domingo, 30 de noviembre de 2025

Como la llegada de un pitcher puede cambiar un equipo de beisbol.

Al confirmar que los Medias Rojas de Boston habían obtenido al pitcher derecho Sonny Gray en cambio con Cardenales de San Luis este martes 25 de noviembre, fue inevitable rememorar aquella transacción en la cual el gerente deportivo de Navegantes del Magallanes, John Carrillo, había conseguido al pitcher Juan Carlos Pulido a cambio del jugador del cuadro Alfredo Pedrique. A mediados de 1991.En principio muchos se quejaron por entregar a un pelotero tan útil como Pedrique por un pitcher que para ese momento apenas era un utilizado como relevo intermedio o corto, más con funciones de lo que ahora se conoce en la jerga beisbolera como setup o preparador de los pitchers del octavo y el noveno, inning.Las dos primeras temporadas (1991-1992 y 1992-1993), parecía que se cumplía el presagio de los escépticos, un pitcher sin pena ni gloria que venía a relevar entre el quinto y el séptimo inning por lo general sin decisión. Entonces llegó la temporada 1993-1994 y tuvo marca de 11-1 con efectividad de 2.24 en 92.1 innings. Apareció “El Domador”, ese pitcher dominante que garantizaba que su equipo tenía más del 90 % de probabilidades de triunfo. Es uno de los últimos pitchers de LVBP en ganar al menos 10 juegos en un temporada, habría que comprobarlo, es posible que sea el último que ha logrado tal cantidad de victorias. En sus siete temporadas con Magallanes logró 36 victorias y su efectividad osciló desde 2.92 hasta 1.92. En ese lapso los Navegantes ganaron tres campeonatos.Ese quizás este entre los tres mejores cambios en la historia de Navegantes del Magallanes junto al de Dámaso Blanco y Gustavo Gil, y el de Mario Lisson. ¿Será Sonny Gray ese pitcher que transforme a los Medias Rojas de Boston para llevarlos hasta la Serie Mundial de 2026?
Alfonso L. Tusa C. Noviembre 30, 2025.

sábado, 29 de noviembre de 2025

Cuatro cosas por saber del nuevo pitcher de Medias Rojas de Boston, Sonny Gray.

Los Medias Rojas hicieron un cambio donde obtuvieron a Sonny Gray la mañana de este martes 25 de noviembre, mientras enviaban al pitcher derecho Richard Fitts y al lanzador zurdode ligas menores Brandon Clarke a San Luis. Gray tuvo marca de 14-8 con efectividad de 4.28 y una tasa de ponches de 27 por ciento y 5 por ciento de tasa de boletos en 180.2 innings para los Cardenales en la temporada de 2025.
Emma Healy. The Boston Globe. Noviembre 26, 2025.
Gray, quien jugara beisbol universitario en Vanderbilt y fuese seleccionado en la primera ronda del draft de 2011 por los Atléticos de Oakland, ha jugado 13 temporadas en grandes ligas a tarvés de cinco equipos. Aquí están cuatro cosas a saber del pitcher más nuevo de los Medias Rojas. 1.- Es amigo cercano de algunops grandes nombres de Boston. Vanderbilt ha sido un productor perenne de grandes ligas a través de la estadía de dos décadas del entrenador de los Commodores, Tim Corbin, y el tiempo de Gray allí no fue la excepción. Mientras estaba en Vanderbilt, Gray compartió habitación con Mike Yastrzemski __ nativo de Andover, estrella en la preparatoria de St. John, nieto del inquilino del Salón de la Fama Carl Yastrzemski, escogencia de los Medias Rojas en el draft de 2009, y actual jardinero de grandes ligas. También creció cerca de David Price, quien se crió a pocos pueblos de Gray en Murfreesboro, Tenn., a pesar de no jugar en la misma nómina. Price jugó para los Commodores desde 2005 hasta 2007, cuando Tampa Bay lo seleccionó de primero en el draft de ese junio. Entonces vino Gray, quien lanzó por primera vez para Vanderbilt en la primavera de 2009. Vehicle damaged after bricks fall from building in the North EndVehicle dam Price firmó en 2015 un contrato de siete años, por 217 millones de dólares con los Medias Rojas, lo cual le convirtió en el pitcher mejor pagado del beisbol para ese momento, y llegó a convertirse en pieza clave del equipo de Boston ganador de la Serie Mundial de 2018, al pitchear siete innings de una carrera en el quinto juego mientras los Medias Rojas vencían a los Dodgers 5-1. Gray y Price han mantenido su amistad y a menudo trabajaban juntos en su alma mater mientras progresaban en sus respectikvas carreras. 2.-Fue un Troy Bolton de la vida real en la escuela secundaria...algo por el estilo. Mientras destacaba en los campos de beisbol y futbol americano como estudiante en Smyrna High School en Tennessee, Gray vivía una doble vida como estrella musical. Interpretó el papel principal de Troy Bolton en la producción de su escuela “High School Musical” __la cual, es muy divertida, y trata de la historia de un baloncestista estrella que también tiene una pasión por el teatro. Corbin estuvo en la audiencia en una de las actuaciones de Gray mientras trataba de reclutar al pitcher. Pero hubo un problema.. “Él era el cantante principal, no puede cantar, es terrible”, le dijo Corbin a Bleacher Report en 2016. “Coo todo lo que Sonny hace, el pensaba que era muy bueno. Y es muy bueno en la mayoría de las cosas. Solo que cantar no es una de ellas”.
3.- Luego de una tragedia, él mostró enfoque y determinación. Gray, por entonces qurterback titular de primer año en Smyrna High School, estaba con su madre y hermanas en el Vanderbilt University Medical Center la mañana del 26 de agosto de 2004, cuando se tomó la decisión de desconectar a su padre de los equipos que le daban vida artifical luego de un accidente automovilítico ocurrido temprano en la mañana. El entrenador del equipo de futbol americano de Smyrna Philip Shadowens estuvo con la familia en el hospital, y cuando el entrenadorse marchaba,Gray se le acercó y le dijo que quería jugar en el juego de los Bulldogs esa noche. Shadowens se resistió al principio y le dijo a su quarterback que debía estar con su mamá y hermanas en medio de la tragedia. “Y entonces él memiró fijo a los ojos, como un muchacho de 14 años de edad, y dijo, ‘Entrenador, mi papá habría querido que yo jugara esta noche’”, dijo Shadowens, de acuerdo al NewYork Daily News. Gray lanzó tres pases de tocuhdowns esa noche mientras Smyrna vencía a Hendersonville 48-42. “Suena como folklórico, pero ese es quien Sonny siempre ha sido”, le dijo Shadowens al Daily News. “Por eso es que es el chico dorado de Smyrna, Tennessee”. Gray llegó a ganar títulos seguidos estadales en futbol americano en 2006 y 2007 y fue nombrado Tennessee’s Gatorade Player del año en 2007 y 2008. 4.- Los Medias Rojas perdieron a Gray por muy poco en el draft de MLB de 2011. Los Medias Rojas seguían en el turno del reloj y se preparaban para seleccionar a Gray cuando los Atléticos lo atraparon en la selección 18 del draft de 2011. Con Gray fuera de alcance, Boston optó por el pitcher derecho y nativo de Connecticut, Mat Barnes, quien jugó nueve temporadas con el uniforme de los Medias Rojas. Barnes apareció como relevista en el primer juego de la Serie Mundial de 2018, un triunfo 8-4 sobre los Dodgers.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Noviembre 29, 2011.

viernes, 28 de noviembre de 2025

Daguerrotipos de la Escuela José Luis Ramos. Cumanacoa.

