Se busca plasmar la conexión entre el béisbol y la vida, como cada regla del juego resulta una escuela de reflexión hasta para los seguidores más remotos cuando los sucesos del mundo indican que ciertas veces las normas de justicia son violadas; el transcurso de las sentencias de bolas y strikes reflejan la pertinencia y compromiso de cada pelotero en respetar la presencia del árbitro.Cada jugador deja lo mejor de sí sobre el campo de juego a pesar de lo complicado que pueda ser su vida.
sábado, 13 de diciembre de 2025
Extrainning en la carretera.
El domingo 19 de diciembre de 1971 Águilas del Zulia y Navegantes del Magallanes jugaban en el estadio Luis Aparicio El Grande . Steve Luebber versus Mickey Scott. Magallanes y Zulia estaban igualados 0-0 en 12 innings. En el décimotercer inning Gustavo Gil se embasó por infield-hit y Jim Holt lo llevó hasta tercera base con imparable. El manager relevó a Mickey Scott con Bill Kirkpatrick, pero Ivan Murrell lo recibió con sencillo sobre la intermedia que rompió el empate. Alan Closter se apuntó la victoria en relevo de dos innings. Steve Luebber fue el abridor por Magallanes y lanzó 11 innings en los que apenas permitió 4 imparables, ponchó 13 y concedió 3 boletos.
Alfonso L. Tusa C. Octubre 13, 2017.
Jesús Aristimuño en el campocorto
La voz de Carlitos González anunciaba tal vez al pelotero más representativo de aquellos Navegantes el Magallanes de la temporada 1969-70, un equipo aparentemente en desventaja sobre el papel que se crecía sobre el terreno una vez que el árbitro principal gritaba “Play Ball”. La noticia del fallecimiento de Jesús Aristimuño este 1 de abril de 2022, hace rebobinar una película de 53 años. Aristimuño fue quizás el más anónimo de los peloteros que conformaban aquella alineación. González en su peculiar estilo polémico indicaba que no se olvidasen de Aristimuño a la hora de elegir al mejor torpedero defensivo de aquella temporada. “En principio este muchacho de Casanay está medio escalón por debajo de David Concepción, Enzo Hernández, Teodoro Obregón, etc; pero lo que ha demostrado a lo largo de este torneo es que no es segundo de nadie en esta liga. Aristimuño se ha cansado de hacer las jugadas de rutina, los más relampagueantes dobleplays con Gustavo Gil, y también ha ido al fondo del abanico para borrar imparables cantados o venido hasta los predios del montículo para tomar ratoncitos y meter el rifle hacia primera base. Para mí Aristimuño tiene muchísimo que ver con la posición que ocupan los Navegantes del Magallanes en esta recta final de la temporada, sin quitarle méritos a los otros peloteros”.
Aristimuño saltó al profesional con los Navegantes del Magallanes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y Howie Haak lo firmó para los Piratas de Pittsburgh en el beisbol organizado. Tal vez uno de los primeros momentos resaltantes de Aristimuño en la liga venezolana profesional ocurrió en la temporada 1967-68, el 17 de octubre, en el estadio de la UCV, cuando los Navegantes enfrentaron a los temibles Industriales del Valencia. Fred Klages abrió por los eléctricos y Dick Le May por los pájaros verdes. Los Pericos picaron adelante con dos carreras amparadas en la ofensiva de Teolindo Acosta, Gustavo Gil y Tom Murray. Sin embargo hacia mediados del encuentro el marcador indicaba que los Navegantes ganaban 4-2, gracias a los maderos de Sid O’Brian en el segundo tramo y Merrit Ranew, César Gutiérrez y Jim Hicks en el quinto episodio. Gustavo Espósito había empezado jugando en el jardín derecho, en el séptimo inning, el manager Les Moss, tal vez porque Espósito se había ido de 3-0, lo sustituyó con Aristimuño buscando más defensiva: En esa séptima entrada, con corredores en primera y segunda con dos outs; Luis Rodríguez despachó una línea peligrosísima entre el jardín derecho y el central, rumbo a la parte baja de las gradas, lo cual presagiaba la igualada valenciana. Aristimuño persiguió la pelota con determinación, y cuando vio que se le escapaba se lanzó a lo largo de toda su humanidad y la atrapó cuando esta amenazaba con aterrizar incogible.
En 1968 Aristimuño jugó con los Comodoros de Decatur en la Midwest League A. En esa oportunidad logró establecerse como torpedero regular del equipo de tal manera que al final de la temporada fue elegido el mejor campocorto defensivo de la liga al conformar el equipo de todos estrellas. Los Comodoros ganaron la temporada regular con marca de 69-48. Eso seguramente motivó al manager Napoleón Reyes a entregarle la titularidad en los Navegantes del Magallanes en la temporada 1968-69. Aristimuño aprovechó la oportunidad al punto de participar en 47 juegos, anotar 14 carreras y empujar otras 10. Luego en 1969 con el uniforme de Fresno en la California League A apareció en 122 encuentros, 485 turnos al bate, 124 imparables, .256 de promedio, 72 carreras anotadas, 41 remolcadas,12 dobles, 1 triple, 2 jonrones. Fresno terminó tercero con marca de 72-68.
Tal desempeño con el madero animó al nuevo manager del equipo: Carlos Patato Pascual a alinear a Aristimuño de abridor en el orden al bate en la temporada 1969-70, posición que ocupó en la buena parte de la ronda eliminatoria con resultados más que aceptables: .263 de promedio, 57 imparables en 217 turnos al bate, 21 carreras anotadas, 14 empujadas. Era imperceptible, los juegos avanzaban y él podía hacer hasta seis o siete asistencias, cuatro o cinco outs, tres dobleplays; o podía tocar para sacrificarse, ejecutar el bateo y corrido, abrir el inning con imparable, anotar o empujar carrera dentro de un rally y siempre quedaba mimetizado en el trabajo de equipo, en la dinámica del juego, en la épica de sus compañeros. Sus errores resultaban tan dispersos que casi nadie los recordaba. Las jugadas de Aristimuño quedaban marcadas como con tinta invisible en el box score o las hojas de anotación, solo las podían percibir las mentes analíticas como Carlitos González.
En 1980, mientras estudiaba primer año de Química Aplicada en el Instituto Universitario Tecnológico de Cumaná, me sorprendí una tarde de miércoles cuando me acerqué al campo de softbol y vi que el entrenador era Jesús Aristimuño. Varias veces intenté preguntarle por aquella temporada 1969-70, el campeonato de la Serie del Caribe, él siempre se excusaba diciendo que tenía trabajo que hacer. Entonces me conformaba con observar las prácticas. Una tarde, el campocorto del equipo del IUT tenía dificultades para atrapara los roletazos de frente. Aristimuño había tratado varias opciones y ante la persistencia de la falla, él mismo se fue hasta los predios de aquellas paradas cortas polvorientas de las charas cumanesas. “Párate en el home y batéame unos rollings suaves”, le dijo al muchacho que jugaba como torpedero. “¿Y usted va a jugar así, a mano limpia?” “¡Que voy a hacer con un guante, si lo que quiero es mostrarte como te tienes que cuadrar ante los roletazos!” Aristimuño atacaba la pelota con plasticidad y decisión. A medida que se sucedían los roletazos, Aristimuño le pedía a su discípulo que bateara más duro, hasta que en una de esas, el batazo fue tan contundente que le ocasionó una honda herida en la mano izquierda. El muchacho salió corriendo a ver que le había sucedido a su mentor: “¡Coño, de la que se salvó el guante!” “Pero entrenador, ¿como va a preferir lastimarse usted por proteger un guante?” “Es que ese guante es un regalo muy especial para mí”. “¿Quién se lo regaló?” “Alfonso Chico Carrasquel”.
