankees en la división este de la Liga Americana. Pero un año después, Martínez perdió el comando y estuvo trabajando para una efectividad de 5.22 hasta el 5 de agosto. Desde ese momento, fue el hombre olvidado el bullpen de los Orioles, al aparecer en solo cinco juegos a través del final de la temporada para terminar con marca de 3-3, cinco salvamentos y 4.83 de efectividad en 42 juegos. “Justo ahora, cuando entro a un juego, tengo la corazonada de que la gente está diciendo, ‘Bueno, ahí viene este otra vez. Se acabó el juego’”, le dijo Martínez al Baltimore Sun. “Hace falta ser cierto tipo de persona para poder manejar eso”. “Me he probado. Sé que tengo las condiciones”. Martínez también tenía dolores en el brazo __un hecho que mantuvo oculto al equipo. Los rumores de cambio giraban alrededor de Martínez a través de la primavera de 1979, pero los Orioles decidieron quedarse con su relevista zurdo.
“No hay nada malo conmigo”, le dijo Martínez al Evening Sun durante un lapso donde apareció en solo cinco juegos desde el inicio de la temporada hasta el 22 de mayo. “Necesito trabajar. Cualquier pitcher lo necesita”. Pero cuando los Orioles empezaron a ser contendores en la división, Weaver __quien describía la curva de Martínez como “tal vez la mejor de las grandes ligas”__ recurría a Martínez más y más. Él retiró 23 bateadores seguidos de Oakland durante una intervención en relevo el 23 de julio, alcanzó dos triunfos y dos salvamentos en agosto y terminó el año con marca de 10-3, tres salvamentos y 2.88 de efectividad en 39 juegos __ mientras trabajaba en 78 innings sin permitir un solo jonrón. Los Orioles ganaron la división este de la Liga Americana por quinta vez en los años 1970s y enfrentaron a los Angelinos en la serie de campeonato, ganaron en cuatro juegos y Weaver no utilizó a Martínez. Pero en la Serie Mundial contra los Piratas, Martínez apareció tres veces: trabajó un inning en blanco en el segundo juego, permitió una carrera y dos imparables en un tercio de inning del quinto juego y enfrentó a un bateador en el decisivo séptimo juego, golpeó a Dave Parker en el noveno inning mientras Baltimore perdía 4-1. La próxima vez que los Orioles fueron a la Serie Mundial, el mundo vería a un Tippy Martínez muy diferente. Apareció en un tope de su carrera de 53 juegos en 1980, Martínez tuvo marca de 4-4 con 10 salvamentos y 3.01 de efectividad para un equipo de Baltimore que ganó 100 juegos pero terminó tres por detrás de los Yankees en la división. Firmo una extensión de contrato de cinco años en enero de 1981 que lo mantendría con los Orioles hasta 1986, y Martínez tuvo marca de 3-3 con 11 salvamentos y 2.90 de efectividad en 37 juegos en la campaña recortada por la huelga. En 1982, Martínez rompió la marca del equipo con 76 apariciones (eclipsando el registro de Stu Miller de 71 establecido en 1963), tuvo marca de 8-8 con 16 salvamentos y 3.41 de efectividad __ fijando topes de su carrera en innings pitcheados (95) y ponches (78). Pero con los Orioles y Cerveceros igualados en el primer lugar de la división este de la Liga Americana en el día final de la temporada, Baltimore no pudo producir un triunfo para ayudar a Weaver a pasar al retiro via postemporada. Martínez relevó al abridor Jim Palmer en el sexto inning de ese juego, cuando los Orioles perdían 4-1, y luego de silenciar a Milwaukee por dos innings permitió una carrera en el octavo por un sencillo de Ben Oglivie. Los Cerveceros marcaron cinco carreras más en el noveno inning para ganar 10-2 y asegurar el título de la división.
Traducción: Alfonso L. Tusa Campos. 26 de abril de 2023.

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