Es un poco difusa la imagen. ¿Tal vez 1969? ¿Quizás 1970? Por esa época la directora del plantel, la maestra Delmira Núñez y su adjunta, la subdirectora Dora Bárcenas, idearon una rutina muy valiosa. Empezaron por llevar sus discos de acetato de música típica venezolana. En principio escuchaban los valses, seis por derecho, joropos, merengues, etc., dentro de la sala de la dirección. Una mañana, al inicio del recreo Dora observó a varios alumnos asomados en la puerta de la dirección. Solo querían saber de donde venía esa música. La subdirectora sacó el altavoz y lo colocó en la puerta y pronto casi toda la escuela gravitaba, jugaba, sonreía alrededor de esa música. Entonces Delmira y Dora acordaron identificar los temas antes de ponerlos bajo la aguja del tocadiscos. Así aparecieron nombres como: Conticinio (Laudelino Mejías), Río Manzanares (José Antonio López), Carretera (Aldemaro Romero). Los alumnos siempre pedían una canción más al terminar el recreo. Les digo que tanto Dora como Delmira se tomaban muy en serio la charla sobre la música y los compositores. Cada día tenían un detalle especial, los dos que más se me grabaron fueron cuando explicaron el significado de la palabra conticinio, la sola idea del silencio nocturno transmitía una electricidad estática que nos paralizaba por minutos. Hablaban con tal propiedad de los detalles musicales que parecía que estuviésemos en medio de la orquesta de Laudelino Mejías. También disertaban mucho sobre un tal Antonio Lauro y su joropo Seis por derecho, luego remataban con la obra principal de Lauro: el vals Natalia. Disfrutábamos un mundo aquellas charlas y mucho más el sonido de esa música.
Esa magia se alteró una mañana cuando mientras jugábamos en el patio contíguo a la sala de la dirección, le di un puñetazo a la pelota de goma que se estrelló contra el mueble del tocadiscos e hizo saltar la aguja sobre el disco.Hasta ahí llegó el juego de beisbol. Dora estuvo revisando la aguja y el disco. Me dijo que debía ir a la tienda del señor Julián Suarez, “a ver si le quedan agujas de estas”. Con mirada severa y voz firme, la maestra me dijo que tenía que ir todo el tiempo en la acera y al terminar la cuadra tenía que ver a izquierda y derecha para ver si venían carros. Nada de mirar para arriba y para abajo. El señor Julián dijo que ya no tenía ese tipo de agujas, hacía tiempo que no las había conseguido más. Cuando me resignaba a que ya no tendríamos más música en el recreo. Se acercó un tipo que siempre había visto tocar el oboe en las retretas de la plaza Bolívar. Iván Mariña me dijo que él podía tratar de repararla. Fuimos a su taller de relojería y sacó sus herramientas y también una colección de agujas. Me dijo que seguro Dios andaba conmigo, había encontrado una aguja idéntica.Cuando se enteró que era la aguja del tocadiscos de la escuela; Iván tomó una caja rectangular de superficie corrugada y tonalidades azabache y carrubio. Las maestras Dora y Delmira agradecieron que el propio Iván instalara la aguja en el brazo del tocadiscos y luego de comprobar la operatividad de la misma, acordó una sorpresa con ellas. A la hora del recreo, en vez de sonar el tocadiscos, Iván infló sus pómulos y le sacó al oboe las notas más intensas de Río Manzanares, la tranquilidad de Conticinio, la efusividad de Seis por derecho, la fluidez de Carretera y el brillo de Natalia.
Alfonso L. Tusa C. Noviembre 28, 2025.

jueves, 27 de noviembre de 2025

El Antiguo Infielder Richie Hebner.

 El una vez tercera base tiene buenas memorias de su carrera, pero desea haber tenido la oportunidad de jugar en un Juego de Estrellas.
 Kevin Glew. Baseball Digest. Octubre 2004.
 Cuando Richie Hebner no está en el estadio de beisbol, podría encontrarse con un pie en la tumba.  No, el antiguo tercera base de los Piratas de Pittsburgh no esta muriendo, pero el pasa un apreciable período de tiempo en los cementerios.  “Excavé 30 tumbas el invierno pasado”, dijo Hebner, quien trabaja en el negocio de excavar tumbas de su familia en el receso entre temporadas. “En el beisbol escuchas a los peloteros quejarse cuando batean un elevadito. Nunca oigo a nadie quejarse cuando  excavo tumbas. La compañía es muy silenciosa”.  Como lo muestra el destino, el nativo de Boston resultó ser tan bueno con el bate como con la pala. Al crecer con cinco hermanos, el determinado jovencito tuvo suficientes oportunidades de practicar sus destrezas beisboleras. Y a la edad de 18 años había impresionado lo suficiente a los Piratas para que lo seleccionaran como su primera escogencia del draft amateur de 1966.   Un Hebner de amplia visión debutó en Grandes Ligas en septiembre de 1968, sin embargo, no fue hasta el inicio de la próxima temporada que batearía du primer imparable.  “Fue contra Bob Gibson. Yo quería la pelota, pero no me atreví a pedirla porque Gibson lucía muy intimidante”, recordó él.  El voluntarioso infielder bateó .301 ese año para liderar a todos los novatos de la Liga Nacional. Luego de otra sólida temporada en 1970, el corajudo bostoniano jugaría un papel clave en el equipo de los Piratas que ganó la Serie Mundial de 1971.  El joven tercera base descargó un jonrón ganador en el tercer juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional y agregó tres imparables más, incluido otro cuadrangular, en el juego final de esa serie.  Hebner también fue parte de una fuerte escuadra de los Piratas que capturó otro título divisional en1972, que perdió ante Cincinnati  la serie de campeonato de la Liga Nacional por un wild pitch de Bob Moose.  “Fue una larga caminata de regreso al dugout en ese viejo estadio de Cincinnati en el mejor de los días, pero ese día parecía una carrera de taxi de 10 $”, recordó él.  La derrota, sin embargo, fue puesta en perspectiva ese receso entre temporadas, el compañero de equipo Roberto Clemente falleció cuando su avión que llevaba ayuda humanitaria a los sobrevivientes del terremoto de Nicaragua, se estrelló  en el océano.
 “Fuimos a Puerto Rico a presentar nuestro respeto, y debe haber habido unas 5000 personas paradas en la costa, juro que ellos pensaban que él iba a salir de las aguas”, dijo él.  Afectados por la muerte de Clemente, los Piratas fallaron en ganar su división en 1973, pero se recuperaron para ganar el título de la división este de la Liga Nacional las dos temporadas siguientes, con lo cual alcanzaron cinco coronas divisionales en las primeras siete temporadas de Hebner.   Después de la campaña de 1976, el gran trabajador veterano firmó con los Filis de Filadelfia, donde jugaría primera base y participaría en dos postemporadas más. Pero cuando los Filis firmaron a Pete Rose después de la temporada de 1978, el entusiasta infielder fue cambiado a los Mets de Nueva York.  A pesar de comandar a los Mets en carreras empujadas en 1979, Hebner fue negociado a los Tigres de Detroit en el receso entre temporadas. Fue en la ciudad del motor donde disfrutaría su mejor temporada ofensiva (82 carreras empujadas en 104 juegos) en 1980.  “Un lamento que tengo es nunca haber participado en un  juego de estrellas “, dijo él. “Tenía 62 carreras empujadas en el receso del juego de estrellas y no me seleccionaron”.  A finales de la temporada de 1982 Hebner se encontró de vuelta en Pittsburgh, se mantuvo allí la campaña de 1983. Entonces firmó con los Cachorros de Chicago. Fue utilizado principalmente como bateador emergente y conectó para .333 en 1984 y ayudó a impulsar a los Cachorros hacia la postemporada.  Hebner pasó una temporada más en Chicago antes de pasar a labores de coach. Junto a pasantías como coach de bateo de los Medias Rojas y Filis, el extrovertido bostoniano ha trabajado con las organizaciones de los Piratas, Azulejos y Devil Rays (su trabajo actual es con los Bulls de Durham, el equipo AAA de los Rays).  El antiguo pelotero admite que puede ser frustrante trabajar con algunos peloteros de hoy.  “En la actualidad pagan mucho dinero en las mayores, así que si no puedes fajarte aquí en AAA, recoge tus cosas y empieza una vida nueva”, dijo él. “Algunos peloteros no quieren esforzarse”.  En cuanto a ser coach de Grandes Ligas otra vez, él lo recibiría con gusto, pero no se preocupa por eso. “Lo que sea que ocurra, ocurre. No me trasnocho por eso”, dijo él.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Julio 27,2016.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Los Marineros de Seattle contratan a Scott Servais como manager