Luego en el juego inaugural de la temporada 1984-85, en el estadio Universitario, estoy en la baranda del bullpen del jardín izquierdo viendo calentar al pitcher abridor de los Navegantes del Magallanes, cuando veo que se acerca Jesús Aristimuño. Hablamos un rato, y al despedirse me alerta: “Observa bien a ese muchacho en el juego, es un novato, pero es muy enfocado, está muy pendiente de las señas y los detalles de su cátcher, también de los compañeros que juegan detrás de él. Ese muchacho puede llegar lejos…” El muchacho era Omar Bencomo y esa noche estuvo lanzando sin hits ni carreras hasta el noveno inning cuando Norman Carrasco le bateó el único imparable de los Tiburones de La Guiara a quienes derrotó 9-1.
Aristimuño fue el mejor campocorto defensivo de la LVBP en la temporada 1969-70. Junto a Dámaso Blanco (3b) y Gustavo Gil (2b) conformó la espina dorsal defensiva de aquel Magallanes. En la Serie del Caribe Aristimuño, junto a Blanco y Gil volvieron a formar parte del todos estrellas. Ese infield fue llamado “la muralla de oro” y también “el ABG del Magallanes”. En el juego decisivo de esa Serie del Caribe, en la apertura del noveno inning, Ponce estuvo a punto de romper el empate a 3 carreras. Con hombre en segunda y un out, Ramón Conde conectó la pelota sobre segunda base hasta donde llegó Aristimuño para detener el batazo e impedir que anotase el corredor de segunda.
Alfonso L. Tusa C. 3 de abril de 2022.©
viernes, 12 de diciembre de 2025
Andrelton Simmons
Woscedu.com
Andrelton Simmons fue reclutado en su pais natal Curazao por el entrenados Kurt Russell de Western Oklahoma State College en 2009. Andrelton asistió a WOSC durante 2009-2010 y ayudó a liderar a los Pioneers hasta la 2010 NJCAA Division II College World Series. Como jugador de primer año en Western, Simmons bateó para .472 con siete jonrones y 40 carreras empujadas.
Fue seleccionado por los Bravos de Atlanta enla segunda ronda del draft de Major League Baseball en 2010.. El 2 de junio de 2012, Andrelton debutó en grandes ligas con los Bravos y terminó su primera temporada ocupando el puesto 14 en la votación del jugador más valioso de la Liga Nacional, un hecho impresionante para un novato.
Representó al Reino de Paises Bajos en el clásico mundial de beisbol de 2013 y en 2014 firmó su primer contrato garantizado de ligas mayores, un acuerdo de siete años con los Bravos de Atlanta.
Durante con su tiempo con los Bravos, Andrelton recibió los siguientes honores: Jugador Defensivo del Año Wilson (2013, 2014, 2015), Jugador defensivo genral Wilson en MLB (2015), Guante de Oro Rawlings (2013, 2014) y Guante de Platino Rawlings (2013).
De acuerdo a Baseball Reference, en 2013 Andrelton tuvo la mejor temporada defensiva de cualquier campocorto en la historia del beisbol, por lo cual es feconocido por muchos como el mejor campocorto defensivo del juego. En Noviembre de 2015, Simmons fue cambiado a los Angels de Los Angeles Anaheim. Andrelton está casado con Gabriella Simmons y es el hijo de Elston y Myrella Simmons.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Diciembre 12, 2025.
Lew Krausse: La gran promesa de los Atléticos de Kansas City y dueño de una marca en la liga venezolana, fallece a los 77 años.
Haber debutado en la gran carpa con un blanqueo en el cual apenas permitió tres imparables al equipo de expansión Angelinos de California el 16 de junio de 1961, creó una atmósfera de expectativa inmensa alrededor del novato Lew Krausse. Luego le costó mantener el nivel en la Liga Americana de los Yankees de Roger Maris y Mickey Mantle, los Tigres de Detroit de Norman Cash, los Orioles de Baltimore de Brooks Robinson, los Medias Blancas de Chicago de Nellie Fox y Luis Aparicio; terminó con marca de 2-5 y efectividad de 4.85 esa temporada y pasó los próximos dos años en las ligas menores. Regresó con los Atléticos en 1964 y actuó en pocos juegos ese año y en 1965, en total tuvo marca de 2-6 con efectividad alrededor de 6.00 en 12 juegos. Su mejor campaña ocurrió en 1966 cuando 14 juegos y perdió 9 con efectividad de 2.99 al participar en 36 juegos de Kansas City, lanzó cuatro juegos completos y un blanqueo. Lanzó 177.2 innings en los que recetó 87 ponches y concedió 63 boletos.
Entre sus actuaciones más resaltantes en las ligas mayores se cuenta ese blanqueo de 1966 que tomó lugar en el Municipal Stadium de Kansas City el diecinueve de junio. Los Atléticos ganaron 1-0 y Krausse en nueve innings solo permitió 6 imparables, 2 de Jim Fregosi (tercer inning doble al centro, octavo inning sencillo al centro), y uno por cabeza de José Cardenal (quinto inning sencillo al centro), Paul Schaal (noveno inning sencillo a la izquierda), Buck Rodgers (segundo inning, sencillo a la derecha), y Norm Siebern (segundo inning, sencillo a la izquierda); ponchó a 4, concedió un par de boletos (Buck Rodgers cuarto inning, Paul Schaal séptimo inning) y propinó un pelotazo (Bobby Knoop segundo inning). La carrera del triunfo llegó en el cierre del noveno inning mediante imparable de Dagoberto Campaneris por tercera base, toque de sacrificio de Jim Gosger, boleto intencional a Mike Hershberger y sencillo al centro de Danny Cater. Clyde Wright cargó con el revés.
Otra gran actuación de Krausse ocurrió en el segundo juego de una doble jornada entre Medias Blancas de Chicago y Cerveceros de Milwaukee, el 7 de julio de 1970 en County Stadium. (Los Atléticos quienes ahora estaban en Oakland lo habían cambiado a los Cerveceros el 15 de enero de 1970 junto a Mike Hershberger, Phil Roof y Ken Sanders por Ron Clark y Don Mincher) . Joel Horlen subió al montículo por los patiblancos. En nueve episodios, Lew Krausse solo permitió cuatro imparables, dos de Gail Hopkins (primer inning sencillo al centro, noveno inning sencillo a la derecha), uno de Walter Williams (tercer inning doble a la izquierda), uno de Tom McCraw (séptimo inning sencillo al centro); concedió un boleto (Ed Herrmann octavo inning), y propinó seis ponches. Entre el tercero y el séptimo innings Krause retiró doce Medias Blancas en fila. Los Cerveceros marcaron la única carrera del juego en el cierre del séptimo inning cuando Mike Hegan abrió el episodio con doble al centro y luego anotó cuando Horlen pifió un toque de sacrificio de Carlos May. Horlen salió derrotado en trabajo de 7 innings, solo permitió 4 imparables, Floyd Weaver lo relevó en el octavo inning.
Su esposa Susan Krausse recordó este martes 16 de febrero de 2021 luego de anunciar el fallecimiento de Lew ocasionado por el cáncer que él recibía muchos correos con barajitas para que las firmara y las regresara. “Dos, tres, cinco diarias, y hermosas cartas”. Tal vez alguna de esas cartas provenía de alguien que lo vio lanzar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en la temporada 1965-66 cuando reforzó a los Leones del Caracas junto a otros dos prospectos de pitcheo de los Atléticos de Kansas City: Jim Catfish Hunter y Paul Lindblad. Krausse aún es propietario (y debido a las características actuales del beisbol es casi seguro que se mantenga como tal indefinidamente) de la marca de más bateadores ponchados en un juego: 21. El 3 de noviembre de 1965, en el Estadio Olímpico de Maracaibo, Krause abanicó 21 Cardenales de Lara en ruta a una victoria 7-0. En nueve episodios apenas permitió un imparable de Jerry Reimer en el primer inning, concedió tres boletos y entre el segundo y el quinto inning ponchó diez bateadores seguidos. Cuatro de los innings los retiró con trío de ponches (segundo, tercero, cuarto y noveno). Esa temporada tuvo marca de 12-8 con 1.78 de efectividad en 172 innings lanzados. Participó en 26 juegos y completó 12 de ellos. Regresó a la liga venezolana en la temporada de 1972-73 con Cardenales de Lara, pero su desempeño no fue el mejor.
