Aricagua versus Aricarigua.

Te habían invitado a la presentación de una biografía de Isaías Látigo Chávez. Pasaste frente al muro erigido frente a la tribuna central del estadio José Bernardo Pérez y te detuviste a observar los dibujos de los rostros y sus respectivos textos. Vidal López, Dave Parker, Camaleón García, Dámaso Blanco, Clarence Gaston, Gustavo Gil, Ramón Monzant, Isaías Chávez…cuando llegaste a Félix Rodríguez te detuviste por un instante que se extendió a dos o tres minutos. Conocías la geografía del estado Sucre, habías recorrido buena parte del entonces Distrito, ahora Municipio Montes. Lo merecía, por su compromiso con el equipo, Félix Rodríguez salía a jugar primera base como los mejores, levantaba piconazos al más genuino estilo de Gonzalo Márquez y corría de espaldas al plato ante elevaditos al jardín derecho corto en zona buena o foul; aunque la primera base no era su posición preferida. Por su estabilidad a la hora de esgrimir un bate y largar una línea tendida entre el jardín derecho y el central. Por su seguridad a la hora de perseguir elevado hacia la raya del jardín izquierdo. Mantener ese nivel de rendimiento por 17 temporadas indicaba que el reconocimiento, el retiro de su número, la inducción al Salón de la Fama de Magallanes, tendría que llegar más temprano que tarde. Subiendo por la calle Bolívar, si la memoria no te falla, al final está un puente que empalma con una carretera flanqueada de cañaverales. Al avanzar unos tres o cuatro kilómetros se llega al pueblo, Aricagua, Aricagua…así tal cual es como se escribe la villa donde nació Felix Rodríguez. Recuerdas una vez, 1975 o 1976, te pareció ver a un tipo corpulento, de bigotes y algo de barba incipiente. De pronto te pareció el mismo de las barajitas, el del estilo de bateo bien plantado y reflexivo, de quien el propio Luis Aparicio reconoció en medio de una serie de play off Magallanez-Zulia que “ese zurdito es uno de los bateadores más peligrosos de toda la liga”. Dudaste un instante si era o no y de pronto casi automático, casi inconsciente, preguntaste: “Disculpe señor…¿usted es el pelotero profesional…Felix Rodríguez?” El tipo primero retrocedió, luego entrecerró los ojos y por último sonrió. Dijo que no tenía mucho tiempo. Cuando le pregunté si de verdad era de Aricagua. Sacó unas guayabas pintonas de un bolso, me dijo que ese mediodía habia subido a todas las matas de guayaba que frecuentaba en su niñez en Aricagua. También sacó un puñado de castañas. Es muy probable que Félix haya visto el gazapo de su lar nativo en el muro frente a la tribuna central del José Bernardo Pérez, de seguro estuvo tentado a hacer la observación de que el nombre de su pueblo estaba mal escrito, quizás luego se confió que de alguna manera alguien les indicaría el error y lo corregirían. Desde entonces has visto varias reseñas sobre Félix Rodríguez y el Salón de la Fama de Navegantes del Magallanes, en todas sigue apareciendo la denominación que guardando las distancias en un corrector ortográfico diría: Aricagua, pueblo del suroeste del estado Sucre, ubicado en el municipio Montes. Aricarigua, solo existe en visiones fantasmales, o en el descuido de una transcripción tipográfica. A veces un error ortográfico puede hacer incompleto un homenaje o superficial un tributo.

Alfonso L. Tusa C. Octubre 09, 2025. ©