 23-10-2015. Seattle Times. Ryan Divish.
 Los Marineros de Seattle han determinado su manager para le temporada 2016 y más allá.
  Los Marineros nombraron al antiguo asistente del gerente general de los Angelinos, Scott Servais, su manager este viernes  23 de octubre.
 “A través de más de 20 años que he conocido a Scott, lo he visto como una de las personas más completas, bien balanceadas e inclusivas personas de la industria del beisbol”,  dijo  el gerente general de los Marineros Jerry DiPoto en una declaración. He sido afortunado  de llamarlo compañero de equipo como  jugador, también trabajé cerca de él  como líder organizacional  con  Colorado y Los Angeles.  Él es un comunicador con grandes conocimientos de beisbol y destrezas de liderazgo. De verdad creo que su carácter fuerte y experiencia como jugador, coach y ejecutivo lo ha preparado para esta oportunidad”.  Servais es el décimoséptimo  manager a tiempo completo de los Marineros. Será presentado el lunes durante una conferencia de prensa en Safeco Field.  “Estoy emocionado y agradecido por la  oportunidad de dirgir a los Marineros de Seattle”, dijo Servais en la declaración del equipo. “Dirigir un equipo de Grandes Ligas ha sido por mucho tiempo mi meta y  mientras tomé un camino algo diferente  al de muchos,  tengo confianza en mi habilidad  para  liderar. Tenemos un grupo de peloteros magnífico y estoy buscando el cuerpo técnico que me ayudará a establecer una cultura ganadora aquí mientras trabajamos  para poner un equipo de calibre campeonil sobre el  terreno para los aficionados del noroeste.  Los Marineros también nombrarán  a Tim Bogar coach de banca, de acuerdo a fuentes beisboleras.  Servais y Bogar, ambos de 48, son cercanos a DiPoto, fueron sus asistentes con los Angelinos d Los Angeles esta temporada. DiPoto y Servais jugaron juntos con los Rockies de Colorado en 2000.  Esa relación anterior s clave para DiPoto, quien a veces chocaba  con el manager  Mike Scioscia durante su estadía en Anaheim.  Desacuerdos sobre el uso de analítica avanzada llevó a un enfrentamiento  de poder entre los dos hombres, y el dueño Arte Moreno se puso de lado de Scioscia. DiPoto  renunció en julio.  Luego de ser contratado por los Marineros el  28 de septiembre, DiPoto fue consultado acerca de si retendría al manager Lloyd McClendon. Su respuesta fue una aparente referencia  a su situación con Scioscia:  “Los  mejores  matrimonios  son aquellos  en los cuales te enamoras y luego te casas,  antes que alguien los arregle desde  mil millas de distancia”.  Cuando DiPoto decidió prescindir de McClendon, el  adujo esa experiencia como la razón. Citó diferencias filosóficas acerca del beisbol  como una razón para un cambio.  Servais es el séptimo manager  a tiempo  completo de los Marineros  desde su más reciente aparición en  los  playoffs  en  2001. Él hereda un equipo veterano que se quedó corto  respecto a las expectativas de esta temporada, al terminar con marca de 76-86.  Los Marineros tienen un  núcleo  sólido  de peloteros , que incluye  al  pitcher Felix Hernandez,  el  segunda  base  Robinson  Canó, el jardinero Nelson Cruz y el  tercera  base  Kyle Seager,
 Servais  no tiene  experiencia  como  manager.  Él se entrevistó  por el cargo  de manager de los Padres de San Diego hace un mes. Ha trabajado en  oficinas principales de Grandes Ligas  los últimos siete años.  Esta temporada pasada,  él  trabajó  de cerca con DiPoto en Anaheim, supervisando la búsqueda de talento y el desarrollo de peloteros mientras trataba de modelar la filosofía de la organización.  Antes de eso, Servais trabajó durante seis temporadas (2006-2011) como director  principal  de desarrollo de peloteros para los Rangers de Texas. Él fue responsable  del  desarrollo sobre el campo del sistema de ligas menores y trabajó con los cátchers de ligas mayores del equipo.  Luego de decidir  dejar de lado a McClendon, quien tenía contrato para otra temporada, DiPoto dijo que encontrar  alguien con experiencia como manager no era una prioridad  en  su búsqueda.  “La experiencia en el beisbol cuanta mucho sin importar de donde viene”, dijo él. “Pienso que tener  un pasado en las Grandes Ligas pesa, sin importar si es como coach, manager, jugador, etc., es importante. Pienso que eso da credibilidad en el clubhouse,  pero además de eso proporciona liderazgo, construcción de un equipo, habilidad para inspirar un ambiente”.  El movimiento sigue una  tendencia  reciente  de  Grandes Ligas en la cual los equipos han contratado managers sin  experiencia  dirigencial. Eso incluye  a Mike  Matheny  de  los  Cardenales  de  San Luis, Robin Ventura de los Medias Blancas de Chicago y Walt Weiss de los Rockies de Colorado.  Bogar había sido asomado como el candidato principal al cargo de  manager antes que DiPoto decidiera prescindir de McClendon.  Bogar fue contratado como asistente especial de DiPoto con los Angelinos esta temporada. Antes de eso, Bogar fue  coach de banca  para  los  Rangers  de Texas en la temporada 2014.  Fue promovido como manager interino el 5 de septiembre  de  2014 cuando el manager de los Rangers, Ron Washignton,  renunció.  Los  Rangers  tuvieron  marca  de 14-8  con  Bogar como manager. Bogar pasó cuatro años  dirigiendo en las ligas menores antes de ganar experiencia como coach de Grandes Ligas con  los  Rayas en 2008  a  las  ordenes  de Joe  Maddon y luego tres temporadas con los Medias Rojas. Él  sirvió  como  manager del equipo  afiliado  AA de  los  Angelinos  en  2013, llevó  a los Travelers  de  Arkansas  a una marca de 73-66. En sus cinco años como manager en las menores, compiló un marca de 362-266.  Carrera de Scott Servais:  2012-2015: Asistente al gerente  general de los Angelinos de Anaheim, búsqueda de talento y desarrollo de peloteros. 2006-2011: Director principal de desarrollo de peloteros de los Rangers de Texas.   2005: Scout profesional de los Rockies de Colorado . 2003-04: Instructor itinerario de catchers de los Cachorros de Chicago. 1991-2001: Jugó 11 temporadas en las mayors con los Astros de Houston (1991-95, 2001), Cachorros (1995-98), Gigantes de San Francisco (1999- 2000) y Rockies de Colorado (2000).      1988-91: Jugó 4 temporadas en el sistema de ligas menores de los Astros de Houston.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Octubre 27, 2015.
Nota del traductor: Actuación de Scott Servais con los Navegantes del Magallanes en la temporada 1991-92: 50 J, 173 VB, 12 carreras anotadas, 51 imparables, 7 2b, 1 3b, 23 carreras empujadas, 12 BB, 25 ponches, 1 br, .295 de promedio de bateo.

Tommy Sandt: El Manager que Condujo a los Navegantes del Magallanes a Tres Postemporadas seguidas en LVBP, Fallece a los 69 años de edad.