Alfonso L. Tusa C. 25 de febrero de 2021.©
El agravio a los familiares de Salvador Pérez en el estadio José Bernardo Pérez.
Más allá de los señalamientos a una ciudad, a una grada, a un sector, subyace el asunto de la generalización. Nunca se debe englobar dentro de una misma burbuja a todos los que estaban en los alrededores de la tribuna en el juego de este miércoles 10 de diciembre. No toda Valencia tiene la actitud de quienes agredieron a los familiares de Salvador Pérez, ni toda la grada lanzó vasos de cerveza sobre ellos. Eso es algo muy esencial en la reflexión, el análisis de lo ocurrido. Determinante evitar crear ese esquema de etiquetas que marca a toda una comunidad por mucho tiempo, e incluso toda una eternidad, por la vehemencia de unas conclusiones emocionales. El beisbol venezolano ha sido testigo de muchos episodios lamentables de parte del público hacia los peloteros y de algunos peloteros hacia sus rivales. De partes del público que agreden a otros sectores. La violencia, como siempre trae consecuencias complicadas, que si no son bien manejadas pueden ocasionar dificultades en el futuro. Lamentablemente los hábitos dañinos también son cultura y aunque en si son el origen de las dificultades, también se debe reconocer que con un buen sistema de seguridad preventiva, tal vez los hechos pudieran neutralizarse o evitarse. El punto principal en este tipo de situaciones, que son propias de muchos escenarios de la vida actual, reside en aprender a reconocer los errores y tratar de corregirlos lo antes posible, incluso antes de seguir con la verborrea eterna de culpar al otro sin ver las faltas propias.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 12, 2025
jueves, 11 de diciembre de 2025
Buscando a Manuel Sarmiento, John Hudek o a Manacho Henriquez.
Este lunes 8 de diciembre en ese fatídico cierre del noveno inning de un juego que a más de media tarde se llegó ganando 7-2 ante Caribes de Anzoátegui y se perdió 8-7. Luego del jonrón de Balbino Fuenmayor me preguntaba por qué no salía nadie a conversar con Felipe Rivero, por qué no traían a otro relevista, todavía se ganaba 7-5. En la desesperación quise recordar aquellos juegos de cierre de noveno inning cuando el manager del Magallanes traía a relevar a Manuel Sarmiento con tres en bases sin outs. Con el empate en tercera base y la de perder en segunda, Sarmiento llegaba con una resiliencia a toda prueba y un coraje inmenso. Siempre parecía tener ese extra en la recta, y aún viniendo por todo el medio de la zona lograba pasar al bateador o lo dominaba con elevado al cuadro. También por momentos veía aquel gigante John Hudek cuando llegaba a relevar en plena tensión del inning final. Ponía la pelota como un limón y Beto Perdomo o Carlos Tovar Bracho terminaban cantando el ponche o modulando el roletazo para dobleplay. Con Manacho si había algo más de electricidad porque concedía algun boleto o golpeaba al bateador; luego se recomponía y a rectazo limpio dominaba al mas pintado. Por ese cuando la noche de este miércoles 10 de diciembre cuando vino a relevar Felipe Rivero, aun con siete carreras de ventaja, tenía el compromiso de recuperar la confianza en si mismo y en sus entrenadores. Entonces si regresó ese pitcher imbateable de hace unas semanas, con el mismo temple de Sarmiento, Hudek o Manacho.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 11, 2025.
Preparativos de una reanudación. ("A Partir del Kilómetro 30..." Novela inédita)
Jacinta apretaba las costuras carmesí de la pelota y se pasaba el pulgar e índice izquierdos por la visera de su gorra añil jaspeada de ciertos puntos blancuzcos que dejó el uso equivocado de la lejía en uno de los lavados quincenales que Jacinta aplicaba sin falta. Los sábados a más de media mañana, justo después de armar todo el lecho de leños en la parrillera frente al mar. Jacinto levantaba la voz, le guiñaba el ojo derecho a Gedeón y sacaba la pelota de cuero desgastado y costuras descoloridas que cargaba en el pantalón corto de caqui. Marisa lo miraba casi asfixiada, con mucha adrenalina atragantada en los brazos. Se acercaba tanto. Invadía casi todo elcampo visual de jacinto. Bueno, vamos a ver quien es capaz de batearme esta pelota. De camino a la entrada de la casa, templaba las cabuyeras de la hamaca y Norma saltaba con los ojos estirados. Caramba chico, me vas a matar con un día de estos. Jacinto la miraba fijo. Levántate es lo que es que vamos a continuar el juego.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 11, 2025.
miércoles, 10 de diciembre de 2025
Las Dimensiones del Diamante de Beisbol
Veintisiete metros entre las bases desde plato hasta regresar. Dieciocho metros desde la caja de lanzar al plato. 121 metros desde el plato hasta el límite del jardín central. Noventa y un metros desde el plato hasta los límites del jardín izquierdo y derecho respectivamente.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 10, 2025.
Los Medias Rojas de Boston adquieren al pitcher derecho Johan Oviedo en una negociación de 5 peloteros
Ian Browne. MLB.com. Diciembre 04, 2025.
Boston.- Los Medias Rojas negociaron desde una posición donde tienen mucha fortaleza (los jardines) este jueves 4 de diciembre, al cambiar a su tercer prospecto Jhostinxon García hacia los Piratas de Pittsburgh como parte de un paquete de cinco peloteros que llevó a Boston al espigado derecho Johan Oviedo, quien tiene la oportunidad de convertirse en parte importante del cuerpo de pitcheo.
Dos peloteros de ligas menores --el catcher Adonys Guzmán y el pitcher zurdo Tyler Samaniego-- también llegarán a Boston. El pitcher derecho Jesús Travieso se unirá a García en la nómina de los Piratas.
Para abrirle espacio a Oviedo en la nómina de 40 jugadores, los Medias Rojas designaron para asignación al pitcher derecho Cooper Criswell.
Detalles del cambio:
Los Medias Rojas reciben al pitcher derecho Johan Oviedo, el lanzador zurdo Tyler Samaniego, el catcher Adonys Guzmá.
Los Piratas reciben al jardinero Jhostinxon García (prospecto No. 85 de MLB), y elpitcher derecho Jesús Travieso.
En Oviedo Boston obtiene a un pitcher que perdió toda la temporada 2024 luego de una cirugía Tommy John, pero regresó para efectuar nueve aperturas la temporada pasada, tuvo marca de 2-1 con 3.57 de efectividad. En 40.1 innings concedió 23 boletos y recetó 42 ponches.
Antes de lalesion en el ligamento cruzado del codo, Oviedo tuvo una temporada completa como abridor en 2023, ejecutando 32 aperturas y lanzando 177.2 innings en los cuales regaló 85 boletos, golpeó a 13 bateadores y ponchó 158.
Obviamente, algo que el pitcher de 27 años necesita realizar con más consistencia es atacar la zona de strike.
Oviedo claramente encaja en el perfil del tipo grande y física que el jefe de operaciones de beisbol de los Medias Rojas, Craig Breslow había tratado de conseguir para su organización el último para de años.