La gerencia de los Navegantes, en manos del Sr. Santiago Sánchez González tenía un arduo objetivo que cumplir: terminar con la seguidilla de cuatro temporadas seguidas en el sótano de la liga. La temporada anterior ni la presencia de lanzadores del calibre de Orel Hershiser, Randy Nieman, Brian Holton, Mike Anderson, ni la presencia del manager campeón de la temporada 1976-77, Don Leppert, ni la llegada de Dave Parker hacia finales de la campaña, pudieron conseguir la ansiada clasificación. Sánchez recurrió al viejo pacto con los Piratas de Pittsburgh y consiguió que le permitiesen traer como manager a un viejo conocido de la LVBP, por sus actuaciones con el propio Magallanes (1975-76 y 1979-80) y Tigres de Aragua (1976-77). Desde el propio marzo empezaron a armar la importación. Como Sandt era el manager de los Sailors de Lynn en la Eastern League AA, los Piratas permitieron que algunos de sus prospectos más apreciados vinieran a la liga venezolana: el jardinero Benny Distefano, el pitcher abridor Mike Bielecki y los relevistas Jeff Zaske y Chris Green. A medida que fue avanzando el calendario, empezaron a complementar la importación con Joe Orsulak, Billy Hatcher, Stan Cliburn, Mike Anderson y Ben Callahan. La base criolla del equipo contaba con el jardinero e inicialista Félix Rodríguez, el toletero Alfredo Torrez, el receptor Jesús Tiamo, los infielders Ernesto Gómez, Carlos Porte y Alfredo Pedrique quien fue cedido esa temporada por los Tiburones de La Guaira. Para esa temporada Magallanes envió a los Tigres de Aragua a uno de sus peloteros más representativos, Manuel Sarmiento, a cambio del también relevista Nelson Torres Muñoz y el jugador del cuadro Wolfgang Ramos. A pesar de los pergaminos de la importación y de la presencia de Pedrique, todavía quedaba mucho por demostrar para considerar al equipo con posibilidades reales de acceder a la postemporada. Entonces Sandt empezó a hacer sentir su estilo, el cual consistía en una mezcla de carácter estricto con buenas dosis de sindéresis y asertividad. Recuerdo mucho una noche cuando me mantuve despierto como pocas veces en un juego muy disputado, Magallanes era visitante y el juego estaba empatado. Con la carrera de perder en tercera base y un solo out, Felo Ramírez observaba en la transmisión radial que no entendía como el manager Tommy Sandt podía jugar con sus tres jardineros en posición normal cuando con cualquier elevado tomado en esa ubicación el corredor de tercera podía anotar y dejarlos en el terreno. El comentarista del circuito intervino para explicar que Sandt dejaba a sus jardineros jugar en posición normal porque sabía que tenían muy buenos brazos. Cuando Felo respondía que por más potente que fuese el brazo de un jardinero, había circunstancias donde eso no era determinante…salió un elevado hacia el jardín derecho, cuando todo indicaba que el rival dejaba sobre el terreno al Magallanes, Distefano tomó la pelota y pintó un strike en la mascota del cátcher Cliburn. Felo casí se atraganta: “…y lo están esperando en el plato, ¡Qué bárbaro amigos, clase de tiro ha hecho Benny Distefano para retrartar al corredor en el plato!...” Pocas veces en el Magallanes se ha visto un trío de jardineros con brazos tan potentes como aquel de Billy Hatcher, Orsulak y Distefano.
Un juego que siempre recuerdo por emotivo y porque muestra que tipo de manager era Tommy Sandt ocurrió el 9 de noviembre de 1984. Esa noche los navegantes recibían la visita de los para ese momento campeones vigentes de LVBP, los Tiburones de La Guaira, allí estaban Raul Pérez Tovar, Juan Monasterios, Oswaldo Guillén, Gustavo Polidor, Clint Hurdle, Norman Carrasco, Antonio Córdova, Gary Pettis, dirigidos por Oswaldo Virgil quien en esa oportunidad envió al montículo a Marty Decker. Sandt le entregó la pelota a Ben Callahan. En medio del fragor de un duelo de pitcheo sin carreras, Sandt notó el desgaste de su abridor y para el octavo episodio trajo a relevar al meteórico Chris Green, y cuando este parpadeó en el noveno inning, cuando los escualos, marcaron una rayita, Sandt corrió hacia el montículo y llamó a Jeff Zaske. Virgil trajo a su cerrador Jeff Dedmon para el cierre del noveno, pero Orsulak y Distefano se encargaron de enviar el juego a extra inning. Cuando La Guaira volvió a tomar la delantera en la duodécima entrada, Sandt regresó al montículo, para llamar primero a Felix León para lanzarle un boleto disimulado a Hurdle, y luego trajo a Nelson Torres Muñoz, quien logró mantener ese inning en una carrera. Entonces para el cierre de esa entrada, luego del sencillo de Ernesto Gómez, Sandt trajo de emergente al recién llegado Wolfgang Ramos y este ha destapado un linietazo que retumbó en todo el José Bernardo Pérez, la pelota pico sobre la raya de caal y se internó en las profundidades del jardín derecho, la carrera de Gómez desde primera hasta el plato fue digna de un maratonista en los últimos cien metros, Magallanes volvía a igualar la pizarra. En los parlantes del estadio se escuchaba una canción de Lionel Ritchie llamada “All Night Long”. Cuando en el cierre del inning catorce Cliburn remolcó a Gómez con la carrera de la victoria, muchos mencionaban a Callahan, Distefano, Orsulak, Ramos, Gómez, Green, Zaske, Torres, Cliburn, pero los conocedores del juego sabían que la estrategia de Sandt había tenido mucho que ver con ese triunfo.
Alfonso L. Tusa C. 03 de diciembre de 2020. ©.

martes, 25 de noviembre de 2025

Diez de 10.

Dificil por la lejanía, son muchos juegos sin engranar el team work. Sin embargo hay que guardar la fe, hay mantener la calma. Hay recursos que parecieran paralizados, en cualquier momento pueden carburar y hacer aparecer esa victoria. Es asunto de recordar que hay resiliencia para lograr ese cero de bases llenas, de traer esa carrera desde segunda manufacturando o rememorando como es estrellar la pelota contra la pared del jardín derecho y remolcar esa carrera de poner adelante al equipo. Aun con esas trabas de bateadores que deben bajar en el orden al bate o simplemente sentarlos , hoy se comienza esa seguidilla, esa ruta de momentos de inspiración donde se da todo desde el alma,hasta ver resplandecer el brillo de la victoria. Retomar el coraje, corregir sobre la marcha hasta demostrar que si se puede regresar y demostrar que si hay vergüenza y disposición para sacar los outs necesarios. Alfonso L. Tusa C. Noviembre 25, 2025.

Joe Margoneri pitcher de los Gigantes de Nueva York y los Navegantes del Magallanes

Pitcher de otrora aficionado a los bolígrafos
 Ron Paglia. The Valley Independent. 15-04-2012.
 Con el béisbol profesional a sus espaldas, Joe Margoneri reconoció que era tiempo de “conseguir un trabajo de verdad” cuando él y su familia regresaron a su lugar de origen en 1960.  Había trabajado en las minas de carbón antes de ingresar al béisbol profesional y tuvo una variedad de trabajos durante los recesos entre temporadas para “ayudar a pagar las cuentas” a través de los años.   "Muchos de los peloteros que no ganaban el dinero que les pagan hoy tenían que buscar trabajo cuando terminaba la temporada", dijo Margoneri. "Un año trabajé en un aserradero. Hubo oportunidades cuando apliqué para los cheques de paro forzoso. Eran como 30 $ semanales entonces pero ayudaban".  Su adaptación al "mundo real" evolucionó con la asesoría de su cuñado, Mark Nigro de Yukon, dijo Margoneri, quién vive con su esposa cerca de West Newton.  "Él trabajaba en la planta de International Paper en Yukon, en la Interestatal 70, y me dijo que había una vacante allí", recordó Margoneri. "Me emplearon y trabajé como supervisor hasta que vendieron la compañía y me transfirieron a Pittsburgh. La firma cambió de manos unas pocas veces más pero seguí trabajando hasta que me retiré en 1991".  Margoneri y su esposa, quienes celebraron su aniversario de bodas 58 en enero, enfatizaron que el "glamour y el brillo" del béisbol profesional no es todo lo que parece ser.  "Permanecíamos separados la mayor parte de la temporada cuando el equipo estaba de gira", dijo Helen Margoneri. "Cuando Joe jugaba con los Gigantes de Nueva York, vivíamos en apartamentos fuera de la ciudad. Todas las esposas y novias de los jugadores se reunían y cenaban juntas y cenaban en sus casas junto con los niños". El joven lanzador contaba con su esposa para mantener unida la familia.  "Siempre me sentí mal por dejar solas a Helen y las niñas", dijo Margoneri. "Ellas se quedaban en un apartamento en Dobb's Ferry White mientras yo volaba a San Luis, Pittsburgh u otro lugar. Pero ellas lo afrontaban de la mejor manera y tengo que darle todo el crédito del mundo a Helen por apoyarme con mi carrera y por hacer el gran esfuerzo de criar a nuestras hijas durante ese tiempo".  El reto de los viajes.  Viajar fuera de Estados Unidos también fue inolvidable.  Margoneri viajó a Sur América luego de la temporada de 1954 para lanzar con Magallanes en la liga venezolana. Helen decidió hacer el viaje para visitar a su esposo.  “Fue una de las experiencias más terribles de mi vida”, dijo ella. “El vuelo desde Nueva York a Caracas pareció durar una eternidad. Joe no pudo irme a buscar y hasta que aterricé fue que supe que el estadio quedaba  a más de 30 kilómetros del aeropuerto y tenía que tomar un taxi para llegar allá. Yo no hablaba ni una palabra de español pero de alguna manera el taxista entendió a donde quería ir. La mayor parte del trayecto fue a través de las montañas por caminos estrechos y tortuosos. Lloré por toda la vía. Fue una noche que nunca olvidaré”.
 La evaluación de Margoneri mejoró mientras lanzaba con Magallanes. Dejó marca de 7-4 y 62 ponches para ayudar a su equipo a ganar su tercer campeonato de la liga venezolana en cinco años. Magallanes también jugó en la Serie del Caribe, una competición de todos contra todos que enfrentaba a los equipos campeones de las ligas invernales.  “En aquella serie había grandes jugadores”, dijo Margoneri. “Puerto Rico tenía a Willie Mays y a un jovencito llamado Roberto Clemente. Se podía decir que tenían las herramientas  para triunfar en Grandes Ligas. Hacían que todo pareciera muy fácil…batear, fildear, correr las bases”.  Mays y Margoneri fueron compañeros con los Gigantes y Margoneri enfrentó a Clemente, quién llegó al Salón de la Fama con los Piratas de Pittsburgh,  durante su estadía con el equipo de Nueva York.  Una de las partes importantes de ser parte de la organización de los Gigantes era codearse con celebridades ajenas al béisbol cuando Leo Durocher fue el manager.  Leo estaba casado con la actriz Lorraine Day y siempre había fiestas o cenas en sus casas de California o en los entrenamientos primaverales”, dijo Margoneri. “Era como una especie de Quién es quién de Hollywood en la misma habitación, Humphrey Bogart y Lauren Bacall, Doris Day, Gary Cooper, estuvieron ahí una noche. Eran amigos de Leo y Lorraine y también grandes aficionados al béisbol. Algunas de las estrellas hasta se ejercitaban con nosotros en el campo de entrenamiento. Robert Wagner hacía los ejercicios para mantenerse en forma. Todavía pienso en aquellos tiempos cuando lo veía en los comerciales de televisión”.  Helen Margoneri también recuerda al “alto y buenmozo extraño” quién la asistió en el aeropuerto de Minneapolis.  “Estaba esperando a que Joe regresara de una de sus giras y nuestra hija JoAnn estaba conmigo”, dijo ella. “Estaba embarazada de nuestra hija Roxanne, no me sentía bien y tuve que sentarme. Cuando empezaba a levantar a JoAnn, oí una voz profunda que decía, ‘Disculpe señora. Déjeme ayudarla’. Miré hacia arriba y ahí estaba Gregory Peck sonriendo y sosteniendo a mi hija en sus brazos. Nunca supe que estaba haciendo en el aeropuerto de Minneapolis, pero fue muy amable con nosotras”.  Margoneri recibió otro recordatorio inesperado pero bienvenido de aquellos días, el año pasado.  “Había un sobre de Major League Baseball en el correo”, recordó. “Lo abrí y encontré un cheque de 2500 $. Era mi pensión por haber jugado para los Gigantes. Estaba sorprendido porque había renunciado a cualquier esperanza de conseguir una pensión. No existía un sindicato de jugadores en aquellos tiempos, estábamos a merced de los dueños. Había oído por muchos años que el sindicato estaba peleando para conseguir las pensiones de los jugadores de otras épocas, el cheque fue una completa sorpresa. Recibo uno cada año”.
 Mientras Margoneri dependía de su talento como pitcher zurdo, siempre ha sido muy habilidoso con ambas manos.  “Él construyó nuestro hogar desde la nada”, dijo su esposa.  “Cuando nos mudamos a West Newton, compré una casa rodante de dos remolques que ubicamos en nuestra propiedad”, dijo Margoneri. “A medida que la familia crecía, era obvio que necesitábamos más espacio, empecé a construir nuestra casa. Tomó largo tiempo terminarla, mucho trabajo duro, pero estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado”. Cinco hijas.  Los Margoneri son los padres de cinco hijas, JoAnn Lennert y Diana Moore de West Newton, Roxanne McBride de Jeannette, Deborah Margoneri de Grayson, Georgia. Y Kimberly Sleith de Smithton. Tambien tienen 13 nietos y 4 biznietos.  “Fuimos bendecidos con una hermosa familia”, dijo Helen Margoneri. “nuestra hijas están pendientes de nosotros. La casa siempre está llena los días feriados y otras ocasiones especiales. No cambio eso por nada”.  Margoneri ve los deportes por televisión pero no ha asistido a un juego de béisbol de Grandes Ligas en muchos años.  “La última vez que vi jugar a los Piratas en persona fue en el viejo Three Rivers Stadium”, dijo. “Sigo el béisbol y el futbol americano regularmente y disfruto mucho a los Penguins. Han estado en aprietos esta temporada y el jockey es un gran deporte, con mucha acción”.  No se ha mantenido en contacto con muchos de sus antíguos compañeros a través de los años. Ni ha participado en juegos de veteranos, que se efectuan en San Francisco.  “Usted sabe como es eso, hay tipos de todas partes en tu equipo y cuando te vas, se pierde el contacto”, dijo. “Dusty (Rhodes) y yo nos mantuvimos en contacto. Lo conocí en el entrenamiento primaveral de 1955. Fue el héroe de los Gigantes en la Serie Mundial de 1954. Caminaba por el club house y hablaba de varios temas. Pero era un tipo con los pies sobre la tierra proveniente de un pueblo pequeño (Mathews) de Alabama, nos llevábamos bien.  “Jugábamos mucho a las barajas, especialmente en los viajes. Dusty siempre tenía historias divertidas que contar. Tenía un gran sentido del humor pero también tenía un lado serio. Cada vez que hablábamos por teléfono a través de los años, él siempre preguntó por Helen y nuestra familia y quería asegurarse de que estábamos en buena salud. Hablé con él antes de morir, el 17 de junio de 2009, pasamos grandes momentos con todas esas memorias. Me hizo reir aún entonces con sus historias”.  Margoneri, quién fue inducido en el Salón de la fama deportivo de Westmoreland County en 1985, también tiene oportunidad de retomar esas memorias cuando le piden autógrafos y fotos.
 “Mucha gente todavía me escribe”, dice. “Es agradable ser recordado muchos años después. Mandé imprimir varias postales con mi fotografía, las firmaba y las enviaba a quienes las pedían”.  También disfruta los “amistosos pero competitivos” juegos de poker en The Meadows Racetrack and Casino cerca de Washington.  “Es una buena excusa para que salgamos de vez en cuando”, dijo. “Todos nos conocemos en los juegos de poker y disfrutamos mucho. Ganar hace que disfrutemos más. Los jugadores tienen apodos. El mío es ‘Big Leaguer’”.  Joe y Helen Margoneri saborean cada momento que pasan juntos.  “Ella es la mejor compañera que he tenido”, dijo él. “Ella es un ángel en todo el sentido de la palabra”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Abril 30, 2012.

lunes, 24 de noviembre de 2025

  Reportes desde el Salón de la Inmortalidad de los Navegantes del Magallanes, (diciembre de 2019): El Juego de Willie Horton que siempre recordaré.