Oviedo tiene una mezcla de cinco pitcheos,encabezados por la recta de cuatro costuras (95.5 mph en promedio la temporada pasada) y el slider. También utiliza la curva, sinker y el cambio.
En las reuniones de gerentes generales, Breslow dijo que estaba más interesado en adquirir pitchers abridores de primera línea que peloteros en el rango de 3-10 en la carta de profundidad. La semana pasada, adquirió un abridor de escalón superior en Sonny Gray en un cambio con Cardenales de San Luis.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Diciembre 10-12-2025.
La Presidenta del equipo de beisbol infantil. (Extracto de "Una Esquina Derruída") Texto en curso.
La acompañó varias veces a las reuniones del equipo de beisbol infantil. Participaba en las discusiones y reclamaba respeto para Teresa. Ella lo miraba sorprendida, no concebía que Jacobo fuese capaz de tener el valor para llamar la atención a los otros directivos del equipo, menos en asuntos tan intrincados como las reglas del beisbol. Cuando todo imponían sus puntos desde la óptica y criterio tradicionalista, enmarcada en un claro ventajismo hacia las vieja costumbre de inclinar la balanza hacia los equipos más antíguos, Jacobo levantó la voz. Leyó varios estatutos del reglamento de la liga y se fajó a observaciones encendidas a la vez que centradas y asentadas. Sin dejar de hacer contacto visual consiguió que Mosaicos tuviera la mitad de sus primeros diez juegos en casa.Y también se apretó el cinturón a capa y espada para conseguir que todos los equipos jugasen con al menos dos niñas en la alineación titular. Teresa miraba a Jacobo con firmeza al tiempo que le decía: “Ud se merece un helado de jobito”.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 10, 2025.
martes, 9 de diciembre de 2025
Capítulo XXI. (Extracto de la novela inédita "A Partir del Kilómetro 30...")
Siempre que perdía un juego por desconocer las reglas del beisbol, Julia se encerraba en su cuarto hasta casi la nueve de la mañana siguiente. Solo la insistencia de Amadeo conseguía que le abriese la puerta. “Te salvas porque los juegos de Mosaicos son sabatinos, si fueran dominicales, ya hubieras reprobado la tesis y eso sería muy lastimoso porque me gusta mucho el tema que escogiste, solo quienes estudian la historia profundamente entienden las consecuencias del episodio de la entrega de Francisco de Miranda a Monteverde. Todavía estamos afectados por eso. Aún la república se retuerce de ese golpe bajo. Porque se sigue sin entender la importancia de reconocer los errores. Porque siempre hay un plan por debajo de la mesa cuando sobre esta se aparenta el más grande compromiso con la patria. Por eso tienes que salir de este cuarto a dar la cara, a seguir investigando, escribiendo, analizando. A seguir aprendiendo del juego de beisbol…” Julia se sorprendía de cómo Amadeo sabía de inmediato que Mosaicos había perdido ¿Cómo, si los sábados en la mañana tiene que fajarse con todos los balances de las cuentas de catastro y las conclusiones de las reuniones de la alcaldía y en la tarde se sumerge con Jacinta a preparar ese arroz a la marinera? Siempre se le ocurre una variación especial como la vez cuando agregó hojas frescas de albahaca o cuando cambió las lurias por macanas de jaibas. Y sabía todo lo que había ocurrido en el juego con lujo de detalles, si había discutido muy fuerte con el árbitro, si casi no habló con los niños después del juego, si se fue del estadio pasadas las tres de la tarde. “No puedes darte el lujo de perder la compostura en un juego de beisbol infantil, sobre todo por tus jugadores, que están absorbiendo mil por ciento cada paso tuyo.
Alfonso L. Tusa C. Diciembre 10, 2025.
El antíguo relevista Kent Tekulve recuerda su carrera de Grande Liga
Joe O’Loughlin. Baseball Digest. Agosto 2009.
El lanzador estilo submarino salvo 31 juegos para los Piratas durante la temporada de campeonato del equipo en 1979 y se convirtió en el segundo pitcher en trabajar en 1000 juegos.
“Los Piratas siempre han estado adelantados a las tendencias cuando se trata de innovación en el beisbol”, dijo Kent Tekulve, antíguo as del bullpen de Pittsburgh en los ’70. “Ellos tenían a ElRoy face como cerrador en los ’50 cuando nadie tenía un cerrador”, enfatizó el hombre que orgullosamente tomó el testigo de ese legado con éxito y distinción.
Kenton Charles Tekulve llegó a las Grandes Ligas el 20 de mayo de 1974. Por los próximos 16 años Tek desarrolló una carrera sobresaliente durante lo que muchos llamarían la era dorada del beisbol. “Había tantos equipos buenos e intensas rivalidades, como la de los Filis y los Piratas”, señaló Tekulve.
“El famoso “Hombre banda de goma” (“Rubber Band Man”), quien consiguió el out final que le dio el título de Serie Mundial a los Piratas, estuvo justo en el medio de muchos choque clásicos de los ’70.
“Cuando llegué por primera vez, Dave Giusti era el cerrador de Pittsburgh y Ramón Hernández el preparador. Mi trabajo era de relevista intermedio. El manager Danny Murtaugh había desarrollado un puente muy efectivo para conectar a los pitchers abridores con el cerrador”, dijo Tekulve. El relevista delgado como un riel de ferrocarril tuvo una breve pasantía con los Bucaneros en 1974. Sin embargo, luego que Tekulve fuese llamado desde las menores en 1975, se estableció en las Grandes Ligas. “Fui muy afortunado de jugar para Danny porque si lanzabas bien te mantenía lanzando. Él no se preocupaba por mi físico, nunca pensó que iba a matar a un tipo tan flaco por sobreutilizarlo”.
“Danny siguió contando conmigo”, dijo Tekulve. En 1976 y 1977 el delgado derecho apareció en 64 y 72 juegos respectivamente. “Pitchear tanto me ayudó mucho porque yo necesitaba lanzar bastante para mantenerme efectivo”, dijo él.
Durante esas dos temporadas, el submarinista de anteojos sirvió como preparador de dos de los cerradores estelares del beisbol, Giusti y Goose Gossage. “Dave estaba cerrando su carrera en 1976. Cuando se lesionó hacia el final de la temporada, tomé el papel de relevista por defecto”, explicó Tekulve.
Durante el receso entre temporadas los acontecimientos dieron un giro dramático. Murtaugh se retiró y luego pasó a mejor vida. Pittsburgh trajo a Chuck Tanner como su sucesor. El antíguo manager de Chicago decidió adquirir un par de Medias Blancas importantes, Goose Gossage y Terry Forster en un cambio que envió al toletero Richie Zisk a la ciudad de los vientos. “Goose (11 victorias, 26 salvados, 1.62 efectividad) tuvo la temporada más dominante de un relevista que hubiese visto. Yo tuve marca de 10-1 y todavía no puedo entender como perdí un juego”, dijo Tekulve en su usual estilo autocrítico.
“Mi trabajo era venir cuando el equipo estaba perdiendo, mantener a raya a los rivales hasta que pasáramos adelante, entonces llamaban a Goose”, explicó él. La famosa “Compañía maderera” de los Piratas podía anotar carreras a granel con los batazos de larga distancia de Willie Stargell, Dave Parker y Manny Sanguillén.
A pesar de tener un gran bullpen y una ofensiva de alto octanaje, Pittsburgh no podía vencer a los Filis.
“Nuestro problema era que siempre empezábamos muy lento. Caíamos a doce juegos o algo así de Filadelfia, luego rematábamos fuerte en agosto y septiembre y nos quedábamos cortos”, dijo Tekulve.