No se trata de ninguna de sus gestas de la temporada de grandes ligas de 1968, cuando los Tigres de Detroit ganaron el banderín de la Liga Americana y luego la Serie Mundial ante el implacable Bob Gibson, tampoco de la justa de 1972 cuando los Tigres conquistaron la división este del joven circuito. Me refiero a la temporada de 1978-79, cuando ante mi incredulidad tuve que aceptar que Horton había venido a reforzar a los Navegantes del Magallanes, me parecía una broma adelantada de los Santos Inocentes, pocas veces un pelotero consagrado y establecido en las mayores accedía ir a jugar al Caribe. Eso fue lo primero que recordé cuando leí que Willie Horton había sido exaltado al Salón de la Fama magallanero.    Horton había debutado con los Navegantes el 12 de noviembre de 1978, cuando el equipo pasaba momentos difíciles que terminaron con la salida del manager Octavio Cookie Rojas. En medio de una reunión de la gerencia con los peloteros, Horton se ofreció para dirigir el equipo y los directivos aceptaron probarlo. A medida que el equipo empezó a recomponerse y ganar juegos seguidos, el período de prueba se convirtió en estadía y Horton empezó a desplegar la magia que maravillaba a muchos y a veces escandalizaba al comentarista Carlitos González por la heterodoxia ante el famoso librito del beisbol.    Se recuerda mucho el juego del 8 de febrero de 1979, el penúltimo de la Serie del Caribe, cuando Horton trajo a Rafael Cariel de bateador emergente en el cierre del décimo inning  ante el relevista grande liga de los Cerveceros de Milwaukee, William Castro. Si, el mismo donde el jardinero derecho Oswaldo Olivares realizó dos doble matanzas con disparos para hacer out en el plato primero a Omar Moreno o Miguel Diloné en el tercer inning y luego a Nelson Norman en el décimo, ambos outs  con intervenciones magníficas del catcher Baudilio Díaz. El mismo donde Pablo Torrealba y Mike Norris se enzarzaron en tremendo duelo de lanzadores ante Nino Espinosa y Al Holland para llevar el juego igualado 1-1 hasta el décimo episodio. Cariel respondió con metrallazo al jardín derecho para dejar sobre el terreno a las Águilas Cibaeñas.
O el del 19 de enero de 1979, en el tercer desafío de la serie semifinal ante Cardenales de Lara, cuando con el juego igualado 5-5 en la apertura del noveno inning, Horton se sacó desde el propio quinto turno de la alineación y trajo de emergente a Cariel quien descargó imparable al centro ante Greg Minton para remolcar la carrera que ponía al frente a su equipo en el triunfo 7-5 que dejaba al Magallanes adelante en la serie 2-1.    Otro encuentro muy evocado de Horton es el segundo de la serie final ante las Águilas del Zulia, escenificado en el José Bernardo Pérez de Valencia el 27 de enero de 1979. El juego llegó igualado 1-1 al cierre del noveno inning. Luego del primer out, Alexis Ramírez se embasó por infield hit y Rodney Scott despachó doble que dejó hombres en segunda y tercera, lo cual forzó al manager Tony Taylor relevar a Tom Brennan con el zurdo Chuck Kniffin para enfrentar a Oswaldo Olivares, a lo cual Horton respondió enviando de bateador emergente a Rafael Cariel, quien fue boleado intencionalmente. Luego Mitchell Page entregó el segundo out. Steve Ratzer relevó a Kniffin para enfrentar a Horton y ante el primer lanzamiento el manager-jugador tronó linietazo al jardín izquierdo para dejar en el terreno a los aguiluchos en las zancadas de Alexis Ramírez.    Sin embargo el juego que más centellea en mi recuerdo cuando se habla de la estadía de Willie Horton en el barco magallanero, ocurrió el 29 de diciembre de 1978 ante los Tigres de Aragua. Mike Norris lanzó completo un juego de 2 carreras limpias, 6 imparables, 8 ponches y 2 boletos. Aún así Magallanes llegó perdiendo 2-1 al cierre del noveno inning. Por los Tigres abrió Steve Luebber, George Capuzzello lo relevaría en el séptimo tramo. Los bengalíes marcaron sus anotaciones en el tercer y cuarto inning. Los Navegantes descontaron con doble impulsor de Jerry White en el sexto episodio. En aquel cierre del noveno Horton trajo de emergente al joven Alfredo Torres, en sustitución de Alexis Ramírez para enfrentar a Dave Campbell, y Torres respondió con imparable para igualar el marcador. De seguidas no le tembló el pulso para reemplazar al propio Oswaldo Olivares con Rafael Cariel y este le sonó imparable a Mark Daly para remolcar la carrera que dejaba sobre el terreno a los Tigres. Esa temporada salía una versión vespertina del diario Meridiano que se llamaba “Meridiano en la tardecita” o algo por el estilo. El día posterior a ese juego, en la portada había una fotografía de Cariel y en la contraportada una de Torres.  
Alfonso L. Tusa C. 09 de diciembre de 2019 ©.

domingo, 23 de noviembre de 2025

Extracto de la novela inédita “A partir del kilómetro 30...” (Tercera versión 2025). Alfonso L. Tusa.

Primero llamó a uno de los niños del dugout para que jugara tercera base, luego hizo señas y dos más salieron a cubrir los jardines. Cuando de pronto David detuvo la práctica y llamó al resto de los niños del dugout, Julia miró a Amadeo y sonrió. “¡Ajá! Y ahora ¿qué hará?” Por primera vez vio como David permanecía callado, escuchando los puntos de vista de los niños, dejando que discutiesen entre ellos, solo intervino cuando estuvieron a punto de irse a las manos “¿Ves lo que pasa cuando les das muchas libertades?”. Para eso está el manager ahí, pareció decir Amadeo con una mirada que recorrió las fosas nasales y las mejillas de Julia. “Por eso es que no es fácil tratar con seres humanos y menos fácil cuando tratas con varios a la vez. Sino que le pregunten a los maestros de primaria, secundaria y la universidad. Por eso es que no todo el mundo puede ser maestro o manager de beisbol, más aún de beisbol infantil, entonces se maltrata a los niños con la excusa de corregir su mala conducta ¿Por qué no actúan igual ante la mala conducta de los adultos?”Amadeo alzó un poco la voz. El eterno cuento de aprovecharse de la adultez, la paternidad o la maternidad para irrespetar al niño, luego se quejan porque el niño los irrespeta.
Transcripción: Alfonso L. Tusa C. Noviembre 23, 2025.

sábado, 22 de noviembre de 2025

Un encuentro invernal llevó a Shane Reynolds hacia una carrera en Grandes Ligas.