“Teníamos muchas personas grandes en nuestro equipo como Willie y Dave. Los atletas grandes no funcionan bien en clima frío. Pero una vez que empiezan a calentarse hay que tener cuidado”, dijo él.
En el receso de 1977, Gossage se fue de Pittsburgh por el dinero grande de la agencia libre ofrecido por los Yanquis. Los Piratas adquirieron a Jim Bibby de Cleveland para cubrir la vacante de Gossage. “La mentalidad era que un cerrador era un tipo quién ponchaba a muchos bateadores al final del juego”, dijo Tekulve.
Sin embargo, en el primer mes de temporada Bibby mostró que no estaba hecho para ese trabajo. En mayo, Tanner abandonó el experimento y Tekulve fue designado cerrador. En los próximos cinco meses, Tek no solo salvó 31 juegos sino que se ganó su propia canción. “Vince Lombardi, el organista de Three Rivers’ Stadium quién falleciera recientemente, había interpretado originalmente Rubber Band Man para Bruce Kison. Pero la canción no se ajustaba a él, a mi me sentaba perfectamente”, dijo Tekulve.
El delgado lanzador era como una banda de goma, podía ser estirado hasta el límite para ayudar la causa de los Piratas. El estilo submarino de Tekulve de lanzar la pelota al plato con su cuerpo todo brazos y piernas desplegados hacía de él un retrato de elasticidad.
Verdaderamente Tek era el Hombre Banda de Goma en todo el sentido de la frase. “Para decirles cuan perfecta era la canción para mí, esta duraba desde el momento cuando abría la puerta del bull pen, caminaba hacia el montículo y hacia mis lanzamientos de calentamiento. Cuando terminaba el octavo y final envío, en ese preciso momento la canción terminaba. Se sabe que los Spinners no podían haber sabido cuanto tiempo debía durar la canción”, dijo Tekulve con una sonrisa.
Los Bucaneros remataron vigorosamente en pos del título de la división Este de la Liga Nacional para intentar alcanzar a los Filis que llevaban la delantera, pero de nuevo se quedaron cortos. “Pero el fuerte remate de 1978 dejó todo listo para 1979. Nuestro parecer era que si podíamos mantenernos cerca de Filadelfia, podríamos vencerlos al final”, dijo Tekulve.
El año siguiente los Piratas entonaban una melodía diferente como su tema musical. “We are family”. Tekulve recuerda con nitidez los momentos clave de aquella temporada mágica. “Cuando adquirimos a Bill Madlock de los Gigantes, eso fue muy importante por muchas razones. “Mad Dog” corría muy bien. Cuando él estaba embasado, Ed Ott y Steve Nicosia, quienes compartían la receptolría y el séptimo turno de la alineación, y Phil Garner quién bateaba octavo, se convertían en mejores bateadores. Con Madlock en base los pitchers debían lanzar más rectas y esos tipos eran grandes bateadores de rectas”, señaló Tekulve. “Esa alineación era tan buena, que Madlock, quien había ganado títulos de bateo, era sexto en el orden”.
La adición de Madlock también pagó dividendos de otras formas. “Cuando él se encargó de la tercera base, Garner se movió a segunda y Rennie Stennett pasó a la banca, lo cual nos fortaleció”, indicó Tekulve.
Los Filis todavía estaban merodeando, muy cerca de los talones de los Piratas. Sin embargo, Pittsburgh pronto detendría eso durante una semana crucial de agosto.
El primer juego se desarrolló el 5 de agosto en Three Rivers Stadium. Filis y Piratas llegaron empatados a 8 carreras al cierre del noveno inning. Con dos outs y las bases llenas Danny Ozark trajo a Tug Mcgraw para enfrentar a Nicosia. “Lo más increíble fue que Tanner trajo un emergente por Nicosia quién había bateado de 4-4. Envío a batear al zurdo John Milner y este se la desapareció a Tugger para dejarlos en el terreno”, relató él.
La próxima semana, los dos enconados rivales chocaron otra vez en el Veteran’s Stadium. Esta vez los Piratas perdían 8-0. Sorprendentemente el equipo se resistía a doblegarse y empezaron a remontar has poner el marcador 8-5. Entonces Tanner decidió traer de emergente a Ed Ott, otro bateador zurdo, para enfrentar a McGraw. “¿Creerían que Ed descargó un jonrón con bases llenas ante Tugger y terminamos ganando el juego 14-11?”, dijo Tekulve.
Los Piratas alargaron esa inspiración hasta un dramático final y se adueñaron del título del Este de la Liga Nacional ante el empuje de los peligrosos Expos de Montreal. Tekulve fue un factor integral en el éxito del equipo. Tuvo, sin discusión, su mejor temporada, 10 victorias, 31 salvados, y una efectividad de 2.75 en 94 apariciones (una marca que lideró la Liga Nacional).
Él también fue importante de otra parte clave en la historia beisbolera de Pittsburgh. “Willie, Dave (Parker) y yo estábamos sentados en el dugout durante un juego detenido por la lluvia. “We are family” sonaba en el sistema de parlantes interno. “Pops” llama a Joe Safety (director de relaciones públicas de los Piratas) al palco de prensa y medio en broma le dice, “Anuncia que esa canción es la canción oficial del clubhouse de los Piratas”.
“Lo divertido es que Safety va y lo hace”, dijo Tekulve. En una ironía de ironías, esa canción interpretada por Sister Sledge, un trío de hermanas, que de todos los lugares posibles procedía de Filadelfia, se convirtió en el himno de los Piratas.
Pittsburgh venció a los Rojos de Cincinnati en tres juegos para apoderarse del banderín de la Liga Nacional. Sin embargo la barrida no refleja lo disputada que fue esta serie de playoff donde los primeros dos juegos se decidieron en extrainnings. Entonces vino la Serie Mundial ante los Orioles de Baltimore.
“Íbamos perdiendo tres juegos a uno y Willie nos dice, ‘Podemos terminar perdiendo, pero no hemos jugado beisbol Bucco (Bucanero). Mostrémosle al mundo como se juega eso’”, comentó Tekulve.
La mañana dominical antes del quinto juego, el equipo de Pittsburgh fue estremecido por la noticia de la muerte de la madre de Chuck Tanner. “Era una situación difícil. Los muchachos no sabían que decir. Pero Chuck viene y dice, ‘Muchachos, mi mamá sabía que estábamos en aprietos, así que fue a buscarnos algo de ayuda’”. Eso nos relajó por completo”, dijo Tekulve.
Aquel equipo cargado de emociones apaleó a los Orioles 7-1 en un delirante y repleto Three Rivers Stadium. Luego el equipo se apuntó una victoria 4-0 en el sexto juego, Tekulve vino a relevar en el séptimo y se apuntó el salvado con tres innings de magnífico relevo. “Ahora la energía positiva estaba de nuestro lado. La presión se precipitaba sobre los Orioles, quienes habían dejado escapar una ventaja de 3-1”, dijo Tekulve.
En el juego decisivo, Tekulve jugó un papel crucial. “Entré con una ventaja de 2-1 en el octavo inning, las bases llenas y obligué a Eddie Murray a elevar la pelota.
Agregamos dos carreras para asegurar”, recordó él. Entonces Tek ponchó los dos primeros bateadores de los Orioles en el noveno.
“Usualmente, luego de un ponche se corre la pelota alrededor del infield, Madlock es el último quien la recibe y me la lanza. Por alguna razón, no sé porqué, no lo planeé ni mucho menos. Caminé medio camino hacia tercera base y me encuentro con Bill. Le digo ‘Dog, 28 equipos fueron al entrenamiento primaveral para conseguir este out y nosotros lo haremos’” Con el próximo lanzamiento Tekulve indujo a Pat Kelly a batear un elevado hacia Omar Moreno y la familia de los Piratas estaba en el tope del mundo beisbolero.
“Te das cuenta que te has dado íntegro por los otros 24 muchachos del clubhouse y ellos han hecho lo mismo por ti. Lo que es mejor, entregaste todo de ti de una manera que funcionó a la perfección. Es un sentimiento gratificante”, dijo Tekulve.
La carrera de Tekulve duró una década más luego de aquel glorioso momento de octubre. Él tendría muchos más logros interesantes como ser el primer pitcher de 40 años en lanzar en 90 juegos (1987). Sin embargo aquella fría noche de octubre en Baltimore fue una ocasión que todavía calienta el corazón y el alma de este relevista banda de goma quién ayudó a sus queridos Bucaneros durante su momento más crucial.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Abril 30, 2015.
Nota del traductor: Actuación de Kent Tekulve con Navegantes del magallanes en LVBP temporada 1974-1975: 20 JL. 20 JR. 3 G. 1 P. 3 S. 40 IL. 30 HP. 12 K. 8 BB. .68 EFCT.
lunes, 8 de diciembre de 2025
Chuck Tanner: El manager que siempre veía oportunidades de ganar
Probablemente la madre de Tanner le habló de las hazañas de Honus Wagner, Bill Abstein, Fred Clarke, Vic Willis, Howie Camnitz, LeftyLeifield y todo el equipo de los Piratas de Pittsburgh que ganó la Serie Mundial de 1909, 4-3 ante los Tigres de Detroit. O compartió con Chuck el seguimiento de los Piratas que lucharon por el banderín de la Liga Nacional en 1938 y llegaron segundos a 2 juegos de los Cachorros de Chicago. Seguro pasaron momentos de silencio y tristeza consolándose porque los bucaneros se quedaron fuera de competencia. Ni que decir de que en 1960 a lo mejor la señora Anna llamó a Chuck eufórica por el jonrón de Billy Mazeroski que le dio la Serie Mundial a los Piratas o que pudieron compartir en 1971 la gesta de Danny Murtaugh, Roberto Clemente, Steve Blass, Manny Sanguillén, Richie Hebner, Al Oliver, Bob Moose, Dock ellis y todo el equipo de Pittsburgh de 1971.
Toda esa pasión por el juego el pequeño Chuck la empezó a demostrar en cada encuentro en la calle o en el estadio. Cuando debutó en Grandes Ligas en County Stadium el 12 de abril de 1955 vino a batear de emergente en el octavo inning por el gran zurdo Warren Spahn y le bateó un jonrón a Gerry Staley para igualar el juego a 2 carreras. El batazo fue al primer lanzamiento que Tanner veía en las mayores. Los Bravos de Milwaukee derrotaron a Cincinnati 4-2.
La integridad y la pasión de Tanner afloraron en el recuerdo de Bob Sproule cuando relató su experiencia al llamar a Tanner para que hablara de béisbol en el Capítulo Pittsburgh de SABR. Chuck no sólo fue a la reunión sino que cuando Sproule le iba a decir que su hora de charla había concluído y podía dejarlo hasta ahí, él le respondió que terminaría cuando estuviera listo y no antes. Al día siguiente muy temprano Tanner llamó a Sproule para agradecerle por haberlo invitado a la reunión de SABR.
En dos ocasiones Tanner sustituyó a Hank Aaron en la alineación de los Bravos de Milwaukee. El 13 de mayo de 1956, (el primero de un doble juego en Cincinnati) y el 17 de junio de 1956 (el segundo de un doble juego en Brooklyn), en ambas ocasiones Tanner entró a jugar al campo en el cierre del sexto episodio y bateó en la parte alta del octavo. En Cincinnati jonroneó y en Brooklyn soltó doblete.
En 1970 Chuck Tanner recibió una propuesta para dirigir a los Medias Blancas de Chicago y aún cuando tuvo marca de 3-13 al final de esa temporada, Tanner sacó a los patiblancos del foso de la división Este de La Liga Americana para llevarlos al tercer lugar en 1971 y al segundo puesto en 1972 a 5 juegos y medio de los Atléticos de Oakland. Tanner convirtió a los patiblancos de un equipo basado en la defensiva y el pitcheo a otro que también aprovechaba la ofensiva de Dick Allen, Bill Melton y Carlos Mays y la velocidad de Pat Kelly. Allí fue donde junto a Johnny Sain le enseñó un cambio de velocidad a Rich Goose Gossage y a partir de entonces fue un mejor pitcher que en 1971 dejó marca de 18-2 y 1.83 de efectividad con el Appleton Clase A. El primer consejo que Gossage recibió de Tanner fue: “Hijo, si no eres capaz de hacer sentir incómodos a los bateadores mejor te buscas otro trabajo”. De allí fue convocado al equipo grande en los entrenamientos primaverales de 1972, asignado al bull pen. En un momento de los entrenamientos Tanner llamó a Gossage a su oficina y le dijo que lo iba a mandar a las menores. Gossage respondió que era el mejor pitcher que había en el campo. Tanner le pidió que se lo demostrara. En tres innings ponchó a cada bateador que se enfrentó, sólo hizo dos lanzamientos malos. Tanner también fue responsable por pasar al nudillista Wilbur Wood del bull pen a la rotación de abridores y le fue muy bien.
Después pasó a Oakland en 1976 y los llevó al segundo lugar (a 2 juegos y medio de los Reales de Kansas City) mediante un estilo de juego basado en la velocidad en las bases, impusieron una nueva marca para la Liga Americana con 341 robos.
En 1977 Tanner llega a los Piratas de Pittsburgh y los lleva al segundo lugar al igual que en 1978. En 1977 se llevó a Gossage y a Terry Forster a los Piratas. Gossage estuvo muy triste cuando al final de la campaña fue a retirar sus pertenencias del club house porque los Piratas no podían pagarle lo que valía. "Metí mis valijas en el carro y me senté a llorar. Me gustaba el lugar, me gustaba el equipo y jugar para Chuck. Cuando los Piratas desistieron de firmarme, Tanner me deseó lo mejor y dijo que hacia lo correcto".
En 1979 los Piratas galvanizaron una química que venían activando desde las dos campañas anteriores. En el clubhouse los ánimos se disparaban mediante los apodos de “Scrap Iron” (Phil Garner), Mad Dog (Bill Madlock), Pops (Willie Stargell), “Rubber Band Man” (Kent Tekulve), “Candy Man” (John Candelaria), “Crazy Horse” (Tim Foli), “Buck” (Grant Jackson). Ningún pitcher de ese equipo ganó 15 juegos. Ningún jugador de posición empujó 100 carreras, sin embargo Stargell compartió el premio al jugador mas valioso de la Liga Nacional con Keith Hernández.
“Por ejemplo Bill Robinson nuestro jardinero izquierdo, fue tan valioso como cualquiera de nuestros peloteros. Ed Ott y Garner tuvieron los mejores años de sus carreras”, dijo Tanner.
Otra marca de aquel equipo fueron los movimientos poco ortodoxos que Tanner hizo en varios juegos. En un juego ante los Filis, sacó como emergente al zurdo John Milner frente al tambien zurdo Tug McGraw. “En las tribunas mi esposa era la primera que pensaba que estaba loco. Sin embargo cuando Milner bateó un jonrón con bases llenas, el público empezó a aplaudir la decisión. Le dije al masajista Tony Bartirome: ‘¿Que hubieran hecho si John no hubiese dado ese batazo?’. Me contesto: ‘Te hubieran colgado’”, recordó Tanner. Poco tiempo después Tanner dejó batear al zurdo Ott ante McGraw y nuevamente se produjo un jonrón con bases llenas para barrer un doble juego crucial en agosto ante los Filis.