  Paul Letlow
 Cuando Shane Reynolds viajó a Venezuela en 1991, estaba determinado a avanzar en su carrera beisbolera.
Entonces el nativo de Bastrop era un jugador de ligas menores en el sistema de granjas de los Astros de Houston. Su manager de AA, Rick Sweet iba a Venezuela para la pelota invernal y la organización invitó a Reynolds para que jugara allá.    “Yo había tenido una buena segunda parte en la temporada AA”, dijo Reynolds. “Usualmente solo envían tipos con experiencia de AAA o de menos de un año en Grandes Ligas a las ligas invernales. Pero ellos querían que yo jugara y fui”.    La buena fortuna ajuntó a Reynolds con Brent Strom, un gurú de pitcheo quien tenía el don de ayudar a los lanzadores a alcanzar su potencial. El entonces coach del Tucson AAA, no forzaba a los pitchers con conceptos enredados, sino que se enfocaba en identificar y afilar sus fortalezas.    Así que después de observar a Reynolds lanzar unos juegos, Strom le preguntó un día, “ ¿Quieres lanzar 10 años en las menores, o un año en las Grandes Ligas?”    Reynolds no tuvo que pensar mucho la respuesta. “Le dije, ‘Un año en las Grandes Ligas’”.    Eso fue todo, dijo Reynolds. “Él me cambió por completo. Mi mecánica era la de un pitcher de poder, pero solo lanzaba a 90 millas. No eres realmente un pitcher de poder si lanzas 90 millas por hora. Tenía una curva más o menos y un cambio no muy bueno”.    En los lejanos montículos de Venezuela, Reynolds siguió a un mentor hacia su destino. Strom ayudó a Reynolds a desarrollar un estilo de lanzar más vertical y le enseñó como agregar movimiento a su recta. Reynolds mejoró el control en su curva y agregó una recta de dos separados a su arsenal. El aprender su arte, junto con jugar ante grandes multitudes en Venezuela resulto ser un punto de inflexión para Reynolds.    “Pienso que eso fue esencial en mi carrera y me ayudó a llegar a las Grandes Ligas y establecerme”, dijo Reynolds. “Brent Strom, si, le debo mucho a él”.    Reynolds se convirtió en uno de los pitchers estelares de los Astros en la Liga Nacional. Fue abridor del juego inaugural de Houston por cinco temporadas seguidas, ayudó al equipo a ganar cuatro títulos divisionales
y fue parte del equipo de estrellas de la Liga Nacional en 2000.    Reynolds ganó 103 juegos para los Astros en 11 temporadas, incluyendo 20 juegos completos y siete blanqueos. Houston lo indujo en su Astros Walk of Fame en 2012.    “Él fue el pitcher con el cual trabajé mejor”, dijo Strom, quien también cuenta al ganador del Cy Young de 1988, Orel Hershiser, entre sus pupilos. “Nunca tuve un pitcher quien aprovechara la información que yo daba, y sin conocerlo bien entonces como ahora, nunca tuve un pitcher que aprovechara la información y trabajara tan duro”.
 En reconocimiento a sus logros en el beisbol, Reynolds entra al Louisiana Sports Hall of Fame como parte de la clase de 2014.     Será ingresado el sábado 21 de junio por la noche para completar la celebración de inducción del 21 Louisiana Sports Hall of Fame.    “Eso es muy especial, especialmente en tu estado natal”, dijo Reynolds. “Siempre he dicho, ‘Hey, soy de Monroe y Bastrop, Louisiana’. Pasé la mayor parte de mi vida adulta casado en Texas, pero cuando me llamaron para lo del Salón de la fama de Louisiana, guao, eso fue un honor muy, muy especial”.    Al crecer en Bastrop y luego practicar deportes en la Ouachita Christian School de Monroe, Reynolds era un buen atleta en general. Pero reflexionando sobre aquellos días, Reynolds se considera un surgimiento de última hora quien se mantuvo entrenando duro.    “Mis padres, especialmente mi papá, me inculcó la ética de trabajo”, dijo Reynolds. “Él se desempeñaba duro en su trabajo todo el día. Fue mi entrenador de pequeñas ligas desde los ocho años de edad hasta los18. Fue muy determinante en mi preparación, en como yo trabajaba”.    No fue hasta el año final de Reynolds en secundaria que las personas fuera de su círculo empezaron a prestarle atención. Era el as del cuerpo de pitcheo de Micah Harper y estableció el record de una temporada de OCS para ese momento con 11 jonrones en un calendario de 22 juegos.    “No pensé de verdad en jugar beisbol universitario hasta mi año final en la secundaria”, dijo Reynolds, quien estaba interesado originalmente en ir a Arkansas.    Aún así, había dudosos. Harper dijo que Arkansas envió un scout para que lo viera lanzar pero los Razorbacks eligieron dejarlo pasar.    “Lo que ellos no entendían de Shane que yo experimenté es, que él tenía una presencia, una determinación y una madurez que no se ve en un muchacho de secundaria”, dijo Harper. “Nada lo molestaba y nada lo afectaba. El éxito no se le iba a la cabeza y cuando las cosas no salían bien, eso no lo derrumbaba”.    Reynolds se ganó la oportunidad de jugar beisbol universitario en Faulkner University en Montgomery, Ala., y pasó dos años ahí antes de pasar a la University of Texas. A continuación de un primer año tormentoso donde él chocó con el entrenador principal Cliff Gustafson y fue dejado fuera del roster para la Serie Mundial universitaria, Reynolds fue tomado por Houston en la tercera ronda del draft de 1989.    “No nos llevábamos muy bien, pero me vieron y me firmaron”, dijo Reynolds.    Strom cree que el disgusto de Reynolds en Texas ayudó a motivarlo en el beisbol profesional.
 “Pienso que hay algo de historia acerca de él siendo descartado por UT”, dijo Strom. “El hecho de que era un gran joven y trabajador, me impresionó. Una vez que le mostré algunas enseñanzas y trabajamos un poco en eso, no tuve que esforzarme mucho con este muchacho. Él las tomó y las aprovechó”.    Despues de las promociones de 1992 y 1993 que lo vieron pitchear en 13 juegos, Reynolds llegó con éxito a 1994. Se unió a una organización en reconstrucción pero fue capaz de crecer en un gran clubhouse de Houston liderado por Craig Biggio y Jeff Bagwell, entre otros.    “Estar ahí con Craig Biggio, Jeff Bagwell, Ken Caminiti, Luis Gonzalez, ellos jugaban el juego de la manera correcta”, dijo Reynolds. “Las buenas personas y ellos enseñan a los jóvenes como actuar”.    Reynolds tenía un don para encontrar y escuchar a las personas quienes podían ayudarlo a mejorar. Era inseparable del coach de esfuerzo y acondicionamiento de los Astros, Gene Coleman y se hizo fanático de sus ejercitaciones.    “Ha habido muy pocas personas quienes trabajan como Shane, solo un puñado”, dijo Coleman. “Estan Nolan Ryan, Roger Clemens y Shane entre los que trabajaron así de duro”.    Reynolds tenía un lema que lo mantenía mejorando, mientras más duro trabajas, tienes más suerte. En una ocasión su régimen entre aperturas incluía carreras de distancia, mil sentadillas diarias, carreras cortas, pesas y lanzamientos.    “Yo era muy perfeccionista cuando hacia eso cada día y tenía que llegar lo más lejos que pudiera en la carrera de distancia, las sentadillas, la preparación y los lanzamientos para estar 100 por ciento preparado para ese día”, dijo él. “Yo no era un lanzallamas, así que tenía que trabajar las esquinas. Tenía que mantener la sinker perfecta en ese lugar. Mantenerme adelante en la cuenta. Ser capaz de lanzar mis envíos lentos en strike  al estar detrás en la cuenta.    Los compañeros como Biggio apreciaban los esfuerzos de Reynolds.    “Él definitivamente pone mucho de su parte y eso ayuda lo que hace”, dijo Biggio una vez. “No tienes que preguntar nada acerca de si el tipo está poniendo de su parte en tiempo y esfuerzo. Es un tipo por quien no tienes que preocuparte desde ese punto de vista”.     Coleman sonrió cuando le pidieron ejemplos de la fascinación de Reynolds por estar en forma.    “Era casi obsesivo y compulsivo acerca de ejercitarse”, dijo Coleman. “Si hacíamos 10 rotaciones con una pelota medicinal a la derecha y solo nueve a la izquierda, me lo hacía saber. Teníamos que hacerlo de nuevo”.
  Durante su primer receso entre temporadas en Houston, Reynolds rentó un lugar a cinco millas del Astrodomo. “Por lo que Shane iba en bicicleta al Astrodomo”, dijo Coleman. “Y mientras él esperaba en el clubhouse a que viniera el encargado a abrirle la puerta, manejaba alrededor del lugar, lo cual era alrededor de dos millas. Seguía manejando y manejando y entonces se iba a ejercitarse. Después de eso, se iba de vuelta en su bicicleta a casa para otras cinco millas.    En el entrenamiento primaveral, Coleman dijo que su pupilo llegaba al parque horas antes que empezaran las actividades del equipo.    “Si teníamos ejercitación a las diez en punto, Shane llegaba alrededor de las 7”, dijo Coleman. “Salíamos y corríamos juntos y entonces el venía y hacia pesas. Había trabajado más que cualquiera antes que empezara la práctica”.    Al querer mejorar su dieta y conseguir suficiente descanso, Reynolds le prometió a Coleman que estaría en la cama para medianoche durante la temporada, a excepción de los extrainnings. También iba  a comer acompañado por Coleman para comer de manera correcta.    “Él dijo, ‘Si vas a desayunar y almorzar conmigo y me ayudas a elegir que comer, te pagaré todo’”, dijo Coleman. “No era solo que quería mejorar, sino que quería saber que hacer, por qué y cuando hacerlo”.    Reynolds notó que era fácil concentrarse en su carrera porque su esposa Pam lo apoyaba. Novios de escuela secundaria, estuvieron juntos en los años universitarios, cinco temporadas de ligas menores y las mayores.    “Mi esposa es un individuo fuerte”, dijo él. “Honestamente pienso que yo no estaría donde estoy ahora, sin ella. Es difícil el paso por las menores y cuando llegas a las mayores. Mucho de eso es mental. Ella me respaldó todo el tiempo. Ella fue una influencia positive y cuando yo tenís días malos, ella decía ‘recuerda lo que tratas de hacer aquí’”.    Reynolds disfrutó de un sólido reporte de todos sus managers pero tuvo sus mejores temporadas luego de los consejos de Larry Dierker.    “Dierker me dijo, ‘No estés mirando por encima del hombro en el quinto inning para ver quien está calentando en un juego cerrado. Tienes que estar ahí en cualquier situación y tienes que aprender a salir de los problemas por ti mismo”, dijo Reynolds. “Él dijo, ‘Si te saco cada vez en el quinto o el sexto inning, ¿Cómo vas a aprender?”     Reynolds disfrutó de muchos momentos grandes en el montículo, incluyendo un duelo de pitcheo en Wrigley Field contra Kerry Wood y los Cachorros que produjo 30 ponches (20 de Wood y 10 de Reynolds).    Una memoria más personal proviene de 1994, cuando Reynolds no era abridor regular. Al salir a lanzar por un lesionado Pete Harnisch contra los Dodgers de Los Angeles, Reynolds lanzó siete innings sólidos.
   “Permití dos imparables y una carrera y cargué con la derrota”, dijo él. “Pero fue ese tipo de juego que se queda en la mente porque yo era muy joven y lo hice bien. Pienso que eso me ayudó y entonces los Astros se dieron cuenta, ‘este tipo puede ser abridor’”.    Con los números ofensivos creciendo en los años ’90, Reynolds fue afortunado de lanzar ocho temporadas en el Astrodomo.    “El Astrodomo era probablemente el mejor lugar para pitchear”, dijo él. “La pelota no corría y era espaciosos. Eso ayudaba  a que un pitcher joven ganara confianza. Si cometes un error, consigues un elevado largo en vez de un jonrón”.    Mientras Reynolds recuerda tenerle el número tomado al pelotero complementario Bip Roberts, él dijo que también se lo tenía tomado a un insurgente toletero de la Liga Nacional.    “No creo haberle permitido un jonrón a Barry Bonds”, dijo Reynolds. “Él conseguía sus imparables, pero también fue mi primer out en las grandes ligas. Parece que yo era capaz de hacer pitcheos donde él conseguía sus imparables, pero ninguno grande”.    Oponentes familiares como Chipper Jones y Greg Maddux aprendieron a respetar al derecho Reynolds.    “Él tiene buen repertorio”, dijo Jones en una entrevista de 1996. “Tiene  números modestos  porque ha jugado hasta ahora para un equipo de .500. Pero es uno de los pitchers más temidos de esta liga”.    Frente al clubhouse del Astrodomo ese mismo día de 1996, el fututo inquilino del Salón de la Fama, Greg Maddux, dijo: “Cuando su control es bueno, no se puede lanzar mejor. Tienes que tener dos cosas para pitchear. Tienes que localizar tu recta y cambiar velocidades. Él tiene una recta muy buena y es grande cambiando velocidades. Cuando puede localizar su recta, es casi imbateable”.    Reynolds cerró su carrera pitcheando para los Bravos en 2003 y los Cascabeles de Arizona en 2004 antes de retirarse con marca de 114-96. Al final, las lesiones pasaron factura.    “Pude haber recortado mi carrera debido a que me ejercitaba muy duro, pero no me lamenté por eso”, dijo él. “Al trabajar tan duro, mis días como pitcher fueron los más fáciles”.    “Pero el desgaste”, dijo él.  “Cinco cirugías de rodilla, una cirugía de hombro, una cirugía de espalda. Si, todo eso te quita mucho tiempo de juego”.    Strom dijo: “Pienso que muchos de sus problemas en las rodillas pueden venir de todas esas carreras en las escaleras del Astrodomo y en el piso de concreto. Él casi se ejercitaba a muerte. Nunca podrá ser acusado de no trabajar lo suficientemente fuerte”.    Reynolds se mudó recientemente desde el area de Houston hacia Monroe para que su hijo Ryan pudiera asistir a Ouachita Christian. Reynolds sirve como asistente voluntario con el equipo de beisbol de OCS, donde su hijo es un destacado jugador de segundo año.
“Realmente he disfrutado entrenando con él”, dijo Harper. “Ha venido a nuestro programa de escuela secundaria y ha sido entrenador asistente. Palea, ordena, corta la grama, sirve. Sabe lo que cuesta motivar a estos muchachos”.    En un año cargado de reconocimientos para el ex grandeliga, esta primavera la OCS retiró su camiseta número 37.    “Realmente es un honor”, dijo Reynolds de su reconocimiento reciente. “Faulkner University fue la primera en retirar mi número. Poder regresar casa, donde fuiste a la escuela secundaria y que ellos te rindan honores de esa manera, es maravilloso. Tener tu número retirado en el campo donde jugaste es muy especial. Atesoraré eso por siempre”.
 Traducción: Alfonso L. Tusa C. Diciembre 12, 2016.
   Nota del traductor: Estadísticas de Shane Reynolds con los Navegantes del Magallanes en la temporada 1991-92: 12 J, 12 I, 1 C, 3 G, 4 P,  75 IP, 78 HP,17 CL, 38 K, 20 BB, 2.04 Efct.