La mañana del quinto juego de la Serie Mundial de 1979 sorprendió a Tanner con la muerte de su madre. Su padre lo llamó y le dijo: “Vas a quedarte a dirigir ese juego. Eso es lo que tu madre hubiera querido”.
Tanner recordó que su madre le había prometido que estaría en las tribunas en cada juego de la Serie. “Recuerdo que Dave Parker era su jugador favorito, me dije : ‘Si estás ahí haz que Parker meta un batazo sobre el logo de los Cardenales de San Luis’. Parker procedió a despachar un doble impulsor en el séptimo inning justo sobre el emblema de los Cardenales pintado sobre la pared del outfield del Three Rivers Stadium. Tanner empezó a sentir que había una fuerza especial en el ambiente. “Se me erizaron todos los vellos cuando salió ese batazo”, confesó Tanner. Pittsburgh ganó el quinto juego 7-1 y viajaron a Baltimore con confianza.
Luego de derrotar a los Orioles 4-1 en el séptimo juego con jonrón de Stargell y relevo de Tekulve, el pitcher Jim Bibby se acercó a Tanner. “Los peloteros te dedicamos esta Serie Mundial, Chuck”.
También es casi seguro que luego de ver la película “The Winning Season”, Tanner recordara a su mamá a través de la barajita de Honus Wagner, como la recordó en el dugout antes del quinto juego de aquella Serie Mundial cuando les dijo a sus peloteros: “Mi madre era una gran aficionada de los Piratas. Seguro se fue allá arriba a buscar ayuda para nosotros”.
Alfonso L. Tusa C. Febrero 14, 2011.
¿Por qué Robert Redford como Roy Hobbs en “The Natural” todavía resuena en los seguidores del beisbol?
Rob Peterson. The Athletic. Septiembre 16, 2025.
Cuando se revisa la página de IMDB para Robert Redford para ver sus 82 créditos como actor, 57 como productor y 10 como director, pronto se llega a la sección “Conocido por”.
En esa sección, hay cuatro películas, tres delas cuales tienen un peso inmenso en laindustria del cine: “Ordinary People” (“Gente como Uno”), “Butch Cassidy and the Sundance Kid”, y “All the President’s Men” (“Todos los Homres del Presidente”).
“Butch Cassidy and the Sundance Kid” convirtió a Redford en megaestrella comoel Sundance Kid en 1969,y él usó el nombre de ese personaje icónico cuando fundó el Sundance Institute para cineastas independientes. Lo utilizó de nuevo cuando se encargó del US Festival Film en 1984 y luego lo renombró el Sundance Film Festival.
En “All the President’s Men”, interpretó a Bob Woodward, uno de los reporteros que ayudó a dejar enn evidencia el caso Watergate. La película de 1976, producida por su Wildwood Enterprises, ganó cuatro premios de la academia. Cuatro años después, redford ganó el premio a mejor director por “Ordinary People”, la cual también ganó la mejor fotografía.
Entonces aparece “The Natural” en la cual Redford, quien falleciera la mañana de este martes a los 89 años de edad, protagonizó en 1984.
Es la primera visión del afiche de la película lo que atrapa la mirada ::Redford bronceado, usando camiseta mangas cortas y una sonrisa de mil kilovatios mientras lleva su brazo izquierdo hacia atrás para lanzar__como está ubicado en la esquina izquierda superior, encima y más allá de las tres películas de Redford más prominentes, y algunos argumentarían, más importantes.
Aún así, de las cuatro películas, esta tiene la tasa de usuario más baja de IMDB: 7.4.
El obituario de Vanity fair no menciona a “The Natural” entre lasocho películas que cita. En la clasificación de las 100 mejores películas deportivas de The Athletic en 2020, ”The Natural” aparece en el número 30, igualada con “The Karate Kid” original y detrás de otras películas de beisbol, incluyendo “Bull Durham”,”A League of Their Own” y “Moneyball”.
60 Momentos: No. 38, Roy Hobbs jonronea hacia la torre de alumbrado.
Seguro, es un sinsentido edulcorado pero de vez en cuando, cuando somos afortunados, eso ocurre, así es el beisbol.
Una de las mayores críticas de la adaptación cinematográfica es que el final se desvía significativamente de la novela del autor Bernard Malamud. (Alerta: En la película Hobbs es un héroe. En el libro, no lo es). Que Hollywood no siempre ha sido respetuoso del texto de los trabajos que adapta, sino que cambia completamente el final, y por tanto, el tono, significado y mensaje del libro, fue un puente muy largo para muchos. El difunto, el gran Robert Ebert tampoco era un seguidor del beisbol.
Entonces ¿por qué a pesar de sus defectos y detractores, “The Natural” es lo primero que se ve de Redford, con un héroe tan imperfecto como Roy Hobbs, en “Conocido Por”men IMDB? Y por qué él y la película resuenan con las personas de tal manera?
Mucho del porque las personas aman “The Natural” reside en que Redford emncarna al personaje- Los actores, especialmente en películas de beisbol, tenían el compromiso de hacer aparecer la acción deportiva legítima. (Notese como la revisión de“The Pride of the Yankees”incluye a Babe Ruth haciendo swing y a Gary Coopper como Lou Gehrig dando su discurso “Luckiest Man”.
Como Hobbs, Redford tenía 47 años cuando se estrenó la película en mayo de 1984, era un atleta y ávido amante del aire libre, y podía jugar.
De acuerdo a el obituario de The New York Times, Redford se inscribió en la University of Colorado mediante una beca de beisbol. Alrededor de tres décadas después, el dulce swing zurdo de Redford luce, si, natural, y como su caracter, es de lejos superior al de cualquiera en la película. El swimng de Redford aporta una capa de credibilidad cuando el director Barry Levinson para hacer lo mítico (“Ok, Roy, descose la pelota!”) literal.
Algunos vieron la actuación de Redford como Hobbs, como muy acartonada o muy reticente. Esos son argumentos legítimos. Sin embargo, uno también podría argüir que la actuación reservada de Redford como Hobbs es crucial para la inescrutabilidad del personaje y su misterioso pasado.
Cuando conocemos a Hobbs, es un ingenuo muchacho granjero, nuevo en los viajes en tren y en los asuntos mundanos. Aún como un joven (lo cual la película tampoco puede conseguir), cuando poncha a The Whammer, Hobbs no se vanagloria, y su celebración es notable pero muda.
Pocas escenas después, la persona ante quien se abre casi lo mata. Eso le da más sentido a que cuando años después llega al dugout de los New York Knights, se resiste a revelar su pasado. El Hobbs de Redford es grandioso,pero el lo va a mostrar, no hablar de él.
Ser grande en el beisbol casi mata a Hobbs, pero también le ha dado una segunda oportunidad de hacer lo que hace mejor: triturar pelotas en el olvido mejor que cualquiera en la historia del juego.
Desde su primera práctica de bateo (la cual extrañamente ocurre semanas después que llega a los Knights) con su bate, Wonderboy, el cual talló de un árbol derribado por un rayo en la granja de su juventud hasta descoser la pelota, hasta mover el reloj hacia el final de Hollywood, “The Natural” está lleno de estos momentos icónicos, los cuales están perfectamente complementados por la cinematografía nominada al Oscar de Caleb Deschanel y la banda sonora nominada al Oscar de Randy Newman. Es el mito de Hollywood llegando a su cenit.
Y de todos los grandes momentos en la historia de las películas deportivas, podría no haber uno mejor que cuando Hobbs cruza en primera base, su espalda hacia la cámara, su No. 9 centrado en la parte baja del encuadre con las luces estallando sobre él. La cinematografía de cámara lenta (todo lo que el gran Hobbs hace en esta película es en cámara lenta) y las cornetas resonantes pueden estar por encima y son definitivamente la antítesis del texto original de Malamud.
Sin embargo, también es hermoso porque es el material del cual están hechos los sueños. Si se ha practicado algun deporte, se conocen los errores, especialmente en beisbol, son parte del juego. También se conoce a que se parece el éxito. Cualquier que haya jugado en su patio, calle, parque local o gimnasio ha imaginado un momento cuando se hace el disparo del último segundo, se hace el deslizamiento a través de la línea del gol para lograr el touchdown del triunfo, y si, se batea el jonrón de ganar el banderín mientras el mundo se agita con alegría y electricidad alrededor.
Después de ese jonrón, no sabemos si los Knights van a ganar la Serie Mundial o si Hobbs se va a retirar. Sin embargo, eso no importa porque de alguna manera Hobbs es todo lo que esperábamos que podía ser, Conseguimos ver a alguien hacerlo bien en numerosas segundas oportunidades. Conseguimos presenciar a alguien con grandeza en su destino, “Cuando camino por la calle, las personas me miran y dicen}__ ‘Ahí va Roy Hobbs, el mejor que existió en este juego’”__ aunque sea por un momento.
Y eso es algo que la mayoría de nosotros solo puede soñar hacerlo.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Diciembre 07, 2025.
domingo, 7 de diciembre de 2025
Phil Regan recuerda Dodgertown.
Antíguo pitcher de los Dodgers elogia la naturaleza inclusiva del complejo de Vero Beach.
Benjamin Hill. MiLB.com. 15-05-20015.
El juego en honor a Jackie Robinson, un encuentro de la Florida State League escenificado cada 15 de abril en el histórico Dodgertown en Vero Beach, le da una oportunidad a los aficionados y peloteros de imaginar como era el beisbol en los días de Robinson, Campanella, Koufax y Drysdale.
Pero Phil Regan el coach de pitcheo de los Mets de St. Lucie, no necesita imaginarlo. Él estuvo ahí. Él lo vivió.
El juego de Jackie Robinson de 2015 presentaba a los Mets de Regan como el equipo anfitrión, dando al experimentado hombre de beisbol de 78 años una oportunidad para revivir y reflexionar sobre sus experiencias en Dodgertown.
Dodgertown, unas antiguas barracas navales, sirvió como la sede de entrenamientos primaverales de los Dodgers desde 1948 hasta 2008. Fue creado, bajo la tutela del legendario ejecutivo Branch Rickey, alrededor del debut de Jackie Robinson. Esto le permitió a los Dodgers entrenar en un ambiente racial integrado, en una época cuando Jim Crow aún era la norma.
Regan lanzó por primera vez en Dodgertown en 1966, la primera de tres temporadas con los Dodgers. Esta fue una etapa en una carrera de beisbol de casi seis décadas, que entre muchas otras cosas, ha incluido pasantías como scout, coach de pitcheo del equipo olímpico y manager de Grandes Ligas (él dirigió a los Orioles de Baltimore y escribió el nombre de Cal Ripken en la alineación para el juego 2131 consecutivo con el cual rompió el record).
Encontré a Regan el 16 de abril en el hogar de los Mets de St. Lucie, Tradition Field. Al principio mi interés en entrevistarlo era simplemente conseguir unas declaraciones para la reseña del juego de la noche anterior, el Jackie Robinson Celebration Game, nuestra conversación dio para mucho más que eso.
Regan me invitó a la oficina de los entrenadores y ofreció una bebida de una nevera bien equipada con agua y Powerade. Por los próximos 20 minutos, él habló de sus memorias de Dodgertown, el legado de Jackie Robinson y cuanto ha cambiado el beisbol desde su debut profesional en la temporada de 1958.
MiLB,com: ¿Cuál fue tu primera impresión de Dodgertown? Parece un ambiente único.
Phil Regan: El año que llegué allí (1966), Don Drysdale y Sandy Koufax nunca fueron al entrenamiento primaveral. Ese fue el año cuando ellos dejaron de jugar, hasta lograr 100000 $ de contrato cada uno. Por eso, cuando llegué allí (después de seis temporadas con los Tigres de Detroit), lance bastante y también Don Sutton. Él era un novato de 20 años, y debido a que Koufax y Drysdale no pitchearon, ambos lanzamos mucho. Y ambos hicimos el equipo. Pensé que iba a ser abridor, pero ellos dijeron, “Vamos a hacer de Sutton el cuarto abridor y te pondremos a ti en el bull pen. Si él no lo hace bien, lo enviaremos de vuelta a Spokane y tú podrás abrir de nuevo”. Bien, él lo hizo bien (risas). Tuvo una gran carrera.
Pero la gran cosa que recuerdo de Dodgertown era la manera diferente como ellos entendían el juego. Primero que todo, todos comían juntos, y eso era la gran cosa con el éxito de los Dodgers. Porque te podías sentar con Koufax y Drysdale, aun siendo un pelotero de Clase A. Todos comían juntos en esa cafetería. Tommy LaSorda, Walt Alston, todos estaban ahí.
La otra cosa que era realmente única, tenían todo ahí. Tenían un campo de golf ahí, y cada noche proyectaban una película de cine. Estoy seguro que todo ocurrió debido a Jackie Robinson. Esa era una de las cosas de las que hablaban. Ellos querían tener todo ahí, par que los jugadores, Tommy Davis, Willie Davis, Junior Gilliam, Johnny Roseboro, no se fueran. Realmente había una conexión en el equipo. Cuando Koufax y Drysdale dejaron de jugar toda la primavera, nunca oi a ningún pelotero decir nada malo de ellos. Todo lo que dijeron fue, ‘Bien, cuando ellos firmen vamos a ganar otra vez’. Pienso que una de las razones de eso fue Dodgertown.
Luego, cuando yo era scout de avanzada de los Dodgers, fui mucho a Dodgertown. Tommy LaSorda tomaba un equipo de peloteros jóvenes y otro tipo dirigía otro equipo. Él prendía las luces del campo, y decía ‘Bien, tienen que batearme’, digamos, cinco carreras. Y el lanzaba el juego. Yo vi eso una noche, él estaba lanzado y tuvo un tirón en un músculo de la pierna. Estaba cojeando y Peter O’Malley apagó las luces. No los dejó jugar más.
MiLB.com: Cuando empezaste tu carrera de beisbol profesional en 1956, Jackie Robinson todavía jugaba. ¿Llegaste a conocerlo?
Phil Regan: Nunca conocí a Jackie Robinson, pero sí a Roy Campanella y Don Newcombe y Joe Black y Junior Gilliam y Duke Snider, todos los grandes Boys of Summer, y hablé con ellos.
Yo empecé en 1956 con la organización de los Tigres de Detroit. Eso fue en Jamestown, New York, pero en 1958 yo estaba en Birmingham, Alabama. Y esto es duro de contar pero en Birmingham tenían una ordenanza municipal en referencia a que los negros no podían jugar contra los blancos. Eso era 10, 11 años después que Robinson rompió la barrera racial en las Grandes Ligas. Ese año ganamos el campeonato de la Southern Association. Entonces fuimos a la Dixie Series, la cual eran ante los ganadores de la Texas League (Los Giants de Corpus Christi). Y ellos tenían tres jugadores negros, quienes no pudieron jugar en Birmingham contra nosotros. ¡En 1958!
Están ocurriendo cosas que nunca pensé ver. Todo está pasando tan rápido. Todo. Pienso en cuando crecía en una granja en Michigan. No teníamos teléfono. Ni televisión. Oíamos a Harry Heilman narrar los juegos de los Tigres de Detroit por radio.
Y cuando piensas en lo que ocurría en Dodgertown en aquel tiempo, y en el beisbol, no puedes creer las cosas que pasan ahora. Es increíble.
Benjamin Hill es un reportero de MiLB.com y escribe Ben’s Biz Blog.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. Mayo 25, 2015.
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