Steve Hargan Pitcher de Grandes Ligas, Fallece.

Mark Polishuk.MLB Trade Rumors. Noviembre 09, 2025.
El antíguo pitcher derecho de grandes ligas e integrante del equipo de estrellas falleció la semana pasada a la edad de 83 años. Hargan pitcheó con los Indios de Cleveland, Rangers de Texas, Azulejos de Toronto y Bravos de Atlanta desde 1965 hasta 1977, dejó efectividad vitalicia de 3.92 en 1632 innings y 354 juegos (215 aperturas). Las primeras ocho de las 12 temporadas de MLB de Hargan las pasó en Cleveland, donde trabajó como abridor y relevista en sus primeros dos años antes de ganarse el puesto en la rotación en 1967. Esa campaña de irrupción vio a Hargan agenciar una efectividad de 2.62 y un top para la liga de seis blanqueos en 223 innings, y Hargan fue seleccionado para el equipo todos estrellas de la Liga Americana por primera y única vez en su carrera. Hargan también bateó su único jonrón en su carrera el 19 de junio de 1967, en una rara instancia de un pitcher despachando un jonrón para dejar en el terreno a los rivales,el derecho obtuvo la victoria al lanzar juego completo ante los Atléticos de Kansas City con cuadrangular de dos carreras en el cierre del noveno inning para darle a los Indios la victoria 4-2. Desafortunadamente, a Hargan le aparecieron depósitos de calcio en su codo de lanzar y se sometió a una cirugía en el nervio cubital en 1968. Como Hargan le dijo a Gregory H. Wolf de SABR, “Fui capaz de continuar mi carrera, pero no fui el mismo después de eso”, Hargan sintió que regresó muy rápido de la cirugía. Aparte de algun éxito en la segunda mitad de la temporada de 1970, los números de Hargan cayeron en el resto de su tiempo en Cleveland, resultado de su salida de la rotación de abridores y una temporada de 1973 totalmente pasada en las ligas menores. Un cambio a Texas ayudó a Hargan a tomar un segundo aire en su carrera, y tuvo efectividad de 3.81 en 500.1 innings (inició 61 de 105 juegos) con los Rangers desde 1974 hasta 1976. Tomado por los Azulejos en el draft de expansión, Hargan pitcheó para Toronto durante la temporada inaugural del equipo pero luego regresó a Texas y después pasó a Atlanta en 1977, el cual terminó siendo el último año de Hargan en las ligas mayores como pelotero activo. El síndrome del túnel carpiano molestó a Hargan al final de su carrera, y después de pasar 1978 en las ligas menores, decidió retirarse.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Noviembre 22, 2025.
Nota del traductor: Steve Hargan actuó en LVBP con Leones del Caracas (1964-1965) y Valencia Industriales (1965-1966) con quienes participó en 24 JJ. 18 Ap. 10 JC. 9 G. 5 P. 2 S. 149.2 IP, 126 HP. 120 K. 50 BB. 1.92 Efct.

Extrainning en la carretera.

El domingo 19 de diciembre de 1971 Águilas del Zulia y Navegantes del Magallanes jugaban en el estadio Luis Aparicio El Grande . Steve Lue...